Espirales. Así son nuestras vidas. Danzamos dando vueltas y vueltas alrededor nuestra y de las circunstancias, sin pasar dos veces por el mismo sitio; aún no hemos sido agraciados con el don del reloj estropeado. Si del ombligo nace nuestra vida, punto de partida, la misma se va ensanchando y agrandando su radio de acción hasta la eternidad; pero en este fluir siempre sentiremos el camino ya recorrido en sendas que se han de recorrer. Que sutilezas tiene la carretera, cuando una curva muy abierta la percibimos como una aburrida recta; quizás sin saberlo, estemos dando vueltas a la Nacional, y nos encontremos con que no hemos avanzado sin habernos parado ningún momento.
El círculo de Lavapiés nació hace ya muchos años como un proyecto cultural diseñado, desarrollado y maltratado por una serie de jovenes que a día de hoy, aun siendo jóvenes, siguen sintiendo el alma demasiado leve como para soportarla; de aquí renace el giro, un nuevo giro aun más completo, de más matices y mayores sueños; pero siempre, como desde hace un par de giros, desde la ilusión y los Suburbios de la Razón.
lunes, 8 de marzo de 2010
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Wuaw, muy impresionante, la verdad quedé pasmado.
ResponderEliminarEs muy cierto la metafora del espiral, y mas cierto que nos estamos alejando del centro.
saludos
Gracias. Esperamos que sigas disfrutando de este blog. Tienes la puerta abierta.
ResponderEliminarUn abrazo