No tiene nada
Mi choza en primavera.
Lo tiene todo.
Sodo
La primavera ha llegado, y con ella una nueva estación, nuevos colores, aromas, placeres y dolores que se apegan entre sí evocando recuerdos espinosos. Esa memoria que nos absorbe hacia su interior, agujero negro de la nada y que en la nada acabamos pereciendo. Acantilado de lisas paredes donde no hay asidero donde introducir el dedo meñique y no caer.
La primavera pasa
Lloran los pájaros
Son lágrimas los ojos de los peces
Matsuo Basho
Época de evocaciones, sensaciones a flor de piel, roces del pasado y tinturas místicas de un futuro irreconciliable con nosotros…lejano, muy lejano. Árboles retorcidos en su propia savia, y anfibios expectantes de la onda acuática. Insectos benéficos para el alma y paisajes que nos aturden con su antropomorfología escueta.
Cada mañana,
¿dónde va pensativa
la primavera?
Buson
Poemas del cinco siete cinco con nieve y moraleja para el espíritu. Versos minimalistas revolucionarios de un sentir que se desvanece y germina en todos nuestros nodos, en todos aquellos rincones de nuestra impermeabilidad menos elástica de nosotros mismos.
¡Qué pronto prende
y qué pronto se apaga
una luciérnaga!
Kiorai
Carlos Postigo
jueves, 25 de marzo de 2010
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