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martes, 29 de junio de 2010

...Somos como hormigas

En el mundo de los insectos, picados y jodidos por las medidas tomadas por los escarbajos peloteros,dueños por otra parte de todas las decisiones tomadas en el mundo insectero, las hormigas negras, dueñas y conocedoras de todos los agujeros de la tierra insectera, decidieron ponerse en huelga.

Y así, las hormigas rojas, primas hermanas de las hormigas negras, y de las hormigas voladoras y de las hormigas alargadas y de las hormigas gordas, se levantaron una mañana de martes y se encontraron con que no podían moverse porque todos los túneles, de los que las hormigas negras eran conocedoras y dueñas emocionales, permanecían cerrados.

Y los escarabajos se pusieron a pensarm+, en plan pelotero, mientras las hormigas negras decían que no, que no abrían los tuneles ni a hostias y que o les daban las 100 migas de pan diarias por cabeza de hormiga o aquí no viajaba en agujero de hormiguero ni dios(El dios de las hormigas, se entiende).

Y mientras, las hormigas rojas, primas hermanas de las hormigas negras,insisto, y de las hormigas voladoras y de las hormigas alargadas y de las hormigas gordas, se encontraron con que nada podrían hacer para evitar chuparse las decisiones de los escarabajos peloteros recoje pelotas de mierda y las decisiones de las hormigas peloteras, digo negras, un poco menos primas hermanas de las hormigas rojas y de las hormigas voladoras y de las hormigas alargadas y de las hormigas gordas.

"UN mundo de mierda" Acertó a decir una vieja avispa mientras esperaba junto a 60 hormigas rojas, una araña paticorta, un cienpiés de 30 patas y 280 bichosbola la llegada de una hoja que de charco en charco les llevara a su labor diaria.

"Porque en el reino insectero no se piensa" se atrevió a decir sabiamente una mosca de la fruta sabia como ella sola. "A mí solo me separa un uno por ciento de lo humano", se atrevío a decir."Ellos si que saben".

Y mientras, kilómetros, años luz, atomos más arriba, otro mundo, esta vez humano se abría encima de los insectos varios.

"Ellos si que saben".

Daniel Díaz

Yo - Hiperrealidad


No soy capaz de saborear una buena paella hecha en la orilla de cualquier playa valenciana. No soy capaz de sentir orgasmos dejándome acariciar por manos sabias, expertas en sexo. No soy capaz de entender lo que me quieres decir, no escucho lo que me dices.

Saboreo la paella como ha de saber una paella, como se me ha hecho imaginar cómo ha de saber. Tengo orgasmos fisiológicos carentes de cualquier sensación psicológica asociada a tales espasmos; siento lo que me han hecho imaginar acerca de la sensación a sentir en cualquier tálamo sensual. No sé lo que me dices; no escucho tu discurso; imagino lo que me quieres decir en función de la posible contestación que yo te daría; imagino tus motivos, tus intereses, tus intenciones.

Vivo en una imagen televisiva, en un Disneyworld atrófico, en un mapa distorsionado sustitutivo de una realidad desconocida. Me desenvuelvo debajo de un manto reticular, estructurado por puntos y líneas que me atan y no me dejan agarrar mi prisión de realidad.

Camino sobre un papel casi infinito, lleno de recuerdos, proyectos, estímulos, respuestas con/sin feedback, cientos de senderos (¿preexistentes?)… Corro, salto, me agacho, pero la celulosa no se desgarra, vivo en Matrix, Hiperrealidad proveniente de un conocimiento previo, necesario en mi vivir, aun mutilador de mi consciencia.

Mi conciencia es la respuesta a mi realidad. Pero de ello hablaré otro día.

Basado en el libro: “ Cultura y simulacro” de Jean Baudrillard



Carlos Postigo

lunes, 28 de junio de 2010

La niña y su prado


Mi niña bonita corría por el prado verde, prado mojado. Lleva un lindo calzado; pero de escarcha empapado.
Corre que te corre va, mi niña bonita. Las suelas de cuero resbalan, y la hierba del suelo la toma en sus manos. Manos verdes, que entintan y engalana su blanco y lindo vestido de lana.
Mi niña bonita no llora, mi niña sonríe porque en la boca, el prado, un beso le ha dado. Llega corriendo al lado de su madre y contenta le dice, mira mamá, te gusta el beso que mi novio me ha dado.
Como ¿tú novio?
El prado madre, dice mi niña, el prado es mi novio. Tan suave, tan tierno y verde, siempre lampiño de arena y un poco mojado.
La madre se ríe, mi niña la mira, mi niña sonríe y me señala con su linda mano. Mama, tú también tienes que querer a mi lindo prado.

ARALBA

domingo, 27 de junio de 2010

Pixies - Where is my mind?

viernes, 25 de junio de 2010

Kaos Quántico - La Carga de las Valkirias


Capítulo II

La Carga de las Valkirias

-Vayamos hermanas, cantando nuestra canción, tras la estela de los rayos del martillo de Thor. Vayamos hermanas, tronando nuestra canción a recoger, del campo de batalla, a los guerreros caídos para trasladarlos al Valhala, como ofrenda a nuestro padre Odín- Dirigía, con su tonada, Brunilda la cabalgada de sus hermanas.

-Cuerpos destrozados a nuestro paso. Se matan los hombres, entre ellos y en batalla. Odín los quiere fríos y odiosos o apasionados de amor; pero nunca tibios –Vociferó la Hermana Patricia.

-Solo los valientes heredarán el Valhala de Odín. Perezosos no quiere a su vera y así serán vomitados de su boca –Cantaron todas al unísono.

El campo de batalla estaba cubierto de guerreros malheridos y cadáveres descuartizados. La sangre manaba de los cuerpos inertes y teñía, de púrpura, las arcillosas tierras del norte escandinavo.
Las valkirias, montadas en sus corceles alados, sobrevolaban el campo de batalla, alzando sobre sus monturas, las almas de los guerreros caídos en combate y que con gran valor habían sucumbido ante sus contrarios.

-Buena cosecha la de hoy –Dice Brunilda a sus hermanas-, Contento se pondrá Odín cuando vea que llevamos nuestras alforjas rebosantes de almas para que cohabiten, con él, en su celeste santuario.

-Bárbara tendrá buen almuerzo de sangre hoy; pero las almas de los fallecidos, hoy, no podrá arrastrar hacia su lúgubre morada. Hoy esas almas han sido bendecidas y arrebatadas del mundo para alzarlas más allá y que regresen junto a sus inmortales hermanos.

-Bien dices Karen- replicó Brunilda, la mayor de sus hermanas -hoy los buitres comerán carroña sin esencia. Lloremos por aquellos que habiendo sido heridos no han tenido la suerte de morir en combate y han sido llevados fuera del campo de batalla para fallecer sin honra, sin que nosotras, hayamos podido rescatar, para Odín, sus almas.

Algunos malheridos, con la vista nublada, miraban hacia el cielo implorando por una muerte rápida que nunca llegaba. Al borde de la muerte, los guerreros podían vislumbrar a los blancos rocines y a sus armadas jinetes al alba.

-Por favor, valkirias amadas, llevadme con vosotras, por el amor de Odín. Ya estoy más muerto que vivo. Por favor valkirias amadas, llevadme con vosotras antes de que partáis de aquí hacia vuestra lejana morada.

-Tú, hoy no te me escapas- Gritó la pelirroja Bárbara, sacando unos voluptuosos brazos del interior de la tierra atrapando, en abrazo feroz, al mortal malherido.

-¡Bárbara, por el Dios de nuestro Corazón!, déjalo partir. Uno menos, en tu festín, no te importará. Alimento tienes de sobra, desparramado, por toda la llanura.

-Cállate maldita hermana. Deja que mi voracidad y avaricia se colmen de una vez con el fin de que estos hombres dejen de amar la Vida. Vida por la que tanto lloran cuando es cercenada. Hermana Brunilda, a estos hombres no les ha llegado el tiempo de arrebatar el cielo por asalto. Son valientes, cierto; pero no lo han dado todo.

Ellos morirán; pero no batallando y mis amantes brazos los atraerán hacia mis abiertas fauces, donde serán devorados para que puedan renacer de nuevo.

-¡Por Odín valkirias, ayudadme!- Clamó un guerrero al Cielo.

-Hombre, hoy nada podemos hacer por ti –contestó una de las valkirias-, Odín nos tiene prohibido arrebatar almas en que no hayan fenecido sus vidas. Tú estás más muerto que vivo; pero vivo aún. Nuestra hermana os devorará con delicadeza y placer. Mira sus turgentes pechos. Contempla sus torneadas piernas. Pierde tu consciencia ante su belleza y cae en una profunda somnolencia. Muere entre sus brazos para, al poco, volver a nacer.

-Bellas palabras hermana; pero inútiles. Perdéis el tiempo intentando dar calor a mis muertos. Ellos fríos quedan para pudrirse y convertirse en parte de mí cuerpo. Yo, Bárbara como Avatar del mundo devoro, con gran apetito a la Tierra y a todas sus criaturas. Sí, hermanas, largaos ya con vuestro bien ganado botín de guerra y dejad a esta, vuestra hermana hambrienta, en paz.

Lejos parten las valkirias con su cargamento de almas. Almas que serán limpiadas, embellecidas y uniformadas para ser entregadas a Odín. Héroes del Hombre serán. Héroes que ayudarán a, sus hermanos mortales, la Sesión teatral cerrar.

El hombre sufriente y herido, tras la batalla es mecido sino zarandeado, por los poderosos brazos de la Diosa de la Avaricia y de la Muerte.

-Pobres hombres- dice Bárbara al guerrero-, hoy es el día de mi venganza porque yo estoy aquí por culpa vuestra. He venido a realizar mi trabajo de devoradora de hombres y no me retiraré sin haberlo llevado a cabo. Muere indolente, por la pérdida de sangre, ya que mis hermanas han marchado. Muere y deja tu alma atada a la tierra y este cuerpo, en descomposición, para poder ser devorado.

Tiempo ha pasado, ya los guerreros marchado y en el campo solo quedan los cadáveres y aquellos que han sido, en su mal estado, por muerto dados. Una tremenda mujer Güera como pocas, de buen porte y divina como la luz del amanecer, aparece alumbrando el mortuorio terror de aquel funesto paraje.

-Maldita hermana y bruja, deja inmediatamente a este Hombre, a quien no le ha llegado aun la hora. Retiraré tus brazos de muerte de su derredor y con tu propio cuerpo, la roja arcilla, curaré sus heridas. Este, Hermana Bárbara, hoy conmigo viene. Satisface tu hambre con el resto de yacidos que veo en derredor.

-Edith, Hermana ¿Porqué robas mi alimento tan bien ganado? Yo no te he hecho nada.

-Hermana, yo no te robo nada. Este Hombre aún sigue vivo y vendrá conmigo. Curaré sus heridas y me hablará de su historia y aconteceres. Lo meceré en mi regazo y le ofreceré el carnal calor de mi cuerpo. No sé quien es, cierto es; pero no sé que me da que, éste, concretamente éste, algo me tiene que contar.

Ya el sol empieza a mostrar sus primeros rayos por Oriente. La Dama lleva, delante suyo, montado sobre su blanco corcel, a un agonizante guerrero desnudo ya que sus ropas, mallas y coraza fueron en el valle abandonadas. Al abrazo del calor de la yegua y de la blanca dama que lo protege; el guerrero parte de su consciencia recobra.

-Bárbara, por favor no me lleves contigo…

-Tranquilo estate, hermano humano, que mi cruel hermana ya te ha soltado. Ahora eres mío y de mi total propiedad. He salvado tu pellejo y ahora tú me tendrás que ayudar.

-Lo que sea Señora mía. Mi vida ahora es suya, ninguna duda cabría. Vos diréis cual será para con usted mi deber.

-Ahora calla, Hombre. Ahora calla y recupérate del dolor acontecido. Tiempo habrá para que sepas que te depara el futuro y que es lo que a mí me tendrás que retornar.
-La Vida, si así fuera, Bella Dama.

-Tu Vida es mía Caballero. Algo más importante se requerirá de ti llegado el momento.
Cabalgando va la yegua con sus dos pasajeros. Una buena samaritana, quizá, y un no muerto ya revivido. Viajan hacia el horizonte en busca de agua, calor y cobijo. El dulce olor de matorrales y jaras parece que despiertan su humor y alegres van, cantando la Dama una bella canción de elfos y hadas. El escucha, atento, el rumor del viento meciendo las ramas de los árboles, que a modo de bienvenida, flexionar sus troncos parece.

Al final del camino, un castillo entre las nubes. Un palacio digno de príncipes y reyes.

Una multitud de vasallos salen al encuentro de Edith, su Dama. Los colores de sus trajes, aunque humildes, son majestuosos y dignos de la realeza.
Como la reina que es, se dirige a sus vasallos.

-Tomad a este hombre y curadle sus heridas. Lo aseáis y lo lleváis ante mi presencia. Mucho y de muchas cosas debemos de hablar, pues tiempo ha llegado que a esta barbarie pongamos final.

-Señora –habla el Comendador y Mayordomo de la Corte- ¿Habéis podido departir amigablemente con vuestras hermanas?

-Mi buen confidente y asistente, solo con Bárbara ha sido posible, ya que Brunilda y sus valkirias ya habían partido. No obstante, tenlo todo preparado. Si todo sale como tengo pensado, este varón pasará a ser mi Contador Real.

Ya se han llevado al herido guerrero. Ya le han lavado, cosido y ungüentos untado en sus graves heridas. Comida ha alimentado su débil cuerpo y su espíritu ya puede verse en su luminoso rostro. Conducen al guerrero, como si fuera caballero, ante la Reina del Palacio.

-¿Cuál es tu nombre Caballero?- pregunta la Reina Edith-, ¿Cuál es tu Oficio, a parte de Guerrero? ya que eso está claro.

-Bifredo de Albanya, mi Señora y herrero de profesión.

-Fuertes brazos tienes, no engañas, cierto es. Para mí trabajarás hasta que la tumba te llame. He venido a gobernar por estos Lares, con fuerza y prudencia; pero necesito alguna ayuda. Has podido saludar a mis hermanos que no vasallos. Entre ellos, los que curarte las heridas han podido. Serás mi herrero y fundirás para mí una espada digna de dioses. Tengo un metal, no de este mundo, que conmigo de lejos he traído. Yo soy Edith, Reina de las ninfas y Dama del Lago y Excalibur o Nothung será mi espada; que blandida por tus poderosos brazos hará posible que entrambos venzamos al Mundo y a su mal calaña.

Pronto, Bifredo el Teutón se hizo cargo de la herrería y su fragua. Con esfuerzo y tesón un metal más duro que el acero va tomando forma de espada mandoble. Una hoja tan ancha como la mano de un hombre adulto y afilada como ácido frente a carne humana.

-Señora, vuestra espada ha sido forjada ¿Qué utilidad le daréis?

-Bifredo, mi Amigo y Hermano. Leyéndote el pensamiento, esa no es un arma aunque parecerlo pueda. Es un instrumento sagrado de amor para salvar de su trágico destino a la especie humana. Tú eres hombre de carne y yo ahora también lo soy. Tú no conoces tu pasado; pero, sin embargo yo sí recuerdo el mío. Ya no necesito un herrero pues tu trabajo ha concluido; pero contable quiero que seas en las, subterráneas, tierras de mi reino.

-Baja conmigo –continúa la Reina Edith-, baja conmigo a las catacumbas donde hay un secreto guardado. El secreto que os hará libres a ti y a tu descendencia. Yo podré así regresar a casa, dados de la mano con mi Amado.

-Bifredo, Hermano, aquí en este arcón guardo mis atributos divinos. Cuéntalos como es tu obligación y pongo tu cabeza en prenda de que cuando regrese, aquí no llegue a faltar nada. Toma una campana. Si necesitares algo o pasaras hambre tócala para que uno de nuestros hermanos te baje buen sustento. Como necesidades de animal tienes, de ello no hay que avergonzarse, bajando esas escaleras encontrarás un profundo foso. Allí podrás defecar y hacer tus escatológicas necesidades. En esta tina, de aquí al lado, podrás lavar tu cuerpo sudado cada vez que lo creas necesario. Mis doncellas estarán a tu disposición para tal menester.

-Señora mía- miró el guerrero con cara de miedo- ¿Me habéis salvado para condenarme a estar encerrado de por vida?

-No mi amor Bifredo. Tienes el más alto privilegio y honor jamás concedido a mortal alguno. Guardar mi Tesoro hasta que yo regrese de una gran batalla, a la que solo puedo enfrentarme sola, con el fin, como ya te dije, de salvaros a ti y a todo lo que por encima o debajo de la faz del abismo existe, se mueve o vive.

Edith, la Reina Amazona dio media vuelta… Paró un instante pensativa y con una mueca sonriente. Se volvió y llamó a su guerrero Bifredo. Éste se acercó y la reina Edith le dijo –Bésame y deja que te pase mi aliento, esta es la auténtica prenda que deberás proteger con tu vida hasta mi pronto regreso.

ARALBA

miércoles, 23 de junio de 2010

Seiteki-Haikus (II)


Dureza brutal,
Tieso palo rígido
Penetrándote.


Abracémonos
Ardientemente sin más,
Abrasándonos.


Susurras: “amor”
En el mismo extremo
De mi perdición.


Boca con boca
Gemido con gemido
Sexo con sexo.


Momentos después
Tu humedad desbordó
Resbalándome.


Desnudándote
Saboreé tu néctar.
Rosados labios.


Retrocediendo
Expulsé fuera de ti:
Sal de mi vida.


Carlos Postigo

lunes, 21 de junio de 2010

Cuentos Impíos - Zarpa Siniestra


-Por fin nos encontramos de nuevo amadísimo Schuss, Ji,Ji,Ji.

-Chema, da demasiada importancia al contacto físico. En realidad eres un pelota irredento; pero me gusta. Si algo bueno ha salido de nuestra amistad, ha sido el saber dónde se encuentra tu minúsculo e insulso planeta.

-Vaya paliza que le dimos a los Karinas -volvió a dirigirse, el canino y bigotón Chema, al Pequeño Gran Almirante de la Federación de Planetas Sujetos-, ¿qué me va a tocar?

-Jodio pelota, Je, Je, Je, no te me ofendas, Je, Je, Je. ¿Cuándo realizamos otra carrerita? Ahora hablando en serio, creo que no te implicaste en exceso contra los Karina; de hecho, tus naves de guerra llegaron al Planeta Karín cuando ya todo había concluido...

-Pero Schuss -interrumpió Chemita, el Líder de los ignorados Spawnes-, no seas malo, mi gente se me echaba encima. Ya hubiese querido yo, que la implicación de nuestra armada espacial hubiese sido de mayor envergadura y rapidez...

-No hay excusas Chemi. O se es un Líder o se es un mentecato paz guato como tú. Te concedo una de las lunas desérticas del Sistema Karos. El planeta Karin lo reservo para que sea sojuzgado por mis leales y legendarias tropas. La jurisdicción de la Luna Casinadi, aunque pertenezca a las maltrechas tropas, amigas, de Lenon, podréis compartir ciertas tareas menores; como la recolección de las arenosas tierras lunares.

-Además, debes estarme agradecido que diera cobijo a tus hijos en mi planeta natal, Eua, cuando realizaron su procreador compromiso de futuro -continuó su perorata el exaltado Schuss. “Mira que traer niños retrasados a esta Galaxia” pensó Schuss mientras miraba a su contertulio por encima del hombro.

-Pero Schuss, mi Planeta necesita de Energía; ¿podríais compartir, Lenon y Eua con Spawnes, alguna de las minas menores de oleumdol?...

-Jodio por culo, como se dice en mi tierra vaquera, porque eres tan prolijo en ridiculeces. Tú mira por tu futuro y el de tu familia. ¿Qué te importan los habitantes de tu planeta?, ¿qué coño nos importa los famélicos habitantes de Karin? Qué se vayan a la mierda, ya que no sirven más que para demostrar el Poder que poseo sobre los habitantes de Eua y el resto de planetas, incluyendo el vuestro. Además no hagas que me enfade; si no quieres que mande a tus vecinos Romos a que invadan tu ridículo planeta...Je, Je, Je...

-Perdonar, venerado Schuss, nunca quise decir otra cosa que lo que acabas de plantear. Ya te estoy tremendamente agradecido por la ayuda que ha mostrado tu Nación en nuestra lucha contra los miserables separatistas de la Luna Escaria. ¿Apoyarás a mis secuaces en caso de que perdamos la carrera por el poder en Spawnes?

-A esto último amiguito Chema, te digo que me lo pensaré. En realidad, me importa un cojón de mico quien gobierne en tu Tierra. Quien llegue al poder en tu planeta, deberá rendir pleitesía a la Corte del Imperio; no obstante, si sigues siendo buenecito, te apoyaremos contra esos revolucionarios que os quieren echar del poder de vuestro ridículo terruño que se encuentra. ¿Dónde dijiste que estaba Chemita?..., que más da. No tiene la mayor importancia.

-¿Hacemos otra carrerilla Schuss?

-Oye tú, pero esta vez me quito las calzas de plomo que llevaba para endurecer los gemelos?

-Ji, Je, Ji, Je –rieron al unísono, mientras sus fuerzas armadas afilaban sus Zarpas, mirando con ojos de rapaz, a las profundidades del espacio en busca de cualquier otro planeta rebelde.

ARALBA

domingo, 20 de junio de 2010

Ensayo sobre la tristeza





En la isla a veces habitada de lo que somos, hay noches, mañanas y madrugadas en que no necesitamos morir.
En ese momento sabemos todo lo que fue y será.
El mundo se nos aparece explicado definitivamente y entra en nosotros una gran serenidad, y se dicen las palabras que la significan.
Levantamos un puñado de tierra y la apretamos en las manos. Con dulzura.
Allí está toda la verdad soportable: el contorno, la voluntad y los límites.
Podemos en ese momento decir que somos libres, con la paz y con la sonrisa de quien se reconoce y viajó alrededor del mundo infatigable, porque mordió el alma hasta sus huesos.
Liberemos sin apuro la tierra donde ocurren milagros como el agua, la piedra y la raíz.
Cada uno de nosotros es en este momento la vida.
Que eso nos baste.

sábado, 19 de junio de 2010

Bergman ¿Ha muerto?



Un cortometraje recuperado, Bergman a cara consigo mismo, cuando el silencio de las campanas significa la llegada de la muerte.

http://www.youtube.com/watch?v=lX991bRIKY0

Y no os perdais el FESTIVAL DE CINE DE LAVAPIES:

http://www.lavapiesdecine.net/




A partir del próximo 26 de junio y hasta el 4 de julio se celebrará la 7ª edición de la Muestra de Cine de Lavapiés. Un año más el cine sale de su espacio habitual para llenar la calle, bares, asociaciones del barrio o La Tabacalera.

Durante 9 días se proyectarán más de 25 sesiones, donde se podrán ver títulos como Celda 211, El secreto de sus ojos, El Problema, Un profeta, Joe Strummer, Frozen River, El Somni, etc., estrenos como Desde que no estás (documental acerca del feminicidio que ocurre en Ciudad Juárez) o Les plages d'Agnès, última producción de Agnès Varda, y una selección de la convocatoria abierta de autoproducciones, que acompañarán a las películas en la parrilla.

La filosofía de esta muestra sigue siendo la que la caracteriza: cultura libre y gratuita, además de una selección cuidada en cuanto a las películas que no han tenido demasiado eco en los pases en cines.

Los pases serán a las 20h y a las 22h.

Daniel Díaz

viernes, 18 de junio de 2010

Concepto Aralbista del Cosmos



Intentemos imaginar, con un cierto esfuerzo, un microcosmos completo con sus cúmulos, galaxias, sistemas estelares con planetas y lunas. Sigamos imaginando que ese único microcosmos es un Ser Vivo y se llama Hombre, viviendo solitario en su propia dimensión espacio-temporal...

Volvamos a imaginar infinitos microcosmos como el descrito existiendo solitarios en sus mundos eternos, sin principio ni fin, en sus respectivas dimensiones espacio-temporales.

Con un último esfuerzo, supongamos que cada uno de esos microcosmos se superponen e ínter penetran, unos a otros, ocupando el mismo espacio físico pero en frecuencias vibratorias diferentes.

Supongamos que esa esfera múltiple, desde un punto de vista cuántico, es un punto sin dimensiones, infinitamente pequeño e infinitamente grande.

Ahora, supongamos que cada uno de los hombres, Adam, se refleja en cada uno de los universos del resto de microcosmos.

Llegados a este punto tendríamos la siguiente constitución, y que a mi parecer es la más plausible de todas las cosmologías.

Dentro de cada dimensión existe un solo Universo, donde cada microcosmos de hombre es tanto su Logos, su Demiurgo así como su Dios “en mayúsculas”. En todos y cada uno de los microcosmos se reflejan, solo se refleja, todos y cada uno del resto de los infinitos microcosmos.

En definitiva, tendríamos que en cada Universo solo existiría un Ser Verdadero, el resto tan solo serían imágenes, marionetas o reflejos de seres reales, constituidos por la propia materia del microcosmos hospedante, viviendo su realidad particular, dormidos, en su propio microcosmos. El Adam, dueño de cada microcosmos, es eterno e inmutable dentro de su propio mundo; pero su reflejo en el resto de mundos está sujeto a las variaciones propias de las leyes que allí actúan.

Concretando, todos tendríamos un avatar en cada uno de los microcosmos del multiverso y solo seríamos reales, aunque dormidos, en el nuestro propio. ¿Como podemos ser conscientes de que el Universo en el que vivimos es realmente el nuestro o es solo un espejismo? Fácilmente: si estamos sujetos a la fuerza de gravedad, a las enfermedades y al nacer y morir quiere decir que no vivimos en nuestro microcosmos original. Somos, entonces, el reflejo de nuestro Dios. Luego, todos los seres que vivimos en este Universo solo somos espejismos de un Ser Verdadero. Solo el Microcosmos, durmiente, de cada Universo es el propio Adam real de su Mundo independiente. Solo, cada Adam, toma consciencia como Avatar en los Universos que no son el propio.

Los microcosmos se estarían relacionando entre sí, de forma múltiple, mediante reflejos conscientes, entre otros seres nosotros mismos, en cada uno de ellos conformando una inmensa y eterna Obra de Teatro sin principio y sin fin y que se desarrolla en infinitos escenarios,

ARALBA

jueves, 17 de junio de 2010

LES DIRÉ




Gracias a http://lacajadeloshilos.blogia.com/ por hacernos partícipes de sus creaciones. A continuación os mostramos un ejemplo de todo lo que podéis encontrar entre sus hilos, agujas y demás materiales de creatividad literaria.
El siguiente relato de Amadeo Martillo nos hace sentir el alma turbia de cualquiera de nosotros en esos momentos potenciales aunque duramente existenciales.



Por Amadeo Martillo
El volante de piel de tigre se agarra a las manos y no las quiere soltar. Los policías no tardarán en llegar y entre luces parpadeantes me dirán que salga del coche y me preguntarán quién soy y qué hago aquí. Les diré que soy Amadeo Martillo, hombre, taxista, casado, viejo, calvo, borracho, loco, triste, solo. Les diré que soy un hijo de la gran puta. Y me preguntarán qué ha pasado. Y les diré que noté la navaja en el cuello, una gota de sangre, las sienes sudadas, los párpados rojos, el palpitar de la nuca, el dolor en la tripa. Les diré que gritó, que le di la caja, que le miré despacio, que respiré hondo, que no dije nada, que el sol hacía horas que se había marchado y que la noche dio un paso atrás, que los aviones parecían estrellas azules y que no veía bien. Les diré que salió corriendo hacia la parca, que yo cogí la pistola de la guantera, que me dolían las piernas, que se me había acabado la ginebra y que hacía tres días que no dormía. Les diré que echaba de menos a Carol. Les diré que cayó muy rápido, que su cabeza estalló en la acera, que la sangre era negra, que las monedas bailaron sobre los adoquines, pero no sonaron, y que cerca estaba la tierra y las hojas. Les diré que no lo siento. Les daré el arma, escupiré en el suelo, les acercaré las muñecas, me colocarán las esposas y escupiré otra vez.


El tintineo de las luces de la policía se balancea sobre mis pupilas. A lo lejos suenan las ambulancias. Pido permiso para fumar mientras fantaseo con el tacto de las rejas. El taxi se queda solo, con las puertas abiertas. Empieza a llover.


Nota de los tres carretes sin hilo: Amadeo Martillo permanece en la cárcel de Zuera a la espera de juicio. El fiscal solicita 12 años de prisión para él.


Amadeo Martillo

VENDAVAL DE MICROS 2010



A continuación os dejamos el enlace a las bases de la gran fiesta de microrrelatos organizada por nuestro amigo Pablo Gonz.
Os recordamos la posibilidad de publicar en nuestro blog aquellos microrrelatos con los que participéis.

http://vendavaldemicros2010.blogspot.com/

Suburbios de la razón

miércoles, 16 de junio de 2010

Kaos Quántico - EL EXTRAORDINARIO VIAJE DE ADÁM KADMON



LIBRO 1

Capítulo I

El Origen

-Primado, mantengan el contacto mientras penetro en la esfera de Nada que hemos creado. Hasta el presente jamás habíamos realizado este experimento y sus consecuencias podrían ser impredecibles.

-Adam, no tenga cuidado, comprobaremos el experimento desde este lado. Si algo saliese mal, le traeríamos de nuevo con nosotros.

-No sé Primado… Tengo un extraño presentimiento.

-Eso es poco científico mi amado amigo

Tanto Adam, Adama, el pasajero dimensional, como el Primado, eran figuras luminosas de impoluta belleza. Sus cuerpos, no podría decirse que estuviesen vestidos pero tampoco les faltaba la elegancia de algo que podría ser considerado como tal, aunque pertenecía a sus propios cuerpos.
Adam Kadmón y el primado se fusionaron en un abrazo y sus cuerpos luminosos se convirtieron en uno solo. Todos los colores del espectro luminoso empezaron a fluir como si de un vals visual se tratase.

-Entiende Adama que contigo llevas miríadas de los nuestros- se dirigió el Maestro Compositor al pasajero actor.

-Sí Primado, comprendemos la tremenda responsabilidad. En cuanto atravesemos la singularidad quántica procederemos a establecer el escenario donde realizaremos la más grande de las representaciones conocidas, en los mundos del Hombre.

-Adama- quiso el primado dejar algo bien claro-, eres conocedor de que vuestra memoria queda en este plano con nosotros. ¿Lo sabes?

-Si, Primado, daremos rienda suelta al libreto que hemos aprendido de memoria. Será la única cosa a la que podremos aferrarnos en caso de que surgiese algún inconveniente. Somos conscientes todos nosotros. Mientras tanto, Primado, el resto de la humanidad disfrute del entretenimiento.

-Adam Kadmon, Amor nuestro, somos conscientes de que mandamos al escenario a los más grandes actores de nuestra estirpe. Si no fuese así, jamás habríamos intentado semejante experimento.

-Primado, todos ustedes disfruten, no se preocupen más. Creo que ha llegado la hora y debemos proceder al ritual de entregaros la memoria. Estaremos unidos, de algún modo a ustedes; pero nuestro regreso dependerá exclusivamente de nosotros, los cómicos.

Adam Kadmón y el Maestro Primado, ambos con todos sus espíritus dentro, se acercaron y unieron sus rostros por medio de algo que podría asemejarse a una boca. Un halo de aire luminoso de color celeste pasó de Adam Kadmon al Gran Compositor. La memoria original de la Humanidad acababa de ser dejada a buen recaudo, en caso de que se produjera lo que no debiera producirse.

En un instante, el receptáculo de energía mental que era Adam Kadmon atravesó el negro punto que habían creado y que daba a una burbuja adimensional y vacía.
Como una inmensa explosión penetró toda la energía dentro de la burbuja. Los cuerpos energéticos de los actores se desmembraron hasta en sus más pequeñas moléculas átomos y partículas; siendo impulsadas hacia todos los lados, desde el centro de la burbuja de vacío. Esa inercia mantuvo a la energía en un viaje hacia lo desconocido por eones de eones, creándose el tiempo y el espacio hasta el presente y sigue. La mente vagaba dispersa, sin poder tomar consciencia de ningún cuerpo pero por una fuerza inherente al Ser Humano Original, la fuerza de gravedad, sorteando la inercia de la fuerza cinética producida por la explosión, las partículas subatómicas se fueron uniendo anárquicamente por afinidad, por polaridad.

Primero fueron partículas subatómicas, después partículas atómicas que conformaron átomos primero y moléculas de hidrógeno y helio después. Poco a poco las moléculas se fueron combinando hasta dar lugar a toda la materia conocida y desconocida. El Hidrógenos fue convergiendo hacia un centro creándose una fuerza de gravedad progresiva hasta que la presión hizo que el hidrógeno se inflamara dando lugar a infinidad de estrellas. Las estrellas asimismo fueron convergiendo unas hacia otras para dar lugar a las galaxias.

Con el tiempo, algunas estrellas fueron explotando convirtiéndose en novas que lanzaban al espacio exterior múltiples partículas compuestas, entre ellas el agua y el carbono así como residuos sólidos tales como el oro y otros compuestos. Como en un remolino y tras múltiples colisiones de pequeñas partículas, llamadas planetesimales, se fueron constituyendo los planetas internos de los sistemas estelares. Los planetas gigantes exteriores se fueron formando en remolinos gracias a los gases despedidos por la estrella, en su proceso de formación así como por las partículas externas que eran atraídas hacia su inmensa mole debido a la fuerza de gravedad.

Un Ser, eterno e inmortal, repleto de Seres se había desintegrado primero para dar lugar después al magnífico escenario de una magistral Obra de Teatro que el Universo, con todas sus galaxias y planetas, es.
Mientras tanto, la mente, incorpórea se cernía, sin consciencia de existencia, pero dirigida por una fuerza directora original, sobre todo el Caos de Energía y Materia que se había conformado en un punto de singular vacío dentro del Mundo Original o Verdadero, de los Humanos.

-Que desastre dijo el Primado-Para él no sucedía el Tiempo, pero podía comprender el tremendo horror que suponía el trágico accidente acaecido- Adam Kadmon debe estar sufriendo como pocos y lo peor de todo es que no posee consciencia de lo sucedido y se mece sobre su creación como un Dios ciego e inútil. Creando y destruyendo al azar, a prueba y error hasta conseguir, si lo consigue, algún cuerpo que le pudiera servir para salir de la singularidad.

El Primado y el resto de la Humanidad Original, decidieron que no podían dejar a sus hermanos atrapados en una burbuja de vacío donde la rueda de las existencias y de la vida y de la Muerte imperaba. Ellos, los humanos, sabían que tarde o temprano la consciencia tomaría cuerpo en múltiples formas; pero a costa de un sufrimiento indecible y decidieron al unísono mandar a una Entidad preparada para esas labores. Podrían ser denominados como los bomberos del Hombre.
Del primado se desprendieron varias formas que retomaron una consistencia semejante a la humana y se dirigieron a su Padre, pues de él habían surgido.

-Padre Odín- habló una de ellas-, ¿Dónde deberé dirigirme?

-Tu Brunilda, te dirigirás a la Tierra, donde ha tomado forma la consciencia en forma de una pobre semejanza de nosotros, pero débil y frágil. Al Norte de la Tierra en las Tierras Heladas. Tu Hermano Thor te precederá con sus rayos y saldrás victoriosa de todas las Batallas.

La segunda Forma se dirigió al Padre
-Padre Brahma-dijo-, ¿Dónde deberé dirigirme?

-Tú Hija Kali, también te dirigirá a la Tierra, donde ha tomado forma la consciencia en forma de una pobre semejanza de nosotros; pero débil y frágil. Al Sur de la Tierra, donde moran la lluvia y las selvas perennes. Allí donde el calor es el sufrimiento del hombre. Allí deberás proteger a tus débiles humanos de las salvajes hordas de tu Hermana Brunilda. Tú serás la venganza que libere a tu pueblo de la invasión de los pueblos arios. Junto a ti hija mía, envío a tu hermano Shiva para que vaya creando la vida donde tú la hayas destruido.

Una tercera forma, bella como ninguna; pero cuyo rostro era de una frialdad marmórea, como sin amor, se dirigió a lo que quedaba del Maestro Primado

-Primado, yo no recibo órdenes de nadie, pero indicarme que es lo que quisierais que yo hiciese.

-Tú, Hija Bárbara, te alimentarás del resto de los Hombres. Tu belleza les subyugará de tal modo que serán devorados y reciclados por tus bellas fauces. Tú darás forma a la mantis. Tú darás forma a la araña y a la avispa. Sin ti no puede haber Vida; pero todo lo que de ti salga a ti deberá regresar. Tu, mi amada, eres la suma de las tres. Tú te dirigirás a los continentes donde moran las fieras feroces y los reptiles hambrientos. Tú no conocerás la compasión porque solo de ese modo los restos de Adam Kadmón tomarán consciencia de su estado tan deplorable. Solo con el padecimiento que tú les proporcionaras, consecuencia de ser atraídos por tu belleza, comprenderán que deben perder el apego por la Vida que los aprisiona, en la mazmorra que ellos mismos han construido. Tú serás la gobernante de los tremedales o pantanos.
Por último, la cuarta forma se dirigió al Maestro Compositor.

-Padre Amor, yo ¿Cuál será mi cometido?

-Tú querida Edith, Güera entre las rubias, serás mujer entre los hombres. Tú, unirás en un solo ser a tus hermanas por medio de la composición y darás forma a los mensajes que ellas llevan de forma bárbara al mundo. Cuando Adam Kadmon se despidió de nosotras y nosotros, por medio de un divino beso, nos dejó su memoria y poder divino. Tú llevarás, en tu interior, esa memoria. Tus hermanas procurarán encontrar a una de las chispas de Adam Kadmon y que casen contigo. Será tu Alma Gemela. La parte que se fue de aquí y que a ti te pertenece. Querida Hija, cuando os encontréis, ríndete al Amor y recibe del despojo de Adam Kadmon un beso suyo. El te traspasará su memoria adquirida en los mundos de la materia. Tú le trasladarás la consciencia de que resistirse a la muerte es inútil. Con la muerte llegará la Vida a todas las cosas; pero no es la muerte a la que ellos están acostumbrados.

Es solo una bajada de telón. Hija mía, diles a los hombres que el teatro el baile y el canto son la esencia primera de la humanidad. Debes hacerle saber que tienen que dejar de sufrir, que el tiempo y la rueda de la Vida es una ilusión que para ellos pasa; pero que nada se perderá. Deben ser plenamente conscientes que va siendo hora que se baje el telón.

Sus niños, que nacen y mueren prematuros no están muertos en realidad, solo cambian de papel y vuelven al escenario; pero ya ha pasado tiempo para ello y lo que han transformado en un infierno debe de acabar. Es hora de que sepan que su dioses son simples creaciones suyas. Ellos no han sido creados por dios ni dioses. Ellos, con su poder, han creado divinidades que les mantienen subyugados. Esa es, ni más ni menos, tu labor hija mía. Te ruego que vuelvas a salvo en compañía de tu Amor. Todos volveréis y brindaremos con los mejores jugos destilados de nuestros árboles frutales.

Tanto Brunilda como Kali y Bárbara se trasladaron a la singularidad para ser absorbidas por el Mundo de lo Real. Edith la de los cabellos de oro, paró un momento y se dirigió al Primado.

-Primado, ¿Como podré reconocer a la chispa consciente de Adam Kadmon?

-Eso no será problema querida niña. Tiempo ha llegado que una célula insignificante de Adam Kadmon haya tomado consciencia de la Verdad. Puede ser cualquier cosa, una piedra, un mamífero o un triste reptil, hasta un primate; pero cuando el se dirija a ti tu lo reconocerás.

Edith, la Hija de los Dioses del Mundo Original del Hombre dio un paso hacia la oscuridad para ser absorbida por el Mundo de los mortales.
*


martes, 15 de junio de 2010

Definiciones exquisitas



Ante la verdad somos ibicencos.

El uno y el todo (se) encuentran mercurio en Marte.

Ayer fue un día como Belén Esteban en bikini.

El alcohol de garrafón es un niño.

Las tías buenas son muy majas.

Las drogas alucinógenas son muy buenas.

Los amigos de toda la vida saben tocar.

La vida es imprevisible; la vida.

Gato es sabio.

La noche me confunde; la noche.

Los bebes me dan miedo; los bichos.

Los libros de Isabel Allende sirven para nada.

Estaba el Señor Don Gato sentadito en su silla.

All right now baby it´s great!.



¡Son tantos los que no se olvidan!

Los instintos son satánicos.

Amado bebe supone un esfuerzo brutal.

La vida es al amor como tu árida mirada.

Y volvió a encontrarse con especial divinidad.

Me olvido de tu alma endiablada.

Los bebes lloran porque la vida vale.

Que bonito es antes que nada.

Quiero vivir porque el no es débil.

El placer de vivir es muy raro.

El gozo de soñar es difícil de decidir.

La música es lo más grande que he visto.

Son tur perfúmenes mujer los que todo es humo.

Son potestativos tus labios impresos en un intento de asesinato.

El doctorado del saber comienza con un beso.

Los hijos vienen para todos y uno para mí.

Lo que quiero es igual que eso.

Generación tras generación somos tú.



Círculo de Lavapiés et al.

lunes, 14 de junio de 2010

Pseudo-Haikus Exquisitos



Suaves arenas
Inundan mi pasado
Tranquilamente.

Duele tu amor
Casi como tú rencor
Que huye solo.

Cinco sílabas:
Vivir soñando o no,
Es el dilema.




Siglos de lucha,
Lágrimas en la sombra
Y después solo.

Estamos muertos
Y no queremos vivir;
Tampoco soñar.

¿Para qué vivir
Si no tengo tus besos?
Me muero de dolor
Por tus manos.



Vacía ausencia,
Espacio absoluto
Cuantificable.

Todo se acaba
Y comienza de nuevo
El hastío mudo.

El perro llora
Como escuálido gato
Agonizando.

Círculo de Lavapiés et al.

domingo, 13 de junio de 2010

No volveré a ser joven - Jaime Gil de Biedma

Para Dani y Lucía


Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.

"Poemas póstumos" 1968

Cuentos Impíos - La Galaxia Corporativa


Año Dos mil y pico

Han transcurrido más de 20 años desde que la Gran Conflagración mundial dio el poder de la transmisión comercial a los Grandes Hierofas, poseedores del poder que mantiene desestructurado al Sistema Solar y al resto de la Galaxia. La estupidez humana ha hecho posible que un gran Agujero negro, económico, se desarrolle hasta abarcar a los confines de la galaxia; es quizá por esto por lo que a los dueños de todo se les ha venido a denominar como Grandes Agujeros Negros.
Poseedores del mayor imperio económico del Universo y de la más poderosa flota estelar, decidieron proteger sus bienes creando la Fundación para la protección de sus naves mercantes.

Cerricandaos, también llamado el Gran Pasador y el imponente Roncoplas conocido como el Gran Bronqueador, habían sido exiliados del planeta de los Obrinatos; poseedores de cierto conocimiento, en el tráfico estelar, fueron llamados por la presidencia de los Hierofas para dirigir la Gran Empresa Multifuncional que llevase a buen plan sus incógnitos propósitos, a saber: Acrecentar su poderoso agujero negro, tanto económico como político, hasta magnitudes Quasáricas; para ello, se arroparon con la leve sabiduría de ciertos componentes, también rescatados del exilio, como son Matalosporlobajo, denominado, en los bajos fondos como el Gran Siniestro y el bueno de Puntual el Auténtico.

Reuniéndose, estos, acordaron constituir la Gran Confederación Galáctica de los Protectores Estelares, cuya función era salvaguardar la flota de los Hierofas de cualquier contingencia nefasta que pudiera poner en peligro los fines de rapiña, que el Gran Agujero Negro pretendiera.
Cerricandaos y Roncoplas conformaron la más alta jerarquía de los Protectores Estelares, que hasta el presente se ha venido a denominar como Jerijetas. Para mantener su superior autoridad, nombraron a Matalosporlobajo y a Puntual como Negocilotas, parte de la jerarquía encargada de dirigir todos aquellos proyectos conducentes al fin propuesto.

Lógicamente, el Poder auténtico, siempre estuvo y al presente está en los Magníficos Hierofas que para realzar éste, su poder, aconsejaron la entrada como Negocilota a Nipasaná el Tesnico, encargado de toda la infraestructura o soporte práctico de Inteligencia Artificial.
Hecho esto, el Gran Jerijeta Cerricandaos introdujo en la jerarquía, mencionada, de los Negocilotas a Tranquivoces, también conocido como el coordinador de los cónsules estelares. Estos eran y son los encargados de representar a la Fundación en los diferentes planetas y engrosar las arcas de los Hierofas, consiguiendo que las flotas mercantiles y de piratería se unieran a la Gran Confederación de Protección Estelar.

Una vez conformada la célula de lo que vendría a ser el Centro del Universo y cuya sede se encuentra en el planeta más cercano del Sol, decidieron que debían aprovechar las migajas de los dinares estelares que los Hierofas no podían controlar y para ello se fundieron en una Organización, corporativa, de mutua ayuda donde los posteriores integrantes de la Fundación no pudieran penetrar...
Así actuaron durante breve tiempo, aprovechándose de un monopolio que no tenía competencia entre los planetas habitados y que entonces eran conocidos. Viendo que el trabajo a desarrollar, a corto plazo, cada vez sería mayor decidieron sacar de otras confederaciones estelares a grandicerebros, para que se encargaran de ciertos trabajos a desarrollar.

Algunos de estos fueron Sir Gey Perceval que fue delegado del Negocilota conocido como el Gran Siniestro y Escurrecuyons, conocido como el Aguantabroncas que con el tiempo pasaron a formar parte de lo que hoy, en pleno siglo XXI, conocemos como los Negocicurrines, auténticos pilares de la Fundación; con ello, la confraternidad de los Jerijetas y de los Negocilotas afianzaban, para sí un futuro de ocio y prosperidad. Nipasana el Tesnico fue piedra fundamental de la operación manteniendo una Inteligencia Artificial que sólo era conocida por los Negocilotas Matalosporlobajo y Puntual; todo ello, avalado y potenciado por los Jerijetas; que tras haber pasado grandes penalidades en el exilio, decidieron comportarse, con los que a posteriori se denominarían como desgracicurrines, igual que sus anteriores mandos se habían comportado con ellos.

En pocos años estelares, los protectores desempeñaron correctamente su función al servicio de la flota mercante de los Hierofas.
Para desarrollar este trabajo, correctamente, tuvieron la inestimable aportación de diferentes organismos exteriores a la fundación como son los ya mencionados que representaban a la fundación en los confines de la Galaxia, a Juristas que se encargaban de reconducir todos aquellos altercados que se hubieran podido producir. Alguna Astronave de la Confederación Galáctica, así como los Inspectores, cuyo trabajo desarrollaban en dar valor en dinares galácticos a todos aquellos atestados que múltiplemente, cada día, se producían. No podemos olvidarnos de los distribuidores de combustible así como de materias primas que eran los objetos de tráfico de los Hierofas.

Sir Gey Perceval y Escurrecuyons, pasaron con el tiempo, como ya hemos mencionado, a formar un escalafón en la jerarquía denominada como Negocicurrines y que no poseían los privilegios, ya cerrados, de las Jerarquías superiores, pero encargados de que los desgracicurrines, autenticos constructores del grueso de la Fundación rindieran para ganar su jornal, llenar sus propias arcas, y rellenar el agujero inmenso de los Hierofas.
Una vez instaurada esta Infra Jerarquía, y antes de esto, los Jerijetas y Negocilotas, exceptuando a Puntual también llamado el autentico, pasaron a formar parte de la gran flota de los Ociosos, cuyo tiempo inútil, no servía a nadie y ni tan siquiera a ellos mimos.

Tanto los Jerijetas como los Negocilotas, salvo excepciones, se aprovechaban de sus relaciones con los satélites y cobraban comisiones algunas veces insulsas y otras en especie; debemos constatar que los satélites ya mencionados eran o son todas aquellas organizaciones que trabajan para la Fundación pero sin pertenecer a ella.
Tras pasar ciertos años, habiéndose las altas Jerarquías desentendido de su puesto, habiendo delegado sus cargos en los Negocicurrines se produjo un altercado de grandes proporciones debido a algunos currilotas y que son los Desgracicurrines o trabajadores que pretendían llegar a puestos superiores, inconscientes de su misma imposibilidad.

Los Jerijetas y Negocilotas, llevados por una especie de neurosis persecutoria o paranoia decidieron castigar, por igual, a todos los desgracicurrines y currilotas, llevando a la masa productora de la fundación a unos niveles de descontento que no se han dado jamás en los tiempos históricos hasta el presente.
Los Hierofas hacían, con el transcurrir del tiempo, más negro y grande su agujero, ansioso de propiedades y dinares.
Dentro de sus posibilidades, los Jerijetas intentaban hacer lo mismo, dejando las migajas para los negocilotas y dando algo de cazo, de tarde en tarde, a los Negocicurrines.

Pasado un tiempo prudencial, los Desgracicurrines, hartos de ser explotados hicieron la guerra a los currilotas, destronándoles de sus ingenuas aspiraciones y unidos, ya, se enfrentaron a la fundación de malhechores.
Y esto os cuento, Sindico mío, para que veáis que la Constitución Inter Espacial, aún hoy en día no se cumple en la confederación de planetas unidos.
-Ingenuo Albany ¿Como pretendéis que el Sindicato Aero Espacial os apoye? ¿No sabéis que los Juristas de los Hierofas y de los Síndicos se dan la mano y se mantienen en Fraterna Corporatividad.
Iros a tomar por..., y vos también. Me cago en la..., El Hiper Espacio está corporativizado, ¿Quien lo descorporativizará? ¡El Señor que lo descorporativice, buen descorporativizador será!

Banj. . Banj. ..., Banj...
Joder, pero si se lo han cargado.
Mano izquierda sobre brazo derecho, alzamiento de puño derecho y vuelta a empezar.
El que tenga ojos para ver vea.
P.D. Algunos negocicurrines se chivaron a los Hierofas de las maniobras ladroniles de los Protectores Estelares y fueron expulsados de la Federación.
En la actualidad, la Fundación para la Protección de las Naves Estelares está dirigida por otro Equipo.
En realidad, queridos amigos, no son más que los mismos perros; pero con diferente collar.

ARALBA

sábado, 12 de junio de 2010

Haikus exquisitos (IV)


Hay un camino
Muy dentro de uno mismo
Para no sacar.

Como volamos
No nos importa nada,
Seguimos vivos.

No necesito
Olvidar tu ausencia
Para no volver.

Nuestros silencios
Se comportan como los
Perros rabiosos.

Sentado sin ti
Esperando que vuelvas
Y me digas:”Sí”.

Círculo de Lavapiés

jueves, 10 de junio de 2010

Pixies


Hay veces que el espíritu rebasa las fronteras auditivas y se confunde con sonidos provenientes de manos y voces sensibles a cualquier caricia creada por el dolor y el placer.

Hay veces que el espacio que separa una cuerda de bajo de uno-mismo queda reducido a números negativos, a inexistencias aparentes que nos hacen confundir las distancias, donde el aquí y ahora se sitúa entre un traste y un recuerdo de nuestra infancia más remota.

Hay veces que se viaja con la velocidad del sonido, creando gracias a su energía, materia integrante de nuestra alma necesaria para el deleite de cualquier placer sensorial y transperceptivo .

Debaser



Siempre que se escucha a los Pixies, el espíritu rebosa fronteras, las distancias se anulan y se crea un trozo de alma.

Siempre que se escucha a los Pixies, nos planteamos en qué cielo de qué isla dejamos nuestra mente.

Siempre que se escucha a los Pixies, se vuelve a creer en la música.

Hey



Carlos Postigo

lunes, 7 de junio de 2010

Kaos Quántico - Introducción

Hoy iniciamos la publicación por entregas de la novela “KAOS CUÁNTICO” de nuestro estimado colaborador ARALBA. Si queréis poneros en contacto con él personalmente, no dudéis escribirle al siguiente correo: aralbarc@hotmail.com.
Que disfrutéis.



Añoranza

Desde las intrincadas y agrestes colinas de las montañas, podían contemplarse los más insólitos paisajes de majestuosa e inhóspita belleza. El día era soleado y una ligera brisa acariciaba las verdes praderas del valle. Tan sólo el aletear de algún abejorro o el breve murmullo del viento, al frotar las suaves hojas de los castaños y los arbustos del monte bajo, introducían alguna distorsión en la belleza sinfónica del silencio natural.
En otras ocasiones, cuando escalaba las escarpadas cumbres, de repente era sorprendido por alguna tormenta veraniega. El espectáculo era sobrecogedor, pues el cielo se oscurecía como si hubiera fenecido el Astro Rey. La insólita furia de un fuerte ventarrón arrastraba todo a su paso y, por precaución, no quedaba más remedio que resguardar nuestra persona bajo las cornisas, entre las grietas de la salvaje montaña.
En dichas situaciones, el silencio callaba y la incontinente furia tomaba su merecido relevo; pero todas esas cosas las amaba, pues formaban parte de la madre naturaleza y además, demostraban ser indicio de que la vida bullía por todas partes.
Pero Hoy, la tranquilidad es lo que impera a mi derredor; y quieras que no, algo de añoranza me embarga. La melancolía nos corroe el Alma y el miedo al gris aburrimiento es lo que nos motiva, de nuevo, a salir de paseo por las laderas de nuestra bella y cercana montaña.
Todo, todas las maravillas que me rodeaban eran el sobrenatural aliciente que me impulsa, todas las mañanas, a incorporarnos del lecho con una sonrisa en los labios y cantando interiormente, a modo de alabanza, procurando sintonizar con la partitura de la música de las esferas.
Eso es lo que escribo, en el presente; pero en realidad, todo ello no es más que puro romanticismo caduco y fuera de su tiempo. Soy un romántico hasta la médula. Que le vamos a hacer. De hecho, en cierto modo, interior o externamente todos somos un poquito así. La ilusión mueve nuestras vidas; pero amigos míos, cuando nos invade la tristeza y nos acosa la enfermedad, la soledad, o la muerte se asoma a nuestras vidas, ¡Ah!..., entonces no nos acordamos de los bellos momentos vividos, pues el dolor y el sufrimiento nos lo impide.
Quizá, todo lo anteriormente dicho, me haya conducido a las puertas de una humilde meditación:
Los momentos bellos y de aparente felicidad son fugaces aunque, sin embargo, nos quedan grabados en el corazón como si de una venenosa flecha se tratara. Si intentásemos arrancárnosla, con la intención de no sufrir, el dolor más indescriptible nos desgarraría hasta convertirse en un tormento de insoportable eternidad.
Estoy convencido, en el fondo, que todo ello no es más que el efecto producido por una causa tan antigua como el propio Tiempo. Alguien, que no somos nosotros; pero que sin embargo vive enquistado en nuestro interior, cuando aún tenía consciencia, grabó en nuestros genes la belleza de un mundo perdido e ignorado en el presente.
Esa Verdad es recordada, de forma subliminal en lo más profundo y recóndito de nuestro interior, cuando algo semejante toma forma ante nuestros sentidos naturales.
Puedo llegar a sentirme como prisionero de una escafandra. Esta me impide percibir la brisa y no puedo disfrutar la fragancia floral. Tampoco oigo el celoso canturreo de los pajarillos; pero puedo vislumbrar, gracias a la transparencia del cristal, el movimiento de las ramas de los árboles, contemplar el bello color de las flores que se atraviesan en mi caminar de primavera, y muchas cosa más...
No sé si soy capaz de explicarme. Algo, más fuerte que yo, me impulsa a intentar salir de la dolorosa coraza que me aprisiona y que envuelve al Ser en una noche tenebrosa de eternidad indefinida. Necesito sentir las cosas en toda su plenitud y pureza. Necesito conocer la Verdad. Conocer la Belleza. Lo intento una y otra, y otra..., y otra vez; pero no lo consigo.
Pasa el tiempo y mi voluntad no ceja. Entonces la terrible obsesión por el disfrute de lo desconocido se me hace insoportable. Debo salir de aquí, como sea, y buscar ayuda entre mis semejantes. En dicho pensamiento encuentro el germen de una horrible verdad. Todos se encuentran en la misma situación; pero además, algunos se lo toman con tal parsimonia que no tienen ningún interés en sentir lo que yo intuyo que se podría sentir.
Durante toda nuestra vida, hemos buscado los medios necesarios para poder romper la prisión que agobia nuestra natural inquietud. ¿Por qué busqué tras la opaca transparencia de la máscara? ¿Por qué no se me ocurrió buscar en nuestro interior? ¿Por qué no traté de leer lo que mi código genético procuraba hacerme ver?
Ahora puedo entenderlo. Introduzco mis enguantadas manos en un amplio bolsillo del férreo traje y allí encuentro una simple y humilde llave. Tan simple como retirar el casco y el cielo y la tierra vienen a mi encuentro con su simplicidad, frescura y belleza.
Lo primero que se me ocurre es que debo mostrárselo a los demás y así lo intento. Iluso de mí. Mis más oscuros pensamientos son realidad. Nadie me cree. Ningún ser humano quiere quitarse la escafandra porque piensan que si lo hacen morirán. De mí tan sólo piensan que soy un loco. Después de lo acontecido me entra una gran congoja que inunda con abundantes lágrimas mi triste mirada. Se me nubla la vista y me encuentro, de nuevo, viendo el mundo tras la opaca distorsión glandular.
Ahora tengo que encontrar aquello que un día hallé y que por un falso amor perdí. Pero esta vez no seré tan ingenuo y procuraré no compartirlo con el Mundo hasta que no nos encontremos, tanto él como yo preparados.
Ojalá, amigos lectores, todo fuera tan sencillo... ¿verdad?; pues todo esto no es más que una metafórica alegoría de lo que muy bien podría ser el sentimiento de la Verdad. La Verdad que esconden nuestros genes desde antes de la formación de la primera célula terrenal. También podría ser que no encontremos palabras para expresar la belleza que nuestro corazón, espiritual, debió sentir en algún momento de su eterna existencia; cuando por un casual, entrara en contacto con algo sublime y amorosamente celestial.
Quizá os esté y me esté mintiendo.
- Es posible que así sea amigo —algunos me dicen—, pero si fuese verdad lo que nos has contado..., entonces merecería la pena arriesgar nuestras vidas, tan sólo, para comprobar que la felicidad derivada del auténtico Amor puede existir. Ese Amor podría ser la Verdad escondida que nos dirige como individuo, como especie y como parte solidaria de todo el Universo hacia un destino que todavía nos es velado. Quizá no debamos intentar arrancar la flecha que antaño nos fuera clavada, sino hundirla más profundamente en nuestro corazón.

El Autor

La presente obra está protegida mediante correspondientes derechos de propiedad.

viernes, 4 de junio de 2010

Oración Fúnebre de Pericles


34. En el mismo invierno los atenienses, siguiendo la costumbre tradicional, organizaron públicamente las ceremonias fúnebres de los primeros que habían muerto en esta guerra, de la siguiente manera: montan una tienda y exponen los huesos de los difuntos tres días antes del entierro, y cada uno lleva a su deudo la ofrenda que desea. Y cuando tiene lugar la conducción de cadáveres, unos carros transportan los féretros de ciprés, cada uno de una tribu y en su interior se hallan los huesos de los pertenecientes a cada una de las tribus. Se transporta también un féretro vacío preparado en honor de los desaparecidos que no fueron hallados al recuperar los cadáveres. Acompaña al cortejo el ciudadano o extranjero que quiere, y las mujeres de la familia quedan llorando sobre la tumba. Los depositan, pues, en el cementerio público que está en el más hermoso barrio de la ciudad, que es donde siempre dan sepultura a los que han muerto por la ciudad, excepción hecha de los que murieron en Maratón, pues a éstos, al considerar la brillantez de su valor, los enterraron allí mismo.
Y después que los cubren de tierra, un hombre elegido por la ciudad, el que por su inteligencia no parezca ser un necio y destaque en la estimación pública, pronuncia en honor de éstos el pertinente elogio, tras lo cual se marchan todos. Este es el modo como los entierran. Durante el transcurso de toda la guerra seguían esta costumbre cada vez que la ocasión se les presentaba. Así pues, para hablar en honor de estos primeros muertos fue elegido Pericles, hijo de Jantipo. Llegado el momento, se adelantó desde el sepulcro hacia una alta tribuna que se había erigido a fin de que pudiera hacerse oír ante tan gran muchedumbre, y habló así:
35. “La mayoría de los que aquí han hablado anteriormente elogian al que añadió a la costumbre el que se pronunciara públicamente este discurso, como algo hermoso en honor de los enterrados a consecuencia de las guerras. Aunque lo que a mí me parecería suficiente es que, ya que llegaron a ser de hecho hombres valientes, también de hecho se patentizara su fama como ahora mismo ven en torno a este túmulo que públicamente se les ha preparado; y no que las virtudes de muchos corran el peligro de ser creídas según que un solo hombre hable bien o menos bien. Pues es difícil hablar con exactitud en momentos en los que difícilmente está segura incluso la apreciación de la verdad. Pues el oyente que ha conocido los hechos y es benévolo, pensará quizá que la exposición se queda corta respecto a lo que él quiere y sabe; en cambio quien no los conoce pensará, por envidia, que se está exagerando, si oye algo que está por encima de su propia naturaleza. Pues los elogios pronunciados sobre los demás se toleran sólo hasta el punto en que cada cual también cree ser capaz de realizar algo de las cosas que oyó; y a lo que por encima de ellos sobrepasa, sintiendo ya envidia, no le dan crédito. Mas, puesto que a los antiguos les pareció que ello estaba bien, es preciso que también yo, siguiendo la ley, intente satisfacer lo más posible el deseo y la expectación de cada uno de vosotros.
36. Comenzaré por los antepasados, lo primero; pues es justo y al mismo tiempo conveniente que en estos momentos se les conceda a ellos esta honra de su recuerdo. Pues habitaron siempre este país en la sucesión de las generaciones hasta hoy, y libre nos lo entregaron gracias a su valor. Dignos son de elogio aquéllos, y mucho más lo son nuestros propios padres, pues adquiriendo no sin esfuerzo, además de lo que recibieron, cuanto imperio tenemos, nos lo dejaron a nosotros, los de hoy en día. Y nosotros, los mismos que aún vivimos y estamos en plena edad madura, en su mayor parte lo hemos engrandecido, y hemos convertido nuestra ciudad en la más autárquica, tanto en lo referente a la guerra como a la paz. De estas cosas pasaré por alto los hechos de guerra con los que se adquirió cada cosa, o si nosotros mismos o nuestros padres rechazamos al enemigo, bárbaro o griego, que valerosamente atacaba, por no querer extenderme ante quienes ya lo conocen. En cambio, tras haber expuesto primero desde qué modo de ser llegamos a ellos, y con qué régimen político y a partir de qué caracteres personales se hizo grande, pasaré también, luego al elogio de los muertos, considerando que en el momento presente no sería inoportuno que esto se dijera, y es conveniente que lo oiga toda esta asamblea de ciudadanos y extranjeros.
37. Tenemos un régimen político que no se propone como modelo las leyes de los vecinos, sino que más bien es él modelo para otros. Y su nombre, como las cosas dependen no de una minoría, sino de la mayoría, es Democracia. A todo el mundo asiste, de acuerdo con nuestras leyes, la igualdad de derechos en los conflictos privados, mientras que para los honores, si se hace distinción en algún campo, no es la pertenencia a una categoría, sino el mérito lo que hace acceder a ellos; a la inversa, la pobreza no tiene como efecto que un hombre, siendo capaz de rendir servicio al Estado, se vea impedido de hacerlo por la oscuridad de su condición. Gobernamos liberalmente lo relativo a la comunidad, y respecto a la suspicacia recíproca referente a las cuestiones de cada día, ni sentimos envidia del vecino si hace algo por placer, ni añadimos nuevas molestias, que aun no siendo penosas son lamentables de ver. Y al tratar los asuntos privados sin molestarnos, tampoco transgredimos los asuntos públicos, más que nada por miedo, y por obediencia a los que en cada ocasión desempeñan cargos públicos y a las leyes, y de entre ellas sobre todo a las que están dadas en pro de los injustamente tratados, y a cuantas por ser leyes no escritas comportan una vergüenza reconocida. 38. Y también nos hemos procurado frecuentes descansos para nuestro espíritu, sirviéndonos de certámenes y sacrificios celebrados a lo largo del año, y de decorosas casas particulares cuyo disfrute diario aleja las penas. Y a causa de su grandeza entran en nuestra ciudad toda clase de productos desde toda la tierra, y nos acontece que disfrutamos los bienes que aquí se producen para deleite propio, no menos que los bienes de los demás hombres.
39. Y también sobresalimos en los preparativos de las cosas de la guerra por lo siguiente: mantenemos nuestra ciudad abierta y nunca se da el que impidamos a nadie (expulsando a los extranjeros) que pregunte o contemple algo —al menos que se trate de algo que de no estar oculto pudiera un enemigo sacar provecho al verlo—, porque confiamos no más en los preparativos y estratagemas que en nuestro propio buen ánimo a la hora de actuar. Y respecto a la educación, éstos, cuando todavía son niños, practican con un esforzado entrenamiento el valor propio de adultos, mientras que nosotros vivimos plácidamente y no por ello nos enfrentamos menos a parejos peligros. Aquí está la prueba: los lacedemonios nunca vienen a nuestro territorio por sí solos, sino en compañía de todos sus aliados; en cambio nosotros, cuando atacamos el territorio de los vecinos, vencemos con facilidad en tierra extranjera la mayoría de las veces, y eso que son gentes que se defienden por sus propiedades. Y contra todas nuestras fuerzas reunidas ningún enemigo se enfrentó todavía, a causa tanto de la preparación de nuestra flota como de que enviamos a algunos de nosotros mismos a puntos diversos por tierra. Y si ellos se enfrentan en algún sitio con una parte de los nuestros, si vencen se jactan de haber rechazado unos pocos a todos los nuestros, y si son vencidos, haberlo sido por la totalidad. Así pues, si con una cierta indolencia más que con el continuo entrenarse en penalidades, y no con leyes más que con costumbres de valor queremos correr los riesgos, ocurre que no sufrimos de antemano con los dolores venideros, y aparecemos llegando a lo mismo y con no menos arrojo que quienes siempre están ejercitándose. Por todo ello la ciudad es digna de admiración y aun por otros motivos.
40. Pues amamos la belleza con economía y amamos la sabiduría sin blandicie, y usamos la riqueza más como ocasión de obrar que como jactancia de palabra. Y el reconocer que se es pobre no es vergüenza para nadie, sino que el no huirlo de hecho, eso sí que es más vergonzoso. Arraigada está en ellos la preocupación de los asuntos privados y también de los públicos; y estas gentes, dedicadas a otras actividades, entienden no menos de los asuntos públicos. Somos los únicos, en efecto, que consideramos al que no participa de estas cosas, no ya un tranquilo, sino un inútil, y nosotros mismos, o bien emitimos nuestro propio juicio, o bien deliberamos rectamente sobre los asuntos públicos, sin considerar las palabras un perjuicio para la acción, sino el no aprender de antemano mediante la palabra antes de pasar de hecho a ejecutar lo que es preciso. Pues también poseemos ventajosamente esto: el ser atrevidos y deliberar especialmente sobre lo que vamos a emprender; en cambio en los otros la ignorancia les da temeridad y la reflexión les implica demora. Podrían ser considerados justamente los de mejor ánimo aquellos que conocen exactamente lo agradable y lo terrible y no por ello se apartan de los peligros. Y en lo que concierne a la virtud nos distinguimos de la mayoría, pues nos procuramos a los amigos, no recibiendo favores sino haciéndolos. Y es que el que otorga el favor es un amigo más seguro para mantener la amistad que le debe aquel a quien se lo hizo, pues el que lo debe es en cambio más débil, ya que sabe que devolverá el favor no gratuitamente sino como si fuera una deuda. Y somos los únicos que sin angustiarnos procuramos a alguien beneficios no tanto por el cálculo del momento oportuno como por la confianza en nuestra libertad.
41. Resumiendo, afirmo que la ciudad toda es escuela de Grecia, y me parece que cada ciudadano de entre nosotros podría procurarse en los más variados aspectos una vida completísima con la mayor flexibilidad y encanto. Y que estas cosas no son jactancia retórica del momento actual sino la verdad de los hechos, lo demuestra el poderío de la ciudad, el cual hemos conseguido a partir de este carácter. Efectivamente, es la única ciudad de las actuales que acude a una prueba mayor que su fama, y la única que no provoca en el enemigo que la ataca indignación por lo que sufre, ni reproches en los súbditos, en la idea de que no son gobernados por gentes dignas. Y al habernos procurado un poderío con pruebas más que evidentes y no sin testigos, daremos ocasión de ser admirados a los hombres de ahora y a los venideros, sin necesitar para nada el elogio de Homero ni de ningún otro que nos deleitará de momento con palabras halagadoras, aunque la verdad irá a desmentir su concepción de los hechos; sino que tras haber obligado a todas las tierras y mares a ser accesibles a nuestro arrojo, por todas partes hemos contribuido a fundar recuerdos imperecederos para bien o para mal. Así pues, éstos, considerando justo no ser privados de una tal ciudad, lucharon y murieron noblemente, y es natural que cualquiera de los supervivientes quiera esforzarse en su defensa.
42. Esta es la razón por la que me he extendido en lo referente a la ciudad enseñándoles que no disputamos por lo mismo nosotros y quienes no poseen nada de todo esto, y dejando en claro al mismo tiempo con pruebas ejemplares el público elogio sobre quienes ahora hablo. Y de él ya está dicha la parte más importante. Pues las virtudes que en la ciudad he elogiado no son otras que aquellas con que las han adornado estos hombres y otros semejantes, y no son muchos los griegos cuya fama, como la de éstos, sea pareja a lo que hicieron. Y me parece que pone de manifiesto la valía de un hombre, el desenlace que éstos ahora han tenido, al principio sólo mediante indicios, pero luego confirmándola al final. Pues es justo que a quienes son inferiores en otros aspectos se les valore en primer lugar su valentía en defensa de la patria, ya que borrando con lo bueno lo malo reportaron mayor beneficio a la comunidad que lo que la perjudicaron como simples particulares. Y de ellos ninguno flojeó por anteponer el disfrute continuado de la riqueza, ni demoró el peligro por la esperanza de que escapando algún día de su pobreza podría enriquecerse. Por el contrario, consideraron más deseable que todo esto el castigo de los enemigos, y estimando además que éste era el más bello de los riesgos decidieron con él vengar a los enemigos, optando por los peligros, confiando a la esperanza lo incierto de su éxito, estimando digno tener confianza en sí mismos de hecho ante lo que ya tenían ante su vista. Y en ese momento consideraron en más el defenderse y sufrir, que ceder y salvarse; evitaron una fama vergonzosa, y aguantaron el peligro de la acción al precio de sus vidas, y en breve instante de su Fortuna, en el esplendor mismo de su fama más que de su miedo, fenecieron.
43. Y así éstos, tales resultaron, de modo en verdad digno a su ciudad. Y preciso es que el resto pidan tener una decisión más firme y no se den por satisfechos de tenerla más cobarde ante los enemigos, viendo su utilidad no sólo de palabra, cosa que cualquiera podría tratar in extenso ante ustedes, que la conocéis igual de bien, mencionando cuántos beneficios hay en vengarse de los enemigos; antes por el contrario, contemplando de hecho cada día el poderío de la ciudad y enamorándose de él, y cuando les parezca que es inmenso, piensen que todo ello lo adquirieron unos hombres osados y que conocían su deber, y que actuaron con pundonor en el momento de la acción; y que si fracasaban al intentar algo no se creían con derecho a privar a la ciudad de su innata audacia, por lo que le brindaron su más bello tributo: dieron, en efecto, su vida por la comunidad, cosechando en particular una alabanza imperecedera y la más célebre tumba: no sólo el lugar en que yacen, sino aquella otra en la que por siempre les sobrevive su gloria en cualquier ocasión que se presente, de dicho o de hecho. Porque de los hombres ilustres tumba es la tierra toda, y no sólo la señala una inscripción sepulcral en su ciudad, sino que incluso en los países extraños pervive el recuerdo que, aun no escrito, está grabado en el alma de cada uno más que en algo material. Imiten ahora a ellos, y considerando que su libertad es su felicidad y su valor su libertad, no se angustien en exceso sobre los peligros de la guerra. Pues no sería justo que escatimaran menos sus vidas los desafortunados (ya que no tienen esperanzas de ventura), sino aquellos otros para quienes hay el peligro de sufrir en su vida un cambio a peor, en cuyo caso sobre todo serían mayores las diferencias si en algo fracasaran. Pues, al menos para un hombre que tenga dignidad, es más doloroso sufrir un daño por propia cobardía que, estando en pleno vigor y lleno de esperanza común, la muerte que llega sin sentirse.
44. Por esto precisamente no compadezco a ustedes, los padres de estos de ahora que aquí están presentes, sino que más bien voy a consolarles. Pues ellos saben que han sido educados en las más diversas experiencias. Y la felicidad es haber alcanzado, como éstos, la muerte más honrosa, o el más honroso dolor como ustedes y como aquellos a quienes la vida les calculó por igual el ser feliz y el morir. Y que es difícil convencerles de ello lo sé, pues tendrán múltiples ocasiones de acordarse de ellos en momentos de alegría para otros, como los que antaño también eran su orgullo. Pues la pena no nace de verse privado uno de aquellas cosas buenas que uno no ha probado, sino cuando se ve despojado de algo a lo que estaba acostumbrado. Preciso es tener confianza en la esperanza de nuevos hijos, los que aún están en edad, pues los nuevos que nazcan ayudarán en el plano familiar a acordarse menos de los que ya no viven, y será útil para la ciudad por dos motivos: por no quedar despoblada y por una cuestión de seguridad. Pues no es posible que tomen decisiones equitativas y justas quienes no exponen a sus hijos a que corran peligro como los demás. Y a su vez, cuantos han pasado ya la madurez, consideren su mayor ganancia la época de su vida en que fueron felices, y que ésta presente será breve, y alíviense con la gloria de ellos. Porque las ansias de honores es lo único que no envejece, y en la etapa de la vida menos útil no es el acumular riquezas, como dicen algunos, lo que más agrada, sino el recibir honores.
45. Por otra parte, para los hijos o hermanos de éstos que aquí están presentes veo una dura prueba (pues a quien ha muerto todo el mundo suele elogiar) y a duras penas podrían ser considerados, en un exceso de virtud por su parte, no digo iguales sino ligeramente inferiores. Pues para los vivos queda la envidia ante sus adversarios, en cambio lo que no está ante nosotros es honrado con una benevolencia que no tiene rivalidad. Y si debo tener un recuerdo de la virtud de las mujeres que ahora quedarán viudas, lo expresaré todo con una breve indicación. Para ustedes será una gran fama el no ser inferiores a vuestra natural condición, y que entre los hombres se hable lo menos posible de ustedes, sea en tono de elogio o de crítica.
46. He pronunciado también yo en este discurso, según la costumbre, cuanto era conveniente, y los ahora enterrados han recibido ya de hecho en parte sus honras; a su vez la ciudad va a criar a expensas públicas a sus hijos hasta la juventud, ofreciendo una útil corona a éstos y a los supervivientes de estos combates. Pues es entre quienes disponen de premios mayores a la virtud donde se dan ciudadanos más nobles. Y ahora, después de haber concluido los lamentos fúnebres, cada cual en honor de los suyos, márchense”.

jueves, 3 de junio de 2010

Seiteki-Haikus


Reflejas en mis
Ojos ciegos de sudor
Tu propio temblor.



Besas mis labios
Sin dejar de besarte
A ti los tuyos.



Bebes mi placer
Dejando para el final
Mi hasta voraz.



Ya te enrojeces,
Mas turbado yo quedo
Contemplándote.



Tragos de pasión
Endulzan nuevos actos,
Negra lascivia.



Ardes por poder
Acercarte más a mí,
Abierta sin más.


Carlos Postigo

miércoles, 2 de junio de 2010

Cuentos Impíos - 2050 Una Odisea Matrimonial


Con el único fin de confirmar unos protocolos legales, Zog y Betz, una pareja con contrato matrimonial prorrogable, se dirigen hacia la capital del Imperio Dazián, en el corazón del sistema estelar.

Tras haber utilizado el portal teleyector, llegan a media tarde, hora local. Hasta el día siguiente no tienen concertada su cita burocrática y buscan un espaciohotel donde poder reposar. Allí les proporcionan un habitáculo con tumbonas, antigravedad, individuales, dos porta objetos personales así como una mesa retráctil sobre la que se encuentran dos pads, de propaganda, desechables así como varias unidades de memoria con el logo del hotel (Todo ello contenido en el interior de un replicador de objetos inertes), un taburete de aluminio y un replicador de bebidas y alimentos encastrado en la pared y sobre el que hay una pequeña pantalla de holovisión.
Después de cenar, se dirigen a un local de ocio virtual, donde recrean, para su disfrute, un paisaje rural con cascada y río incluido. Cuando regresan al espaciohotel, cada uno se tumba en su respectiva unidad de sueño tomando en sus manos un personalbook.

Algunos instantes después, notan que los ocupantes del habitáculo adyacente están realizando el coito. Pueden imaginarse el sordo ruido de los cuerpos al frotarse entre sí, los dulces quejidos de la hembra así como los rudos sonidos producidos por el varón. Zog y Betz sonríen y se miran con complicidad como si recordaran tiempos pasados. Intentan realizar algún comentario chistoso; pero se reprimen y callan; se desean buenas noches y ordenan al ordenador que apague la luz.

Zog, ardiente por lo que acontece a su lado, y cuyos eróticos sonidos no dejan de martirizarle, piensa en comentarle algo a Betz. Quizá su pareja se encuentre tan receptiva como lo está él. Siente como salta de su lecho para dirigirse al de su pareja, como bromean acerca de la ardorosa actitud de sus anónimos vecinos; como él la acaricia el cabello y masajea su suave y tersa piel. Como enseguida dirige unas temblorosas manos hacia los turgentes pechos de ella. Todo sucede en su mente y está casi seguro que su pareja recibirá su actitud con agrado. Ese pensamiento positivo, de repente, se transforma de forma radical, y se acongoja al estar seguro de que la respuesta de su compañera será negativa. Hace solo unos pocos años ella habría tomado la iniciativa. Él podría haberle leído, sin dificultad, sus sentimientos; pero en este instante, después de diez años de rutinaria convivencia, la pasión del primer amor estaba extinguida. Zog, al abrigo de la cómplice oscuridad, masajea su pene, procurando no ser descubierto.

Breves instantes después de haber eyaculado, Betz le cuestiona si ya se encuentra dormido. Zog le replica que no. En el habitáculo adyacente gobierna el dulce silencio de un sexo satisfecho así como la alegre música de una tenue conversación salpicada de reprimidas risotadas. Betz decide tomar la iniciativa y se dirige a la cama de Zog. Lo observa, con cariño, se sienta a su lado y comienza a acariciarle la espalda, desde las cervicales hasta la vértebra sacra. Las expertas manos de la mujer toman, con fuerza, los glúteos de él.

Zog, sintiéndose vencido por el cansancio, se avergüenza de haberse masturbado; pero no tiene la suficiente hombría como para confesarlo a su pareja. Venciendo la natural resistencia del sueño, le dice a ella, que se encuentra cansado.
Betz, al sentirse rechazada, deja de mimarlo. El silencio inunda la sala. Un silencio sepulcral y eterno se hace tan espeso como la esencia del granito. Zog percibe como su esposa regresa a su unidad de descanso.

Puede sentir, una y otra vez, como ella se revuelve en el interior de su unidad de sueño. Cada movimiento, de su pareja, viene a ser como un afilado estilete que se le clavara hasta lo más profundo de su alma. El remordimiento toma forma consistente en su boca del estómago impidiéndole conciliar el sueño.
Pero por lo que más culpa siente es por no haber sido sincero con ella. Siente como, con el paso de los años, se han convertido en dos auténticos extraños. Ya no recuerda si algún día se habían conocido de verdad. La semilla de la desconfianza germinó, en sus corazones, hace tiempo y la llama de la comunicación se fue extinguiendo en el mismo proceso.

En un auténtico impulso de sinceridad, Zog se dirige a su esposa y le confiesa el real motivo de su cansancio. Con ello intenta, aunque no sabe como, reavivar ese algo perdido; pero también le indica, con poco tino, que resultó consecuencia de haber pensado que ella tampoco tendría ganas de realizar el amor. La contestación de Betz resultó tan convincente como el propio silencio.
Algo más tarde, ese mismo silencio es roto por un sordo sonido de tejido y jugos al ser frotados. Éste proviene del lecho de Betz. Zog comprende, con premura, que su compañera ha decidido imitar su propia actitud anterior.

La amargura inunda su corazón. Su virilidad ha sido herida y sus sollozos acompañan, en paradójica armonía, el sonido producido por Betz en el transcurso de su fémina masturbación. Al consumarse el orgasmo, Zog ahoga su llanto en el blanco almohadón de polímeros de su unidad de descanso; mientras que Betz reprime su rabia mordiéndose el dorso de la mano.

Al día siguiente, la pareja decidió no confirmar su contrato matrimonial, haciendo uso de la natural cláusula de divorcio.

ARALBA

Cuadro de cabecera: M.C.Escher