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viernes, 30 de marzo de 2012

Mientras por competir - Luis de Gongora



  Mientras por competir con tu cabello,
oro bruñido al sol relumbra en vano,
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente el lilio bello,

  mientras a cada labio, por cogello.                   
siguen más ojos que al clavel temprano;
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello:

  goza cuello, cabello, labio y frente,
antes que lo que fue en tu edad dorada                  
oro, lilio, clavel, cristal luciente,

  no sólo en plata o vïola troncada
se vuelva, mas tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Kaos Quántico - CONSPIRACION - 19 - El Doctor Arpegio y los Iluminati (a)



El Hombre es una Máquina Biológica prolífica y destructiva. El Ingeniero que así construyó al Ser Humano debía de tener algún mortífero objetivo para con su entorno.


Anónimo Iluminati, encubierto como Asertación Ecologista

*

La sala se encontraba completamente iluminada. Una hermosa lámpara araña de cristal de Viena pendía de la alta techumbre. Sus numerosas luminarias eléctricas semejaban pequeños misiles incandescentes prestos para ser lanzados contra los incautos visitantes. Las paredes del lugar estaban bellamente adornadas con antiguos frescos gentilmente restaurados.
Tres hombres y una mujer, trajeados de negro, parecían impacientes esperando la llegada de unos conocidos personajes.
Un anciano mayordomo, de apariencia estirada, anunció la llegada de los invitados.
—Excelencia, el Doctor Don Armando Arpegio y la Señorita Teresa Rubio se encuentran a las puertas de la mansión.
—Muchas gracias, Pedro, diles que pasen, presto —Contestó el más anciano de los varones.
Los pasos de la esperada visita retumbaban, debido a la acústica de la estancia y al pavimento de madera.
—Bienvenidos sean —dijo el anciano a la pareja—, a esta mi humilde morada que también es la vuestra.
“Vaya casa” —Pensó Teresa Rubio. Por otro lado, el Doctor Arpegio no pareció poner atención alguna en el lujo que les rodeaba, como si de algún modo estuviese acostumbrado a ello o simplemente no le diera importancia alguna.
—Madame —dijo el anciano anfitrión dirigiéndose a Teresa Rubio—, es un honor para nosotros tenerla aquí. Con toda probabilidad, su fulgurante belleza, nos servirá a todos los presentes a modo de inspiración y musa.
Si Teresa hubiese sido otra persona se habría sonrojado; pero su rostro permaneció impenetrable al igual que una reproducción de la Gioconda, que pendía de una de las paredes de la biblioteca.
El anciano tomó el dorso de la mano de su visita femenina e hizo el gesto de besarlo; pero sin llegar a tocar, con sus labios, la piel de ella.
—Disculpen mi descortesía —volvió a hablar el anfitrión—, les presento a las personas que me acompañan. Amanda Ortiz, Giacomo Cagliostro y Argimiro Casanova.  Quien les habla es Juan Carlos Herrera, Presidente de Bianchi electronics.
—Por otro lado —se dirigió hacia sus acompañantes, mientras señalaba con su mano derecha a los invitados—, estos son Don Armando Arpegio, neurocirujano de renombre internacional así como amigo íntimo de nuestro amado Hermano, Roberto Beltrán y profesor de mi hijo en la universidad. La Señorita Teresa Rubio, afamada sexicóloga reconocida por cualquier caballero cabal.
Giacomo Cagliostro se levantó, presentándose como supremo gran comendador de la Orden de los Iluminados de Baviera. Saludó con un fuerte apretón de manos a Armando Arpegio y con un protocolario beso en la mejilla a Teresa Rubio.
Argimiro Casanova, Cónsul honorario de la Orden, en Iberia, hizo lo propio. Amanda Ortiz, Secretaria personal del monarca de la Orden de Malta, besó tanto al viejo profesor como a su colega en género.
Una vez fueron realizadas las presentaciones, todos se dirigieron a la biblioteca y tomaron asiento en sus sofás de cuero blanco. Los libros, de múltiples formatos y colores, adornaban la estancia en el interior de inmensas librerías, a cuyos más altos estantes tan solo era posible llegar gracias a unas gráciles escaleras, situadas estratégicamente, por medio de unos raíles tubulares.
Como mandan los cánones de la cortesía tomó la palabra Don Juan Carlos Herrera.
—Como creo que ya todos saben, ha sido mi propio hijo, quien nos ha puesto en contacto, aunque él no sabía que su padre perteneciera a la ilustrísima Orden de los Iluminatis, ¿También se nos conoce como tal?  —dirigió su pregunta, sin esperar respuesta, a Giacomo Cagliostro—, creo, excelentísimo Don Giacomo que debería usted tomar la palabra, tal y como le corresponde.
Tras un brevísimo silencio, Don Giacomo, con gran majestad tomó la palabra a fin de dirigir la improvisada reunión.
—Hace ya muchos años, nuestra venerable organización, venía detectando interferencias no deseadas en el transcurso de los benéficos fines en los que nos encontramos implicados. Existe una especie de jerarquía piramidal y en la que cada escalón tiene cierta autonomía. Existía, hasta hoy, una ciega confianza entre los eslabones de la cadena de la Gran Fraternidad Universal; pero el gran auge del amoral capitalismo en nuestro Mundo, nos había puesto sobre aviso; aunque nuestras investigaciones internas habían sido infructuosas, en un principio, hasta que... — se hizo un breve silencio—, hasta que nuestro desconocido Hermano, Roberto Beltrán, con sus lúcidas investigaciones nos proporcionó las claves que nos hizo descubrir a varios espías dobles que medraban en el interior de nuestra sagrada institución.
Don Giacomo Cagliostro hizo un gesto a su compañero Argimiro Casanova, mientras tomaba asiento. Este, con la cortesía debida, agradeció el ofrecimiento con un gesto y tomó la palabra.
—Como ha dicho nuestro bien amado Gran Maestre Don Giacomo Cagliostro, llevábamos algún tiempo con la mosca detrás de la oreja; pero no habíamos sido capaces de determinar el auténtico carácter de la amenaza que acechaba al futuro de toda la humanidad; pero ahora está todo muy claro. Los servicios secretos de las más diversas organizaciones religiosas se habían infiltrado  en todos y cada uno de los pilares de nuestra amada Orden. El Opus Universal, como brazo armado del papado,  los servicios secretos israelíes, británicos y norteamericanos. Un cóctel bastante explosivo —sonrió mientras vocalizaba estas últimas palabras—, antaño intentaron, lo propio, los Jesuitas. En definitiva, se encontraba en peligro la promesa de nuestros fundadores, los Templarios. Su afán por destruirnos, cambiándonos, ha sido tan enorme que no les ha importado que lo más inmoral del capitalismo inundase todos los ámbitos de nuestra convivencia como ciudadanos del Mundo; pero nuestra bella y excelentísima Compañera de Malta, Doña Amanda Ortiz, nos explicará con todo detalle como hemos llegado hasta aquí.
La elegante Amanda Ortiz tomó la palabra, repitiendo el gesto de cortesía de sus compañeros.
—Cuando llegaron, a nuestras vidas, las fructuosas investigaciones de nuestro amado Hermano, Roberto Beltrán, enseguida supimos que si algo así podía ser cierto, solo los servicios técnicos de la Orden de Inteligencia, conocida como la Rosa, podían estar al tanto de su evolución. Es por dicha causa que nos pusimos en contacto con el excelentísimo Don Javier de la Mata y Vergara, quien nos hizo saber sus dudas, que coincidían bastante con nuestras sospechas. El Gran Consejo de los Iluminados de Baviera determinó, creo que con buen criterio, descabezar las cúpulas de poder de las órdenes implicadas; pero nunca sin que antes, sus propios miembros, se pusieran al servicio de desentrañar la corrupción interna que nos manchaba desde Dios sabe cuando. Somos conscientes de que algunas cosas se nos han escapado de las manos. El control de las órdenes superiores sobre las inferiores no es siempre tan eficiente como desearíamos; y es por dicha circunstancia, por lo que ustedes están aquí.
Doña Amanda Ortiz tomó asiento mientras invitaba al Doctor Armando Arpegio para que tomase la palabra. El anciano Doctor sacó el pequeño artilugio de uno de los bolsillos de su abrigo, mientras se incorporaba de su asiento y lo mostraba a todos los asistentes.
—Queridos amigos, tengo mi más profundo respeto por ustedes y sus organizaciones; pero me temo que el ocultismo, las intrigas y las conspiraciones que a ustedes les siguen, a modo de estela, siempre se terminan volviendo en contra de ustedes. ¿Quién fue aquel que dijo que el fin justifica los medios? Maquiavelo, creo, el auténtico artífice de la política moderna. Yo entiendo que se haya querido dirigir, en tiempos, a la humanidad como si de un rebaño se tratara hacia un destino prefijado por algunos hombres sabios; pero ¿Saben? Yo creo, que además de que, prácticamente, hoy en día no es necesario, además es improductivo e inmoral. Casi todo el mundo, más o menos tiene un respetable nivel cultural y a ningún ser humano consciente de sí mismo le gusta que le manipulen o dirijan su existencia. Bien, aunque esa manipulación haya sido concebida, con un buen fin, dentro de un grupo de manipulación, como el de ustedes, discúlpenme si resulto ofensivo, por la propia idiosincrasia, es fácil que se generen grupos dentro de grupos que pertenecen a otros grupos que intentan llevar el ascua a su sardina. Bien, no quiero extenderme en un tema que desconozco y que además no me incumbe en absoluto. Esto que tengo en mis manos es un sofisticado desviador neutralizador de radiaciones electromagnéticas, concretamente de microondas moduladas con ultra bajas frecuencias. Señales que como veo ya conocen ustedes por sus propios medios y que siguen manipulando, de forma vil, a todos nuestros conciudadanos provocando trágicas e imprevisibles consecuencias. Eso es todo, señores.
El Doctor Arpegio puso el objeto que le entregara Teresa Rubio, en manos de Juan Carlos Herrera, su anfitrión. Este se incorporó y retomó la palabra.
—Bien, queridos hermanos y amigos, creo que todo lo tenemos ya meridianamente claro. Este artefacto, cuyos planos ya nos fueron remitidos por la Red de comunicaciones, pasará, de inmediato, a nuestra factoría de componentes electrónicos en Valencia. También realizaremos una potente campaña de marketing con el objeto de que pueda distribuirse de forma masiva.
Por último, Don Juan Carlos Herrera invitó a sus huéspedes a tomar unos licores de la tierra, servidos por su estirado mayordomo, y a continuación instó a Teresa para que pusiera el punto y final a la reunión que ya prácticamente estaba acabada.
—Queridos Amigos, les agradezco la confianza que depositan en mi persona. De hecho, nunca antes, a excepción de mi compañero Roberto, nunca nadie me había hecho sentir tan hospitalariamente; pero no quiero andarme por las ramas. Roberto Beltrán y su hijo se encuentran en grave peligro, me consta, y lo único que les pido es que hagan algo para proporcionarle la ayuda adecuada.
En ese mismo instante, uno de los diodos luminosos que adornaban la gema que le entregara Roberto comenzó a parpadear  con un rápido centelleó.
El Doctor Arpegio se quedó mirándolo primero, se levantó después y tomó a Teresa de la mano. A continuación salieron corriendo del local.
Los asistentes a la reunión salieron detrás de la pareja y se subieron en un gran mercedes blanco con matrícula diplomática de la Isla de Malta.

*

lunes, 26 de marzo de 2012

Romance del Prisionero



ArribaAbajo

Por el mes era de mayo
cuando hace la calor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor,
sino yo, triste cuitado,
que vivo en esta prisión,
que ni sé cuándo es de día,
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero
¡Dele Dios mal galardón!
Cabellos de mi cabeza
lléganme al corvejón,
los cabellos de mi barba
por manteles tengo yo;
las uñas de las mis manos
por cuchillo tajador.
Si lo hacía el buen rey,
hácelo como señor,
si lo hace el carcelero,
hácelo como traidor.
Mas quien ahora me diese
un pájaro hablador,
siquiera fuese calandria,
o tordico, o ruiseñor,
criado fuese entre damas
y avezado a la razón,
que me lleve una embajada
a mi esposa Leonor:
que me envíe una empanada,
no de trucha, ni salmón,
sino de una lima sorda
y de un pico tajador:
la lima para los hierros
y el pico para el torreón.
Oídolo había el rey,
mandóle quitar la prisión.

jueves, 22 de marzo de 2012

Coplas por la muerte de su padre - Jorge Manrique XI


Las Edades y La Muerte - Hans Baldung Grien

   Pero digo que acompañen
y lleguen hasta la huesa
con su dueño:
por eso no nos engañen,
pues se va la vida apriesa
como sueño;
   y los deleites de acá
son, en que nos deleitamos,
temporales,
y los tormentos de allá,
que por ellos esperamos,
eternales.

martes, 20 de marzo de 2012

Tradición Esotérica de Occidente - Capítulo IV (a)




La Vida da vueltas como una noria y si no fuera de este modo la tierra estaría llena.
¿Por qué luchamos contra el destino?
Acaso, la Eternidad nos encuentre algún  día  en  el lecho de muerte. La batalla es la vida, y la vida, movimiento que ahora parece surgir y después parece ocultarse a nuestra pobre visión de las cosas.
¿Por qué llaman al fuego destructor?

Un genio dijo que nada se destruye y que todo se transforma. Si esto es una ley física ¿Por qué nos empecinamos en seguir  hablando de destrucción?
El fuego purifica y sublima lo grosero a un nivel de existencia superior.
La Vida es una constante en el universo que unas veces toma forma de roca, otras de planta y en no pocas ocasiones de célula orgánica.
La Vida es la Inteligencia del Cosmos que hace por manifestarse en el más inhóspito de los infiernos terrenales.


            Es tremendamente triste leer la historia. Cierta historia. La historia que cuentan los descendientes sociales de los vencedores:
            De aquellos que cocieron a sus hermanos por pensar diferente. De aquellos que arrimaron la tea encendida a la paja y leña sobre la  que  yacían  indefensos y  atados  hombres. Hombres  que pensaban diferente. De aquellos que descuartizaron, desollaron y  empalaron, incluso a  mujeres,  porque su concepción del pensamiento religioso era distinto al suyo.

            En el capítulo anterior hablamos de la Indiferencia, bien entendida como Tao, que hay que enfrentar al mal; pero ¿Qué es el Mal?.
            ¿Cuál es la Verdadera Naturaleza del Mal?.
            ¿Cuál fue el error de los movimientos gnósticos y que les llevó a ser, prácticamente, borrados de la faz del planeta?.
            Como en toda cárcel, reformatorio u hospital psiquiátrico, en nuestro Universo existe un muro, invisible, que lo rodea como si de una esférica pecera se tratara.
            Los astrofísicos han descubierto que el Tiempo y el Espacio empezaron a ser, justo cuando el Verbo o Gran Explosión (Big Bang) tuvo lugar. Con la aparición de la Materia y consecuentemente la Masa, éstos, el Tiempo y el Espacio se plegaron curvando el Universo tal y como los astrónomos y otros científicos nos lo muestran. Toda esta Masa es la que produce, con su Fuerza Gravitacional, las causas y efectos que nuestros Estudiosos Humanos han enlatado y denominado como Leyes Cósmicas o Naturales. Es tan tremenda la masa que contiene la totalidad del Universo, y con ello la Gravedad, que es prácticamente imposible que nada constituido de materia, moléculas, átomos, neutrones, protones, electrones u otros pudieran escapar de su influencia.

            Según los Rosacruces, dentro de cada Astro, Planeta o Satélite habita un Espíritu. El error de algunos consiste en creer que esos Seres son mucho más elevados o evolucionados, en espíritu que el Ser Humano. Dentro de los mundos espirituales cada Entidad es una Molécula del Gran Hacedor del mismo Peso y Valor; pero en la materia, cada uno de estos Grandes Seres tiene encomendada una función específica y diferente. Esta función es, preferentemente, la de sostener el Status Quo que mantiene al Universo, en apariencia, estático y en un continuo movimiento pendular. Producto de este subir y bajar, ahora blanco y después negro, surge Arimán. Entidad Egregórica sin individualidad ni personalidad propia  que se manifiesta ante el estudio del hombre como Leyes inmutables. Estas fuerzas arimánicas, como veremos en este mismo estudio, no son ni buenas ni malas ya que actúan ciegamente y sólo se rigen por un instinto de conservación.
            Los Gnósticos de Valentín conocían la mítica ciudadela  celeste de Shambala  como el Pleroma. O mejor dicho, esta denominación era dada a la morada original del Hombre no caído en la involución material, ya que Shambala fue construida con posterioridad para servir de escala en la ascensión de éste hasta el Mundo del Espíritu Divino.
            Los Arcontes y Eones eran y son respectivamente, la materia oscura que existe en el Universo como: Planetas, Asteroides, Satélites, Polvo Cósmico, Estrellas de Neutrones y Agujeros Negros y las Estrellas, algunas Demiúrgicas, Quasares, Proto Galaxias y Galaxias que inundan con su Luz el falso vacío del Espacio Inter-Estelar.

            Algunos de estos Eones son Demiurgos, es decir, creadores y mantenedores de la materia orgánica e inorgánica que habita en su interior u órbita a su alrededor; pero sólo de la Materia que conforma los cuerpos experienciales, pues el espíritu, que los mueve, viene de fuera y es cedido por el Gran Arquitecto de los Universos. Algún astrónomo o biólogo dijo recientemente, de un modo acertado, que tanto el hombre como el resto de los seres estamos compuestos de Materia Estelar. Pues bien, estos Demiurgos, dioses o semidioses  (Malas Denominaciones) como es nuestra propia estrella (el Sol), no son ningún Dios, con mayúsculas; pues en el Mundo del Espíritu, como hemos visto, no dejan de ser otros Seres más, con el mismo potencial espiritual que el propio hombre; pero aquí en el Universo de Maya, de la Ilusión Espacio Temporal, les ha tocado representar el papel que les corresponde en el Teatro del Macro Cosmos así como nosotros debemos desarrollar  el que nos corresponde para con nuestros semejantes, así como para con todas aquellas criaturas que se encuentran bajo nuestro dominio material. No cabe duda que, nuestro vehículo físico no existiría de no habernos sido proporcionado por el Demiurgo que conocemos como Sol.
            Estas entidades astronómicas, Inteligentes, actúan en relación con nosotros del mismo modo en que nos comportamos respecto a las hormigas terrestres, es decir: Ciegamente.
            Cuando paseamos por el campo, los seres humanos, inevitablemente pisamos con nuestros pies y eliminamos miles de vidas. ¿En eso hay Mal?.
            Las leyes de causa y efecto son esas fuerzas arimánicas que el hombre ignorante denomina como mal y que como iremos viendo no es tal, hasta que nosotros mismos lo convertimos en dicha cosa.

            De todas las leyes que conocemos derivadas de la interacción de los Arcontes, Demians o demonios y de los Eones, Ángeles o Arcángeles se desprenden efectos que, cual surfistas al encuentro de su ola, si nos ponemos a favor de la corriente tendremos beneficios y por contra sufriremos calamidades. Otras veces la humanidad es incapaz de predecir los desastres naturales o cósmicos, si se dieran, pues no conoce la totalidad de las leyes y, consecuentemente, mueren muchos seres humanos como si de las hormigas mencionadas más arriba se tratara.
            Un terremoto, maremoto, erupción volcánica, tornados, huracanes, meteoritos, cometas, etc, etc... pueden ser los desencadenantes de esos desastres. El que sucedan esas calamidades no es mal, en si mismo, lo único que demuestra es que la tierra y el cosmos están vivos y de vez en cuando se mueven un poco más deprisa que en otras ocasiones. Ellos no son conscientes de nuestra destrucción. De hecho, los objetos celestes colisionan entre sí con mayor frecuencia de lo que hace pocos años se creía y como consecuencia mueren y se transforman en la simiente de nuevos cuerpos cósmicos. Somos nosotros, que vivimos en esta prisión, los que debemos estudiar pacientemente el libro que nos proporciona la naturaleza para predecir los acontecimientos catastróficos y evitar los desastres, dentro de lo posible.
            No es malo el tigre por comerse al incauto paseante que se introduce en el bosque sin defensa alguna. Es la imprudencia temeraria del explorador la que dará cuenta de su vida. El tigre sólo cumple con su obligación de depredar, pues necesita matar para poder sobrevivir. La superstición consiste en pensar que, porque un monje tibetano, en cierta ocasión, pasó por delante de un Tigre de Bengala sin que éste le prestara la más mínima atención y no le pasó nada, nosotros podremos hacer lo mismo. ¿Quién sabe si aquella fiera no se había cebado pocas horas antes de que el monje pasara por allí?.
            Podría existir una entre mil posibilidades de que se dieran las mismas condiciones positivas cuando pasásemos nosotros delante de la bestia: no seamos ilusos.

            Para explicar como el hombre llega a canalizar las Fuerzas Arimánicas de la Naturaleza y transformarlas en el auténtico y único Mal deberemos intentar demostrar que existen cuatro tipos de Individuos: Los Ignorantes de las leyes que rigen en el Universo y por tanto lo son zarandeados de aquí para allá como si de marionetas se trataran o plumas mecidas por el viento. Estos individuos creen en la casualidad, la mala o la buena suerte y forman la "Raza" de los supersticiosos que creen fielmente que no deben pasar por debajo de una escalera, derramar la sal, vestir de amarillo o encontrarse con un gato negro porque trae mala suerte.
            Otros, como veremos ya mencionados, que conocen los efectos de algunas, las más importantes, de esas leyes se agrupan en organizaciones conformando una fuerza electromagnética, Egregor, que canaliza como si de una vela luminosa se tratara en una determinada dirección las corrientes gravitatorias y radioactivas, Arimánicas, de los Arcontes y Eones y da la casualidad que la dirección que esas corrientes deciden tomar es la misma que originalmente tienen las mencionadas fuerzas.
            Estos individuos, grupales, creen que yendo a favor de la corriente de esas fuerzas, no consideradas ciegas por ellos, podrán llegar a buen puerto, la salvación o cosas parecidas. Están muy equivocados pues forman la masa humana que ciegamente se convierte en catalizadora del Movimiento Pendular que rige nuestro Universo y lo transforman en Magia Negra, "mal denominada Blanca", el auténtico Mal.

            Los antiguos gnósticos, antes de la Reforma de los Rosacruz, creyeron que agrupándose, como los anteriores, para formar una Fuerza Egregórica pero de signo contrario podrían compensar el avance de las Fuerzas Arimánicas primero para después abrir una brecha en el Espacio Tiempo que les permitiese edificar una escala permanente, Escalera de Jacob, y así poder alcanzar el Pleroma "La Majestuosa Jerusalén Celeste".
            La intención de aquellos hermanos nuestros era de alabar; pero estaban y aún hoy siguen, algunos, estando equivocados, pues la Fuerza Magnética de unos cuantos miles o millones de almas unidas no es suficiente para hacer frente a los cientos de miles de billones de masas constituidas por Eones y Arcontes.
            El Gigante Galáctico, ante esa pequeña concentración de Fuerza Luminosa se sacude el polvo destruyéndolos a casi todos como si de simples ácaros se tratara y así la pequeña Obra que se había construido queda derruida para desdicha de las generaciones futuras.
            La manera, absolutamente inconsciente que utiliza, vamos a llamarle, Arimán para defenderse es utilizando el Egregor, que vibra a la misma frecuencia que él, de todos aquellos que se han puesto a través de las edades a favor de las corrientes ciegas del Universo.
            Es entonces, cuando el 666 que es número de hombre "El Número del Hombre" se convierte en ejecutor de Muerte y de Ruindad. En anteriores escritos, que no tienen que ver directamente con estas lecciones, hablamos sobre este espinoso tema; pero no está de más que lo repitamos de nuevo:
            Las mentes más lúcidas se han estrujado el cerebro intentando descifrar el temido jeroglífico; pero hasta el presente nadie lo ha conseguido, fuera de la Rosacruz que dice que no existe el Mal sino el Bien en Formación, por lo tanto, no puede existir un Ser Maligno que se opone al Gran Hacedor, y sin embargo, la interpretación del enigma es algo tan sencillo como el tan manido huevo de Colón.
            El Triple Seis es Número de Hombre dice el Apocalipsis de Juan. ¿de qué hombre?: de la Humanidad en su conjunto.

            Según el Génesis, siempre simbólicamente, el Ser Humano fue creado el sexto día. Al estar, digamos, construido de forma triple. Es decir: compuesto de un Cuerpo Material, un Alma que le da la vida y el movimiento y una célula espiritual. Tenemos que efectivamente, el número que simboliza a este Ser debe ser el 6,6,6. El primer seis corresponde al día de la Creación del Cuerpo Humano definitivo.
             El segundo al día en que le fue infundida la Vida, el mismo día. Y el tercero el día que el espíritu toma posesión de sus vehículos de manifestación: el sexto día. Debemos recalcar que el Espíritu del Hombre no pudo ser creado ese simbólico sexto día ya que el Espíritu es preexistente; pero si fue, como hemos dicho, el día en que tomó la capitanía del Barco que es su cuerpo personalidad.
            No contentos con lo explicado hasta el momento, mostraremos como ese símbolo no corresponde a un personaje determinado sino a toda la Especie Humana, ya que la suma de 6+6+6 da como resultado 18 y ya que, según la tradición, debemos reducir cualquier número compuesto a su mínima expresión volvemos a sumar 1+8. Con esta suma conseguimos el número 9 que es el último número simple posible y representa la Plenitud de la Encarnación Humana. Desde otro punto de vista, comprendemos que es la máxima división posible del 1. El Adán Original.
            Es decir, el 9 representa a la raza humana dividida en todos los individuos que han existido, que existen y que existirán en la presente evolución humana: La Humanidad.

viernes, 16 de marzo de 2012

Gottfried Keller - Melancholie


Alberto Durero - Melancholia I

Sei mir gegrüßt, Melancholie,
Die mit dem leisen Feenschritt
Im Garten meiner Phantasie
Zu rechter Zeit ans Herz mir tritt!
Die mir den Mut wie eine junge Weide
Tief an den Rand des Lebens biegt,
Doch dann in meinem bittern Leide
Voll Treue mir zur Seite liegt!

Die mir der Wahrheit Spiegelschild,
Den unbezwungnen, hält empor,
Daß der Erkenntnis Träne schwillt
Und bricht aus dunklem Aug hervor;
Wie hebst das Haupt du streng und strenger immer,
Wenn ich dich mehr und mehr vergaß
Ob lärmendem Geräusch und Flimmer,
Die doch an meiner Wiege saß!

Wie hängt mein Herz an eitler Lust
Und an der Torheit dieser Welt!
Oft mehr als eines Weibes Brust
Ist es von Außenwerk umstellt,
Und selbst den Trost, daß ich aus eignem Streben,
Was leer und nichtig ist, erkannt,
Nimmst du und hast mein stolz Erheben
Zu Boden allsobald gewandt,

Wenn du mir lächelnd zeigst das Buch
Des Königs, den ich oft verhöhnt,
Aus dem es, wie von Erz ein Fluch,
Daß alles eitel sei! ertönt.
Und nah und ferne hör ich dann erklingen
Gleich Narrenschellen ein Getön –
O Göttin, laß mich dich umschlingen,
Nur du, nur du bist wahr und schön! –

Noch fühl ich dich so edel nicht,
Wie Albrecht Dürer dich geschaut:
Ein sinnend Weib, von innerm Licht
Erhellt, des Fleißes schönste Braut,
Umgeben reich von aller Werke Zeichen,
Mit milder Trauer angetan;
Sie sinnt – der Dämon muß entweichen
Vor des Vollbringens reifem Plan.



¡Gloria a ti, Melancolía,
que con su paso lento
en el jardín de mi fantasía
me entra oportuna al corazón!.
Que me dobla el coraje
como una joven dehesa
profunda al borde de la vida,
pero en mi amargo sufrimiento
siempre está fiel a mi lado.

Que me refleja la verdad,
lo invencible frena,
cae una lágrima de reconocimiento
y sale del ojo oscuro;
¡cómo subes la cabeza estricta,
cuanto mas yo te olvidaba
ruidos y centellas,
que se sentaba en mi cuna!

¡Cómo cuelga mi corazón en vanidoso placer
y en la estupidez de esta vida!
Más que el pecho de una mujer
rodeado de una obra exterior,
y el consuelo de mi propio afán,
que está vacío e insignificante, reconocido,
coges y subes mi orgullo
retornándolo mañoso al suelo.

Si sonríes y me enseñas el libro
del rey, del que me burlo a veces,
sale un mineral de maldición
que suena vanidoso.
Se oye de lejos y de cerca
un tañido de campana-
¡Oh Reina, déjame abrazarte
solo ti, solo tu eres verdadera y hermosa!

Aún no te siento vanidosa,
como te veía Alberto Durero:
una mujer de luz interior
ilumina la novia más hermosa,
bien rodeada de una obra marcada,
dolida de suave pena;
piensa cómo debe huir del demonio
antes de realizar el plan maduro.


Traducción: Evelyn Fernández Jiménez


jueves, 15 de marzo de 2012

Política - Aristóteles


Ex Libris de Franz von Bayros
La música es, pues, un verdadero goce; y como la virtud consiste en saber gozar, amar, aborrecer, como pide la razón, se sigue que nada es más digno de nuestro estudio y de nuestros cuidados que el hábito de juzgar sanamente las cosas y de poner nuestro placer en las sensaciones honestas y en las acciones virtuosas. Ahora bien, nada hay tan poderoso como el ritmo y el canto de la música, para imitar, aproximándose a la realidad tanto como es posible, la cólera, la bondad, el valor, la misma prudencia, y todos los sentimientos del alma, como igualmente todos los opuestos a éstos. Los hechos bastan para demostrar cómo la simple narración de cosas de este género puede mudar la disposición del alma; y cuando en presencia de simples imitaciones se deja uno llevar del dolor y de la alegría, se está muy cerca de sentir las mismas afecciones en presencia de la realidad. Si al ver un retrato, siente uno placer sólo con mirar la copia que tiene delante de sus ojos, se consideraría ciertamente dichoso si llegara a contemplar a la persona misma, cuya imagen tanto le había encantado. Los demás sentidos, como el tacto y el gusto, no reproducen ni poco ni mucho las impresiones morales; el sentido de la vista lo hace suavemente y por grados, y las imágenes a que aplicamos este sentido concluyen poco a poco por obrar sobre los espectadores que las contemplan. Pero ésta no es, precisamente, una imitación de las afecciones morales; no es más que el signo revestido con la forma y el color que ellas toman, limitándose a las modificaciones puramente corporales que revelan la pasión. Pero cualquiera que sea la importancia que se atribuya a estas sensaciones de la vista, jamás se aconsejará a la juventud que contemple las obras de Pauson, mientras que se le pueden recomendar las de Polignoto o las de cualquier otro pintor que sea tan moral como él.

La música, por el contrario, es evidentemente una imitación directa de las sensaciones morales. Cada vez que las armonías varían, las impresiones de los oyentes mudan a la par que cada una de ellas y las siguen en sus modificaciones. Al oír una armonía lastimosa, como la del modo llamado mixolidio, el alma se entristece y se comprime; otras armonías enternecen el corazón, y son las menos graves; entre estos extremos hay otra que proporciona al alma una calma perfecta, y este es el modo dórico, único que, al parecer, causa esta última impresión; el modo frigio, por el contrario, nos llena de entusiasmo. Estas diversas cualidades de la armonía han sido bien comprendidas por los filósofos que han tratado de esta parte de la educación, y su teoría no se apoya sino en el testimonio de los hechos. Los ritmos no varían menos que los modos. Los unos calman el alma, los otros la conmueven; pudiendo ser las formas de estos últimos más o menos vulgares, de mejor o peor gusto.

Es, por tanto, imposible, vistos todos estos hechos, no reconocer el poder moral de la música; y puesto que este poder es muy verdadero, es absolutamente necesario hacer que la música forme parte de la educación de los jóvenes. Este estudio guarda también una perfecta analogía con las condiciones de esta edad, que jamás sufre con paciencia lo que le causa fastidio, y la música, por su naturaleza, no lo causa nunca. La armonía y el ritmo parecen cosas inherentes a la naturaleza humana, y algunos sabios no han temido sostener que el alma no es más que una armonía, o, por lo menos, que es armoniosa.

lunes, 12 de marzo de 2012

Moebius - The Star


domingo, 11 de marzo de 2012

Ética a Nicómaco - Aristóteles



Sin embargo parece extraño, si concedemos al hombre feliz toda clase de bienes, que no le demos amigos cuando parece que es el mayor de los bienes externos. Igualmente, si es más propio de un amigo hacer que recibir el bien –y es propio del hombre bueno y de la virtud el beneficiar, y mejor beneficiar a los amigos que a los extraños-, el hombre virtuoso necesitará de otros que reciban sus beneficios. Por eso se suele preguntar si hay necesidad de amigos más en la fortuna que en el infortunio, en la idea de que el hombre desafortunado necesita a quienes le benefician, y los afortunados necesitan a quienes beneficiar.

Quizás también es absurdo convertir al hombre feliz en un solitario, pues nadie elegiría poseer todos los bienes en soledad: el hombre es un ser político y nacido para vivir en compañía. Y en el hombre feliz, desde luego, se da esto porque posee los bienes naturales. Pero, obviamente, es preferible pasar la vida con amigos y buena gente que con extraños y gente cualquiera; por consiguiente, el hombre feliz tiene necesidad de amigos.

Aristóteles

lunes, 5 de marzo de 2012

Bhagavad Gita - Canto VI




Yoga del dominio del autodominio

Krishna:

1       Aquel que ejecuta las obras obligatorias sin aspirar a su fruto, es un renunciador a la vez que YOGUI; pero no aquel que simplemente descuida el sagrado fuego del sacrificio, y no cumple los actos prescritos por la Ley.
2       Sabe, oh hijo de PANDU, que lo que llaman renuncia, es lo mismo que recto cumplimiento de la acción, porque nadie puede convertirse en YOGUI, sin antes haber renunciado a toda intención.
3       Para el asceta que desea alcanzar el YOGA, hase declarado que la acción es el medio; mientras que para aquel que ya lo ha alcanzado, el medio es el reposo o la renuncia de la acción.
4       Cuando el hombre renuncia a todas las intenciones, y no tiene apego alguno a los objetos de los sentidos ni a las obras, dícese que ha alcanzado el YOGA.
5       Procure el hombre elevar el yo por medio del Yo, y no permita que se degrade. Porque, en verdad, el Yo es amigo del yo y asimismo es su enemigo.
6       El Yo es amigo del yo de aquel que se ha vencido a sí mismo; mas por su hostilidad contra el yo indómito, no espiritual, el Yo puede conducirse como enemigo suyo.
7       Aquel cuya alma hállase en paz, se mantiene inmutable en medio del calor y del frío, de los goces y de los pesares, así como en el honor y en la afrenta.
8       Quien halla su satisfacción en el conocimiento y superconocimiento, tiene refrenados los sentidos y exaltado el corazón; aquel para quien son una misma cosa un guijarro, un terrón de arcilla y el oro es llamado YOGUI perfecto.
9       Eximio es quien guarda ecuanimidad en presencia de amigos y enemigos, indiferentes y neutrales, extraños y deudos, así como entre hombres buenos y malos.
10     Procure el YOGUI aplicarse con ahinco al recogimiento espiritual viviendo aislado en solitario retiro, con el pensamiento y el cuerpo subyugados, no esperando nada, no deseando nada.
11     En un sitio puro, disponga para sí un asiento firme, ni muy alto, ni muy bajo, preparado con KUZA, una piel y una tela puestas una sobre otra.
12     Una vez allí sentado, concentre la mente en un punto único y reprima la acción del pensamiento y de los sentidos. Luego practique el YOGA para purificar su alma.
13     Manteniendo el cuerpo, la cabeza y el cuello erguidos e inmóviles por completo, mirando fijamente la punta de su nariz, sin desviar la vista a ningún lado;
14     con ánimo sereno, libre de temor, disciplinada la mente y perseverando en el voto del BRAHMACHARI permanezca recogido y medite sólo en Mí, considerándome como lo Supremo.
15     El YOGUI que de esta suerte vive, dueño de su inteligencia y constantemente unido a su Yo superior, obtiene la paz, el supremo NIRVANA que en Mí reside.
16     Pero la práctica del YOGA, ARJUNA, no es para aquel que come en exceso o ayuna en demasía; ni tampoco para quien acostumbra a dormir demasiado o se entrega a prolongadas vigilias.
17     El YOGA, bálsamo de todo sufrimiento y dolor, únicamente hállase al alcance de quien es parco en la comida y en las recreaciones, mesurado en todos sus actos, y sobrio lo mismo en el sueño que en la vigilia.
18     Cuando la mente del YOGUI encuentra la armonía y su Yo interno la paz; cuando ha subyugado por completo su pensamiento ya indiferente a toda cosa apetecible, se dice que goza de unión espiritual.
19     El YOGUI que recogido en sí mismo se halla absorto en la contemplación del Yo supremo, es comparable a una luz cuya llama, al abrigo del viento, no experimenta oscilación alguna.
20     Cuando tiene en sosiego la mente por el disciplinado ejercicio del YOGA, cuando al percibir el Yo por medio del Yo, halla contento en sí mismo;
21     cuando saborea el infinito deleite que está fuera del alcance de los sentidos y sólo es asequible a la Inteligencia, ya no se aparta de la Realidad.
22     Alcanzada, no hay otro logro de más valía, y firme en tal situación ni aun el dolor más intenso podrá hacerle vacilar.
23     Sepa entonces que esta ruptura de toda relación con el dolor, se llama YOGA, y que ha de practicarse con ánimo constante e inquebrantable fe.
24     Después de rechazar, sin excepción, todos los anhelos y designios engendrados por la fantasía, y de reprimir con firme decisión mental todos los sentidos y órganos de acción a doquiera se dirijan,
25     llegará poco a poco el YOGUI, por medio de una voluntad tenaz, a la calma de espíritu y, asentada la mente en el Yo, no pensará en cosa alguna.
26     Cada vez que la veleidosa y tornadiza mente se desvíe, refrénese y redúzcase presto al dominio del Yo.
27     Porque la beatitud suprema está reservada al YOGUI que la tiene en sosiego y ha aquietado su naturaleza pasional; que está limpio de pecado y participa de la esencia del Espíritu Supremo.
28     Así, consagrándose sin cesar a la unión mística, el YOGUI obtiene sin dificultad el infinito goce de la comunión con BRAHMÁN.
29     Quien se aplica de corazón al YOGA, ve al Espíritu en todos los seres, y a todos los seres en el Espíritu; por doquiera descubre al Yo.
30     Aquel que Me ve en todas las cosas, y en Mí ve todas las cosas, nunca se hallará por Mí abandonado, ni él me abandonará jamás.
31     El YOGUI que, sólidamente afirmado en la Unidad, adora mi Ser que reside en toda criatura, vive en Mí, cualquiera que sea la condición de su vida.
32     Quien, por razón de la semejanza del Yo, ve lo mismo en todas partes, tanto si es placentero como si es doloroso, es calificado de YOGUI perfecto.

Arjuna:

33     Siendo la mente tan voluble y movediza, no acierto a comprender la duradera aplicación de este YOGA que, según has declarado, estriba en el equilibrio mental.
34     Porque, en verdad, la mente es liviana, oh KRISHNA; turbulenta, imperiosa y obstinada. A mi juicio es tan difícil de dominar como el viento.

Krishna:

35     Sin duda, oh tú de poderoso brazo, la mente es inestable y difícil de someter. Con todo, puede sujetársela por medio de asiduos esfuerzos, y por la indiferencia.
36     Arduo es alcanzar el YOGA para quien no ha logrado vencerse a sí mismo: tal es mi sentir. Mas aquel que lucha con tesón puede conseguir el dominio valiéndose de los medios adecuados.

Arjuna:

37     ¿Qué suerte aguarda, oh KRISHNA, a quien muestra alguna tibieza a pesar de su fe y, por su mente distraída, no ha podido conseguir perfección en el YOGA?
38     Privado de lo uno y de lo otro, vacilante y confuso en el sendero de BRAHMÁN, ¿no se pierde acaso cual desgarrada nube al desaparecer en el espacio?
39     Dígnate, oh KRISHNA, desvanecer completamente esta duda mía, toda vez que nadie sino Tú, puede disipar tal incertidumbre.

Krishna:

40   Ni en este mundo ni en el otro encuentra la perdición un hombre tal, pues quien obra con rectitud no puede recibir daño en retorno.
41     Después de entrar en la mansión de los justos y permanecer allí durante años sin cuento, aquel que no ha prosperado en el YOGA renace en un hogar puro y venturoso;
42     o bien nace en una familia de sabios YOGUIS. Con todo, semejante nacimiento es muy difícil de lograr en este mundo.
43     Y, recobrando entonces, la misma disposición de ánimo que había adquirido en su cuerpo anterior, lucha con mayor aliento para llegar a la meta inalcanzada.
44     Pues, en virtud del hábito contraído, siéntese impulsado a reanudar su tarea, aun contra su voluntad. Con sólo desear conocer el YOGA, se hace uno superior a toda escritura, por sagrada que sea.
45     Luchando sin tregua ni descanso, el YOGUI, purificado de toda culpa, llega a la perfección a través de repetidos nacimientos y alcanza el fin supremo.
46     Conviértete en YOGUI, ARJUNA, pues el YOGUI es considerado más grande que los austeros ascetas, más grande aún que los sabios, y también más grande que los hombres de acción.
47     Pero de entre todos los YOGUIS, aquel que lleno de fervor y con su Yo interno fijo en Mí, me rinde adoración, aquél es superior a todos.