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miércoles, 31 de marzo de 2010

RESPIRANDO EMOCIONES

RESPIRANDO EMOCIONES


LLoraba……..el amor angosto que hasta entonces había derruido todas sus joviales y utópicas creencias, le recordaba que los Martes también había que vivir, pero su filosofía llena de grandilocuencias y recuerdos distorsionados entre delicadas brumas, le hacía percibir el aroma añil de la desgracia.
Sospechaba que el sabor de la guadaña le sería familiar, no obstante todos hemos parido la sangre que emana de sus afilados destellos, pero se negaba a interiorizar las fatales consecuencias que traería consigo el movimiento involuntario de la vida, (¡qué sarcasmo!), girando alrededor de un círculo concéntrico que atraía horizontes encontrados, enlazados sutilmente por los delicados filamentos de las reconfortantes experiencias que desconcertantemente anidaban en la imagen incierta de su pupila.

El Invierno se resistía a marcharse, se agarraba y ceñía con su feroz mandíbula a fechas que ya no se aliaban con su plañidera climatología. Ello había hecho mella en él, tan sensible a la soledad monocromática de su pensamiento. No obstante, aunque desde el punto de vista social era el símbolo de la alegría y la diversión, cuando el sol se despedía del mundo regalando sus últimos brillos destructores de nostalgia, su mente mutaba en un crisol de traidores pensamientos, que aprovechaban para maltratar y herir su alma, haciéndola añicos, y permitiendo que el color púrpura se deslice maliciosamente entre sus vestiduras, despellejando sus ilusiones, mostrándolas en carne viva a los ojos de la fiera que toma su forma de la mano de la conciencia, y esquilma salvajemente los últimos vestigios de entereza, que se escondían detrás de la imagen reluciente de sus perseguidos trofeos, ahora arrancados entre sollozos de la historia recalcitrante, reconstruida a través del acopio de las enésimas moralejas extraídas de sus nocturnas visiones oníricas.

Sabía que acechaba, él era feliz, pero tenía que continuar luchando cuando el color negro se hacía dueño del mundo, escuchaba sus carcajadas a través del minúsculo cristal que encapsula nuestros miedos. Había dejado que su corazón quedase enjaulado, durante minúsculos instantes, (que a él le parecían eternos), entre rejas construidas con la malevolencia que otorga caminar con las alpargatas de la prepotencia y la altivez. Era consciente de sus frecuentes y dolorosos errores, y se cobijaba en la imperfección humana, aunque sabía a ciencia cierta que no había mayor falacia que esconder los excrementos viscerales del olvido dentro del baúl de las desdichas.

Era perfecto conocedor de que el final de la batalla era muy cercano, y aunque su sangre se esparcía por los recónditos escondrijos de su memoria, no era menos cierto que el tiempo le iba a prestar su poder, blandiendo su espada con el hercúleo brazo de la sinceridad, y dejando que su consciente se adentrase en sus entrañas para hacerse experto de sí mismo, es el inevitable dolor que produce la angustia, cuando todas tus defectos y patrañas logran hacerse hueco en tu alma, cuando por amor a la vida logras la ACEPTACIÓN……

Amanecía, POR FIN el sol mordía incesante la sensible aorta de la melancolía, y hacía brotar del minucioso espíritu de la alegría, la brillante policromía del aire fresco. Por fin volvía a su reino, regresaba en la alfombra de la risueña esperanza a la felicidad y placidez que envolvían con suaves sedas su henchido corazón. Otra noche más había vuelto a perder, pero no dejaba de ser eso, una batalla, otra más de las decenas de miles en las que había caído derrotado, pero siempre resistía, su último aliento resistía numantino, sabedor de que el perfume inconfundible del amor, limpiaría con sonrisas cristalinas y puras las llagas de su alma. Feliz, risueño, contemplaba la mirada limpia que emanaba fehacientemente de los ojos adornados por la pasión, dueños y señores de su vida, y una frase de cariño se introdujo, levemente, entre sus oídos de marfil, consiguiendo que el calor se tornase en escudo protector de su extasiado pecho….



GUSTAVO ADOLFO PUERTA

Círculos



Y seguimos moviéndonos en círculos, dando vueltas y más vueltas sin llegar jamás a la extenuación, fin loable mas inalcanzable. Recorremos las sendas de la infinitud sin calmar los dolores que la deshidratación provoca en nuestras extremidades. Trasladamos nuestras almas al recinto cerrado de la eternidad, derroteros enmarañados entrelazados sin milladoiros que nos alienten en nuestro caminar.

Marchamos al abismo de la existencia y allí, quietos, observando la caída a nuestro futuro, vemos cómo lo vivido no ha valido para nada; que el polvo que una vez levantamos se difuminó entre otras bandadas de granos de arena, y que la posterior lluvia convirtió todo en lodo; fango que volverá a secarse y a repetir el ciclo.



Círculos y más círculos, trazos esféricos representadores de una realidad agotadora pero ineludible, desgarradura indeleble en nuestra consciencia arcaica, reveladora de arcaicos arcanos, titiritero de nuestros pensamientos y decisoria de nuestros actos; tanto los más racionales como aquellos más primarios.

Todo se vuelve esfera dentro y alrededor nuestra. Todo se puede simbolizar mediante una circunferencia: una peonza, una rueda, un cero, una vida, las vidas… Bien somos el centro u orbitamos. Todo queda en un Universo desde y hasta un punto. Extraña nada geométrica. El punto.



El círculo se cierra en torno nuestro y nos asfixia, nos rodea y nos constriñe dentro de nosotros mismos. Salimos y otra esfera nos acoge en su seno haciéndonos engordar de existencia hasta reventar de nihilismo. Y volvemos a crecer en un nuevo círculo. Hasta la muerte.

Carlos Postigo

martes, 30 de marzo de 2010

El aprendiz de brujo - Tahir Shah.




Peligrosas son las ideas por sí mismas, independientemente de su contenido, el cual no deja de ser un asidero mental de distinto molde para nuestro vértigo emocional y experiencial. Las ideas como prototipos, nos hacen ver a través de Maia, dirigen nuestra observación hacia la tergiversación de la realidad moviéndonos endogámicamente hasta la autodestrucción sin fin.

Paseando por los instantes, a veces, pisamos una pequeña esquirla que araña sutilmente este velo causando una desgarradura en nuestra mente y provocando que las arterias supuren espasmos orgásmicos. Se inicia toda una serie de procesos naturales en nuestro organismo tendentes a una nueva adaptación a un virginal medio carente de uno mismo. Y claro, volvemos a renacer.

“El aprendiz de brujo” es un pequeño cincel que arremete contra el paludamentum de la realidad perceptiva, ese sayo protector pero miserable en su pobreza. Abre una pequeña brecha en el día a día de nuestras idealizaciones provocando un parto de agónica lucidez, pero exultante de inacabables climax.

Si el espiritualismo védico y sus derivados son el blanco, Tahir nos muestra el arco iris parapléjico, nos descubre el motivo del movimiento y la finalidad de la mixtura. Viajamos al final de la noche para regresar sosegados ante la impunidad del delito ya denunciado hace unos días por un tal Platón.

Asia no deja de ser más que una habitación más de nuestro hogar, con sus cuadros y sus mesillas de noche; algo extrañas como el resto de la casa, pero en definitiva, excluyendo modas dialécticas a parte, no deja de ser un desierto por repoblar de miradas atentas. Y viceversa.

Carlos Postigo

lunes, 29 de marzo de 2010

POEMA DE SAN VALENTÍN



Bendigo escrupulosamente el maravilloso día
En que mis ojos encontraron por primera vez tu semblante,
Convirtiendo desde entonces en esclavo tuyo, mi corazón errante,
Cambiando rápidamente mi alma, en anhelada ambrosía.

Desde entonces la fortuna y la dicha hicieron morada
En la profunda caverna de mis inexploradas entrañas,
Mi furor tornó en sonrisa, gracias a mi amada,
Persigo tu imagen por mil caminos, y cien mil Españas.

La oscuridad monocromática de tus delicados ojos
Horadaron la profundidad de mis ocultos secretos,
Iluminando fielmente el angosto camino, y los perfectos,
Aunque extasiados momentos en que alimentas con ternura mi enojo.

Sucumbo violentamente cuando me golpeas con tu sonrisa,
Muero exhausto ante la delicia que emerge de tu pelo al viento,
Enloquezco cuando miro absorto tus labios, y no miento,
Cuando digo que mi pecho arde cuando me falta tu aliento.

Reivindico de soslayo futuras incursiones
En tu risa emergente de ilusiones fluctuantes
Tu elocuencia me desvirga de fatales emociones,
Resultando ser cúspide magnánima de enternecidos amantes.

Es por ello que feliz y extasiado me derrumbo,
Abrazo tu sombra y la imagen de tu recuerdo
Mi alma radiante por tu deseo, explora otros mundos
Y revolotea alborozada cuando en tus ojos me pierdo.....

TE QUIERO..........

sábado, 27 de marzo de 2010

Max Estrella y la noche



Y la noche se transformó en un ladrido bohemio con la luz de una farola por luna. Y el teatro salió a la calle, la calle de Madrid, Madrid de Valle-Inclán y su antihéroe Alejandro Sawa.



Como un rebaño trasnochado de utopías extranjeras, Don Máximo Estrella se encarnó en un conglomerado de partículas impersonales y anduvo, hasta el cansancio de una visión deforme en un espejo, hasta que la vida le pudo en el portal de su propia casa.

Noche esperpéntica al abrigo de ideologías ajenas, de vinos en una chocolatería y de anuncios culturales en un antiguo calabozo. De susurros incoherentes en una coherencia mayoritaria y de un respecto abrumador hacia el teatro y sus ahijados.



También momentos de cansancio y pedantería bajo una noche de inicios de primavera, de aire frío al resguardo de una Puerta del Sol donde los hoteles hacían de Madrid una ciudad vanguardista y las religiones hacen de banda sonora al esperpento.

Siempre quedarán bohemios disfrazados de sí mismos y uno mismo disfrazado de bohemio; siempre nos quedará la utopía aquí abajo, en el fondo de la memoria, más allá del alma.



Siempre encontraremos una noche amiga, o un amigo en una noche para tomar un vino y soñar, y remover, y destruir todo aquello que la vida nos ha impuesto. Y seguiremos hablando y hablando hasta que a medianoche, cuando el alba del oficinista se anuncia, volvamos al sopor del sueño reconfortante pero iluso en el porvenir.

El destino de una juventud suicida quedará en los pliegues de nuestras arrugas, allí donde un recuerdo ha grabado con su cincel heridas que un día fueron flores y aguardientes de placer.




Pero hoy vemos pasar a Max Estrella y con él a su Cofradía, compañía de seres muertos, buscadores de un dorado que dejó de brillar, pero que en el fondo da sentido a una noche mágica, la noche de Valle-Inclán; la noche de Max Estrella.

Carlos Postigo

jueves, 25 de marzo de 2010

Haikus y Primavera

No tiene nada
Mi choza en primavera.
Lo tiene todo.


Sodo



La primavera ha llegado, y con ella una nueva estación, nuevos colores, aromas, placeres y dolores que se apegan entre sí evocando recuerdos espinosos. Esa memoria que nos absorbe hacia su interior, agujero negro de la nada y que en la nada acabamos pereciendo. Acantilado de lisas paredes donde no hay asidero donde introducir el dedo meñique y no caer.

La primavera pasa
Lloran los pájaros
Son lágrimas los ojos de los peces


Matsuo Basho



Época de evocaciones, sensaciones a flor de piel, roces del pasado y tinturas místicas de un futuro irreconciliable con nosotros…lejano, muy lejano. Árboles retorcidos en su propia savia, y anfibios expectantes de la onda acuática. Insectos benéficos para el alma y paisajes que nos aturden con su antropomorfología escueta.

Cada mañana,
¿dónde va pensativa
la primavera?


Buson



Poemas del cinco siete cinco con nieve y moraleja para el espíritu. Versos minimalistas revolucionarios de un sentir que se desvanece y germina en todos nuestros nodos, en todos aquellos rincones de nuestra impermeabilidad menos elástica de nosotros mismos.

¡Qué pronto prende
y qué pronto se apaga
una luciérnaga!


Kiorai




Carlos Postigo

martes, 23 de marzo de 2010

Cambios



Sucede que la vida vuela y nosotros con ella. Sucede que nacemos, morimos y volvemos a nacer todos los días; y a cada instante entramos y volvemos a salir de la senda que nunca jamás se puede volver a pisar.



Sucede que hace unos días éramos inconscientes de nuestra felicidad y hoy somos conscientes del paso del tiempo, del discurrir de una corriente de agua que hace unos días era un sutil arroyo y mañana será un torrente de sangre vertida en el mar.

Sucede y no deja de suceder, ayer aquí y hoy también y mañana también y así podrá ser sin volver a ser sin cambiar de estado o no; pero ya no seremos lo que somos y menos lo que fuimos o pudimos ser. Ya no podremos desviarnos en la última encrucijada; ya no podremos tomar el atajo del éxito o la dureza de la realidad que una vez pudimos elegir. Ya decidimos en su momento y ahora no somos, ni remotamente intentarlo, lo que pudimos haber sido.



Yo soy yo, mis circunstancias y su conjunción. Y Fortuna acechando en el horizonte atenta a intervenir sin descanso, siempre modulando y golpeando con su mazo decisorio sobre cualquier hilo argumental que escribamos. Dharma gira sobre nuestra moral y acaba imponiendo su ritmo en nuestros pasos, poco a poco pero sin caer a la cuneta.

Noble río es aquel cuyas aguas no se desbordan y evitan inundaciones ajenas a su caudal, que muestra templanza en las tormentas y rigidez ante el trueno y su rayo. Río en definitiva cuya desembocadura se abre acogiendo al salitre y a la gaviota, haciendo que su muerte quede en la nada de una nada que una vez todo lo fue.



Hoy, mañana, ahora, en este instante, ya no se es siguiendo siendo. Gira la rueda desde el amanecer hasta el crepúsculo llevándose a uno por delante y renaciendo de la misma sangre derramada, de la misma vida que fue pero que sigue siendo.

Carlos Postigo

lunes, 22 de marzo de 2010

Duele

...Hay días que duele.
Y yo que sé dónde localizar la herida,
te puedo decir que está aquí o allá o en todas partes,
tú me dices ven que te cure, y yo me dejo,
pero es inútil, sigue doliendo otro día más,
y no consigo volver atrás
como un pólipo-medusa hecho de viento.

...hay días que duele,
joder si duele.

viernes, 19 de marzo de 2010

El barrio en el que vivo...

Ciegos

Adelanto de este magnífico cortometraje en gestación.

Muy pronto en Suburbios de la razón...

Atención a la banda sonora, una de las mejores d ela historia del cortometraje español moderno.

Uno de aquellos...


Ya no recuerdo las luces ni las risas ni las calles por las que pasé ni los momentos de recuerdo de recuerdos anteriores...ya no dispongo en la memoria de los besoso de ella ni el sabor de quella ni de la hostia otra o el abrazo aquel...ya no tengo ni l más misera cicatriz de la derrota ni la marca depués de la tragedia ni la hora ni el tiempo ni la puta tristeza-alegria-ilusión de entonces...

Y es que yo me estaba pinchando en todos los túneles a esa misma hora.

Y es que tu me ayudabas juventud idiota a pinharme.

Y no es que sea más viejo ahora, ni más maduro ni más nada...

ES que posiblemente me morí en aquel oscuro callejón aquella noche, ma machacaron los skins en aquel tunel aquella tarde y me robaron los punkis en el parque...

Y ahora, tú nuevo idiota que paseas con tu ilusión en la madrugada nueva de esta noche otra me pisas con tus botas marca-moda-utopia-futuro y te callas la estúpida sonrisa y te lloras por dentro y te quedas subiendo las escaleras mecánicas que no suben sino bajan a lo más abajo que puedas haber pensado en toda tu vida.

jueves, 18 de marzo de 2010

Eros Tanatos y Cibeles



Son las dos de la mañana en una noche muy fría de Madrid. Daniel, Gustavo y yo vamos bajando por Gran Vía hasta desembocar en Alcalá. La última cerveza que nos hemos tomado nos hace reírnos de calor. Alimenta nuestro ingenio y agudiza nuestros sentidos haciendo que sintamos más hondamente los cuchillos de la oscuridad. Las farolas nos miran de reojo al pasar, pero nosotros seguimos divirtiendo a los transeúntes con nuestras mofadas. Reímos y reímos.

En la acera de enfrente nos esperan nuestros autobuses de regreso a casa. Somos tres y tres diferentes vidas, tres distintos colores, tres viajes nada semejantes. Estamos en Cibeles y tenemos que pasar por el subterráneo que da a la Plaza, inicio de nuestra separación.



La alegría inunda nuestras áureas haciendo que miremos con orejeras, hasta que un destello casi minúsculo llama nuestra atención. Giramos la cabeza y vemos la escena, el amor y la muerte unidos por una jeringuilla; Tánatos y Eros con Himeneo bajo el émbolo. Una yonki arrodillada ayuda a meterse un chute a su pareja. Este es el resumen.

Él, recostado contra la pared con el brazo extendido mirando impaciente el brillo de la aguja reflejando el escueto hilo de luz de una escuálida bombilla. Ella en cuclillas, con una mano sujetando el brazo del delito y con la otra, bajo un temblor acusador, empujando el objeto del crimen hasta que el rojo sangre llena todo su ser. Y aquí se detiene la escena.



Aquí nosotros iniciamos nuestro camino de perfección espiritual; nuestra senda de madurez. En este momento de construcción destructiva, donde el futuro ha dejado de escribirse, la chispa de la conciencia ataca nuestras almas y la ilusión se nos cierra en banda. La desesperación y la caída al infierno rellenan nuestros poros menos permeables de la noche y una mueca de hoja roja asoma en nuestra faz.

Nuestra juventud ha quedado marcada, herida, subyugada al destino inexorable, al tiempo asesino. Nuestra ingenuidad ha sido maltratada hasta su último escombro y esparcida por la ciudad. Nuestras ideas han fallecido. Somos finados con tan solo veintitrés años, cenizas de una infancia irrecuperable e irreversible. Acabamos de ser paridos por la madre Vida con esperma del padre Tiempo. Somos recién nacidos, hijos de la última oportunidad.



Iniciamos el ascenso por las escaleras mirándonos de reojo, sin decirnos nada; la comprensión se perfila en nuestros rostros, no hace falta hablar. Nos deseamos un buen domingo. Cada uno montamos en nuestros destinos e iniciamos nuestra partida al hogar familiar; allá donde nos espera una cama caliente y una voz que nos pregunta si ya hemos llegado. Me quedo con las ganas de contestar que hoy, acabo de salir... De la niñez. Que hoy, ya soy viejo. Que hoy... empiezo a morir.




Intérprete: Saxofonista callejero

Carlos Postigo

lunes, 15 de marzo de 2010

La voz del sonido - René Magritte



La magia existe y Magritte es su mayor representante. Imaginemos una sala sin ningún tipo de estímulo perceptible por cualquier sentido externo humano. La nada perceptiva más absoluta. Nosotros con nuestros pensamientos o con nosotros mismos, vana diferencia. De esta nada surge “La voz de los Vientos” de René Magritte. Quizás la veamos, pero en ese minúsculo instante inconsciente de la percepción, ya ha llegado hasta nosotros un sonido: el sonido de los cascabeles.

Tres son estos cascabeles de distintos tamaños. Uno generaría sonido, dos generarían monotonía, pero tres generan un acorde, una unión de varias notas que interpretadas a la vez crean un sonido completo, lleno de vibraciones que llegan hasta lo más profundo de nuestro ser. Este sonido, que puede ser el que nosotros queramos, se inserta dentro de nuestra alma, y a través del ojo, hace que captemos visualmente el paisaje secundario como un todo armónico auditivo-visual.



Esta conjunción plástica entre lo captado por el ojo y lo captado por el oído del espíritu, hacen que el cuadro en sí, todo completo, nos llene de ese gozo de paz y serenidad que nos interpretan desde el principio de los tiempos las esferas del universo, esas mismas que generan el sonido primigenio y eterno que hacen que todo fluya con un ritmo y una cadencia creadoras del orden sutil y sublime que actúa de lecho para el nacimiento, desarrollo y muerte del ser humano.



El ritmo lo es todo, vive en todo, genera vida, muerte, y junto a la melodía, hace que el ser humano pueda creer en un orden; orden que aunque desconocido intuye, en lo más hondo de sí mismo, que sabe que está ahí, lo capta , lo siente, y sabe que a partir de él, se puede buscar, no se sabe si se llegará a encontrar, la verdad: fuente de toda felicidad.



Quizás si nuestro principal lenguaje comunicativo fuera el musical, no existirían tantos malentendidos. Quizás en ese estado, “Lo voz del sonido”, no sería más que la representación de tres letras en un paisaje bucólico.

Carlos Postigo

Africanus - Santiago Posteguillo



A veces los best-seller no están reñidos con la calidad. A veces un libro de historia está documentado y bien escrito. A veces se disfruta leyendo buenas batallas y grandes discursos. A veces las primeras 600 páginas se quedan cortas. A veces se aprende. Este es el caso de “Africanus: El hijo del cónsul” de Santiago Posteguillo.

Desde las primeras páginas, ya podemos sentirnos un romano o cartaginés más destacado en las duras tierras de Hispania. Podemos sentir la dureza de la lucha entre soldados de distintos pueblos y la sangre corriendo por nuestro brazo. A partir de ahora vamos a ver las ruinas romanas con otros ojos, vamos a percibir los caminos de España como grandes escenarios de épicos acontecimientos.



Grandes personajes históricos jalonan las páginas de esta gran obra. Entre ellas podemos conocer a su protagonista Publio Cornelio Escipión y su oponente cartaginés Anibal; al dramaturgo Plauto; al cinco veces senador Quinto Fabio Máximo; y a toda una serie de personajes característicos del siglo III a.de.C.

Con leer sencillamente sus páginas, la imaginación ya se encarga de ilustrar en nuestras mentes los distintos paisajes y escenas relatadas en el libro. Una herida a cualquiera de sus protagonistas también nos duele a nosotros; cualquier discurso persuasivo de cualquier senador también nos convence a nosotros de su opinión; cualquier escena en el domun de cualquier palacio romano, también nos hace inclinarnos en el triclinium y saborear todos los manjares dispuestos en la mesa.



Así de plástica es la obra de Santiago; documentada con pasión; apasionada en el acontecer histórico; histórica como nuestra memoria; memoria de nuestras tierras mediterráneas y nuestros tiempos pretéritos.

Carlos Postigo

domingo, 14 de marzo de 2010

Historia de un fanzine



Hace mucho, mucho tiempo existía un grupo de amigos que quisieron transformar (o trasformarse ellos mismos, no se sabe bien) el mundo. Para ello eligieron la palabra como instrumento de sus grandes sueños y a través de ella fueron construyendo un castillo de letras llamado “Suburbios de la razón”. Hoy en día se llama fanzine, pero por aquel entonces se llamaba utopía y se publicaba sin una periodicidad determinada (o simplemente sin periodicidad), a veinte duros la unidad, o sea 100 pesetas para la juventud de hoy en día.

A través de esta publicación, aquel grupo manifestaba sus ideas, sus sueños, sus sentimientos en poesías, relatos cortos, dibujos, comics et cetera. Todo este batiburrillo se maquetaba con tijeras, pegamento y una fotocopiadora de cualquier pasillo de cualquier facultad o en cualquier tienda al por mayor. Una vez elaborado, el producto final se exponía en el gran pasillo de la casa del conocimiento y allí, humo entrante, espuma saliente, la sabiduría de aquel grupo iba penetrando en las almas y los sueños de aquella juventud de entonces, aquella que clamaba libertad a su paso por la vida.




El tiempo pasó, y hoy en día, aquel grupo ha regresado para comprobar si su objetivo de transformación ha surtido efecto. Quieren comprobar la evolución de aquellas almas y saber si sirvió de algo todo aquello. No les conocerás, aunque a través de este blog, podrás ponerte en contacto con ellos y conocerles de verdad; y entonces conocerás que tú eres uno de ellos, y te mirarás y comprobaras si se han cumplido los objetivos de aquel grupo, que en definitiva no son más que todos nosotros viajando por las tierras de la libertad y la vida.

Esperemos que aquellas publicaciones de entonces os sirvan para volar por encima del tiempo y sentiros jóvenes una vez más. Podéis ver todos los detalles pinchando arriba del todo, en cada uno de los 6 números publicados.

sábado, 13 de marzo de 2010

The Cranberries



Aquí os dejamos un par de videos del concierto que The Cranberries ofreció ayer en el Palacio de Vista Alegre de Madrid. Entendemos que la calidad no es la óptima, aunque la calidad de la imagen es todo lo contrario a la calidad musical de Dolores y sus chicos.



En estos videos podéis apreciar el ambientazo que hubo anoche alrededor de esta mítica banda. Esa voz encarnada en gorgorito; esa guitarra que a veces parecía que iba a arrancar el brazo a Noal; ese bajo inmóvil y esa batería que parecía multiplicada por dos.

La nota negativa la pusieron el técnico de sonido, el cual no se sabe si estaba haciendo prácticas o tomándose alguna cerveza de más, y una lamentable cola para poder entrar, que daba la vuelta al recinto.



Esperamos que disfrutéis de estas imágenes.

Carlos Postigo

viernes, 12 de marzo de 2010

Sombras de Santiago



Son caminantes y nada más. Senderistas encaprichados de moda modernista. Con el jersey al cuello y las manos en los bolsillos; caprichosos del analfabetismo y la indecencia; soñadores de piedra, ignorantes de la senda; paseantes del vacío, moradores primigenios de una nula dimensión.

Peregrino no es aquel que peregrina; no es aquel que tiene una meta; no es aquel que hace el Camino de Santiago; no es aquel que se dice a sí mismo que es un peregrino; no es aquel que tiene un motivo; no es aquel que tiene una credencial sellada; no es aquel que tiene enmarcada la Compostela.



La luz del amanecer se abre paso y desde más allá de los pináculos de una catedral se percibe la llegada de la mañana, una nueva brisa que penetra en el alma de unas llamas vivas que ya con el alba han iniciado su caminar.



Menos mal que quedan personas que como espíritus puros sienten las llagas y las ampollas como placeres de un futuro esperanzador; que tienen fe en sus almas dentro y fuera de las mismas; que anhelan la calma y el sosiego de cualquier bucólico lugar; que elevan cualquier conversación a dicha; que dicen sin hablar; que se entienden sin conocer; que beben con necesidad y comen con hambre; que caminan sin andar.

Gracias que existen lugares con umbrías sombras y calientes solares; con amables ‘paisanos’ y desagradables gentes ‘de cualquier lugar’; con encanto musical y sonoros silencios; con mistol y sin agua caliente; con flechas amarillas y con rotondas envolventes; con sabanas y nada más.



Nunca se podrá olvidar un dolor en cualquier bajada; ni todas aquellas piedras fieles de una férrea cruz; ni aquellas siembras de abonos terrenales; ni aquellos “buen camino” acompañados de cansadas sonrisas; ni aquellas conversaciones clases improvisadas de lenguas extrañas; ni aquellas lecciones de orgullo en el caminar.

Ya sin vista ni dolor se percibe un mar de atardecer desde un campo de casas prefabricadas, donde el sueño se hace realidad y las palabras dejan de sonar, para decir que se ha llegado a ningún lugar; que el fin está en la mano; que se acaba el camino, y se acaba el caminar; que la vida vuelve a empezar sin haberse acabado jamás; que, en fin, hay que volver cada uno a su ciudad, que mañana hay que currar.



Carlos Postigo

jueves, 11 de marzo de 2010

VALIS - SIVAINVI


“Sivainvi (Sistema de Vasta Inteligencia Viva) es el nombre que se da a sí misma una misteriosa inteligencia que se comunica con Amacaballo Fat, el protagonista de esta novela, mediante unas luces rosas procedentes de la estrellas. Pero también es, o puede ser, uno de los nombre de Dios...

Así se inicia esta historia donde una vez más, como en toda la obra de Philip K. Dick, realidad y ficción se unen inextricablemente, y la realidad es desagarrada para ofrecernos un mundo irracional con destellos de gnosticismo, el Talmud y Zoroastro, en donde un imperio secreto que ha creado 2000 años de falsa historia es derribado, y en donde se alcanza el clímax de la antigua batalla entre las fuerzas de la Luz y la Oscuridad, para dar origen a la Segunda Venida de la Palabara hecha Carne...” (Contraportada)



Con esta obra (VALIS o en la edición antigua SIVAINVI), Philip K. Dick da un paso más y pasa de la realidad a la otra realidad, combinando ambas realidades en una sola realidad bicéfala. Solo un rayo de luz rosácea es motivo de epifanía existencial, generando la división espiritual: un pasado y un presente en un único presente.

Con solo echar un vistazo a la bibliografía de la obra, podemos hacernos una idea de por donde van los tiros:

-Extracto de The Pre-Socratics, de Edgard Hussey;1972
-Extractos de la Introducción a Lao Tse:Tao Te Ching; 1963
-Extractos de The Nag Hammadi Library (On the Origen of the World), James M. Robinson;1977
-Extractos de Our Oriental Heritage, Hill Durant; 1935
-Extractos de A Scanner Darkly; Philip K. Dick;1977
-Extractos de “Gnosticism”, de The Enciclopedia of Philosophy, Hans Jonas; 1967
-Extractos de “On Death and Its Relation to the Indestructibility of Our Trae Nature”, de The will to Live; Selected Writings of Arthur Sopenhaue, selec. Richard Taylor; 1962
-Extractos de The New Encyclopedia Britannica; 1980
-Extracto de Protestantism, J. Leslie Dunstan; 1961



Gnósticamente la dualidad se orienta sobre el continuo espacio-temporal en el que la existencia deja de ser algo único y exclusivo de un punto exacto orientado en dicho vector y pasa a ser una contradicción del Principio de Heisenberg. Voces hay que reclaman esquizofrenia en la interpretación de este hecho; voces claman por la claridad de las tesis gnósticas con Magdalena perdida entre los 12 eones, pariendo místicamente a Ieu; pura epifanía en la mente clarividente de Amacaballo Fat (Alter Ego de Dick en la novela).

Grant Morrison en “Los Invisibles” fue capaz de interpretar y reflejar en imágenes la bi-realidad de Valis, haciéndonos ver con nuestros propios ojos el mundo que nos rodea sin telones codificadores.



No sorprende después de todo, que esta novela sea entregada por Locke a Ben en el cuarto capítulo de la cuarta temporada de Perdidos (Eggtown). Al fin y al cabo la realidad es a la vez no-realidad pero nosotros no podemos dejar de verla como “La Realidad”.

http://lostlibros.com.ar/blog/



“Valis es locura, dolor, decepción, muerte, obsesión, ilusión, crueldad, soledad, confinamiento y el placer de leer” John Clute (Contraportada de la Edición de Minotauro, 1981)

Carlos Postigo

miércoles, 10 de marzo de 2010

Explosions in the sky




Desde la primera canción que escuché no pude resistir la tentación de querer descubrir más sobre ellos. El disco fue “All of a Sudden I Miss Everyone” y la canción de iniciación “So Long, Lonesome”. He de reconocer que quizás no sea la canción más elaborada de su discografía, pero como cuña “explosionaria” hizo su cometido. Reconozco su sencillez y su escasa variedad melódica, pero el ambiente que crean, los sonidos que consiguen y la batería remarcándose por encima de las guitarras calmadamente estridentes, me proporcionaron un chute de adrenalida que hizo que escuchara el disco entero, y de aquí, a toda su discografía. (Reconozco que aún hay canciones desconocidas para mi, pero (estoy seguro) que delicias de alta gastronomía musical)



Como leyenda, se cuenta que el disco “Those Who Tell the Truth Shall Die, Those Who Tell the Truth Shall Live Forever”, en cuya portada sale dibujado un avión con la fase “This Plane Will Crash Tomorrow” (Este avión se estrellará mañana) salió a la venta el 10 de Septiembre de 2001. Historia que aunque parezca poco verosímil, no voy a dejar de aprovechar para alimentar el baúl de leyendas de la historia del Rock.



http://www.explosionsinthesky.com/
http://www.myspace.com/explosionsinthesky


Escuchándolos también se consigue introducirse en el mundo del llamado “post-rock”, amplio espectro musical bastante desconocido y que últimamente está empezando a resaltar en la escena musical. Grupos como Pig Farm On The Moon, X-Ray-dog, los orientales Mono… están provocando que podamos disfrutar de nuevas combinaciones de sonidos hasta ahora poco aprovechados.



En el siguiente blog podéis bajaros el último disco hasta la fecha.
http://elblogdelaardillaroja.blogspot.com/2009/03/explosions-in-sky-all-of-sudden-i-miss.html

Carlos Postigo

martes, 9 de marzo de 2010

Niles Lyhne - Jean Peter Jacobsen



“No es hasta que uno oye la puerta de la sentencia cerrarse definitivamente que las garras frías como el hierro de la certeza se abren paso a través del pecho para, lentamente, sigilosamente, cerrarse alrededor del corazón, apresando el fino hilo de esperanza del que pende la felicidad. Entonces se quiebra el hilo, entonces cae lo que este sostenía, entonces se rompe en mil pedazos, entonces llega el agudo grito de la desesperación a través del vacío. Nadie perece en la duda”.
Jens Peter Jacobsen - Niels Líen

De la mayor época teodarwinista de la historia (S. XIX), nos llega el dolor biografiado de nosotros mismos. Desde nuestra infancia más tierna y tranquila hasta la renuncia más solitaria a la vida, el existencialismo parafraseado de Niels nos sumerge en las profundidades más agrias de nuestro sentido vital.
Como un retrato de ingenuidad naturalista, Jacobsen nos describe el corazón como un paisaje florecido y floreciente de dolores bellamente impregnados a nosotros mismos. Una lágrima no deja de ser una brisa fresca en la áurea tarde de un Domingo de Mayo.
La natural belleza del ateo dolor.

Carlos Postigo

lunes, 8 de marzo de 2010

La soportable levedad del retorno

Espirales. Así son nuestras vidas. Danzamos dando vueltas y vueltas alrededor nuestra y de las circunstancias, sin pasar dos veces por el mismo sitio; aún no hemos sido agraciados con el don del reloj estropeado. Si del ombligo nace nuestra vida, punto de partida, la misma se va ensanchando y agrandando su radio de acción hasta la eternidad; pero en este fluir siempre sentiremos el camino ya recorrido en sendas que se han de recorrer. Que sutilezas tiene la carretera, cuando una curva muy abierta la percibimos como una aburrida recta; quizás sin saberlo, estemos dando vueltas a la Nacional, y nos encontremos con que no hemos avanzado sin habernos parado ningún momento.
El círculo de Lavapiés nació hace ya muchos años como un proyecto cultural diseñado, desarrollado y maltratado por una serie de jovenes que a día de hoy, aun siendo jóvenes, siguen sintiendo el alma demasiado leve como para soportarla; de aquí renace el giro, un nuevo giro aun más completo, de más matices y mayores sueños; pero siempre, como desde hace un par de giros, desde la ilusión y los Suburbios de la Razón.