Yoga del dominio del autodominio
Krishna:
1 Aquel
que ejecuta las obras obligatorias sin aspirar a su fruto, es un renunciador a
la vez que YOGUI; pero no aquel que simplemente descuida el
sagrado fuego del sacrificio, y no cumple los actos prescritos por la Ley.
2 Sabe,
oh hijo de PANDU, que lo que llaman renuncia, es lo mismo
que recto cumplimiento de la acción, porque nadie puede convertirse en YOGUI, sin antes haber renunciado a toda
intención.
3 Para
el asceta que desea alcanzar el YOGA,
hase declarado que la acción es el medio; mientras que para aquel que ya lo ha
alcanzado, el medio es el reposo o la renuncia de la acción.
4 Cuando
el hombre renuncia a todas las intenciones, y no tiene apego alguno a los
objetos de los sentidos ni a las obras, dícese que ha alcanzado el YOGA.
5 Procure
el hombre elevar el yo por medio del Yo, y no permita que
se degrade. Porque, en verdad, el Yo es amigo del yo y asimismo es su enemigo.
6 El
Yo es amigo del yo de aquel que se ha vencido a sí mismo; mas por su hostilidad
contra el yo indómito, no espiritual, el Yo puede conducirse como enemigo suyo.
7 Aquel
cuya alma hállase en paz, se mantiene inmutable en medio del calor y del frío,
de los goces y de los pesares, así como en el honor y en la afrenta.
8 Quien
halla su satisfacción en el conocimiento y superconocimiento, tiene refrenados
los sentidos y exaltado el corazón; aquel para quien son una misma cosa un
guijarro, un terrón de arcilla y el oro es llamado YOGUI perfecto.
9 Eximio
es quien guarda ecuanimidad en presencia de amigos y enemigos, indiferentes y
neutrales, extraños y deudos, así como entre hombres buenos y malos.
10 Procure
el YOGUI aplicarse con ahinco al recogimiento
espiritual viviendo aislado en solitario retiro, con el pensamiento y el cuerpo
subyugados, no esperando nada, no deseando nada.
11 En
un sitio puro, disponga para sí un asiento firme, ni muy alto, ni muy bajo,
preparado con KUZA, una piel y una tela
puestas una sobre otra.
12 Una
vez allí sentado, concentre la mente en un punto único y reprima la acción del
pensamiento y de los sentidos. Luego practique el YOGA para purificar su alma.
13 Manteniendo
el cuerpo, la cabeza y el cuello erguidos e inmóviles por completo, mirando
fijamente la punta de su nariz, sin desviar la vista a ningún lado;
14 con
ánimo sereno, libre de temor, disciplinada la mente y perseverando en el voto
del BRAHMACHARI permanezca
recogido y medite sólo en Mí, considerándome como lo Supremo.
15 El
YOGUI que de esta suerte vive, dueño de su inteligencia
y constantemente unido a su Yo superior, obtiene la paz, el supremo NIRVANA que en Mí reside.
16 Pero
la práctica del YOGA, ARJUNA,
no es para aquel que come en exceso o ayuna en demasía; ni tampoco para quien
acostumbra a dormir demasiado o se entrega a prolongadas vigilias.
17 El
YOGA, bálsamo de todo sufrimiento y dolor,
únicamente hállase al alcance de quien es parco en la comida y en las
recreaciones, mesurado en todos sus actos, y sobrio lo mismo en el sueño que en
la vigilia.
18 Cuando
la mente del YOGUI
encuentra la armonía y su Yo
interno la paz; cuando ha subyugado por completo su pensamiento ya indiferente
a toda cosa apetecible, se dice que goza de unión espiritual.
19 El
YOGUI que recogido en sí mismo se halla absorto en
la contemplación del Yo supremo, es comparable a una luz cuya llama, al abrigo
del viento, no experimenta oscilación alguna.
20 Cuando
tiene en sosiego la mente por el disciplinado ejercicio del YOGA, cuando al percibir el Yo por medio del Yo, halla
contento en sí mismo;
21 cuando
saborea el infinito deleite que está fuera del alcance de los sentidos y sólo
es asequible a la Inteligencia, ya no se aparta de la Realidad.
22 Alcanzada,
no hay otro logro de más valía, y firme en tal situación ni aun el dolor más
intenso podrá hacerle vacilar.
23 Sepa
entonces que esta ruptura de toda relación con el dolor, se llama YOGA, y que ha de practicarse con ánimo constante
e inquebrantable fe.
24 Después
de rechazar, sin excepción, todos los anhelos y designios engendrados por la
fantasía, y de reprimir con firme decisión mental todos los sentidos y órganos
de acción a doquiera se dirijan,
25 llegará
poco a poco el YOGUI, por medio de una voluntad tenaz, a la
calma de espíritu y, asentada la mente en el Yo, no pensará en cosa alguna.
26 Cada
vez que la veleidosa y tornadiza mente se desvíe, refrénese y redúzcase presto
al dominio del Yo.
27 Porque
la beatitud suprema está reservada al YOGUI que la tiene en sosiego y ha aquietado su naturaleza pasional; que está
limpio de pecado y participa de la esencia del Espíritu Supremo.
28 Así,
consagrándose sin cesar a la unión mística, el YOGUI obtiene sin dificultad el infinito goce de la comunión con BRAHMÁN.
29 Quien
se aplica de corazón al YOGA, ve al Espíritu en
todos los seres, y a todos
los seres en el Espíritu; por doquiera descubre al Yo.
30 Aquel
que Me ve en todas las cosas, y en Mí ve todas las
cosas, nunca se hallará por Mí abandonado, ni él me abandonará jamás.
31 El
YOGUI que, sólidamente afirmado en la Unidad,
adora mi Ser que reside en toda criatura, vive en Mí, cualquiera que sea la
condición de su vida.
32 Quien, por razón de la semejanza del Yo, ve
lo mismo en todas partes, tanto si es placentero como si es doloroso, es
calificado de YOGUI
perfecto.
Arjuna:
33 Siendo
la mente tan voluble y movediza, no acierto a comprender la duradera aplicación
de este YOGA que, según has declarado, estriba en el
equilibrio mental.
34 Porque, en verdad, la mente es
liviana, oh KRISHNA; turbulenta, imperiosa y obstinada. A mi
juicio es tan difícil de dominar como el viento.
Krishna:
35 Sin
duda, oh tú de poderoso brazo, la mente es inestable y difícil de someter. Con
todo, puede sujetársela por medio de asiduos esfuerzos, y por la indiferencia.
36 Arduo es alcanzar el YOGA para quien no ha logrado vencerse a sí
mismo: tal es mi sentir. Mas aquel que lucha con tesón puede conseguir el
dominio valiéndose de los medios adecuados.
Arjuna:
37 ¿Qué
suerte aguarda, oh KRISHNA, a quien muestra
alguna tibieza a pesar de su fe y, por su mente distraída, no ha podido
conseguir perfección en el YOGA?
38 Privado
de lo uno y de lo otro, vacilante y confuso en el sendero de BRAHMÁN, ¿no se pierde acaso cual desgarrada nube
al desaparecer en el espacio?
39 Dígnate, oh KRISHNA, desvanecer completamente esta duda mía, toda vez que nadie sino Tú,
puede disipar tal incertidumbre.
Krishna:
40 Ni
en este mundo ni en el otro encuentra la perdición un hombre tal, pues quien
obra con rectitud no puede recibir daño en retorno.
41 Después
de entrar en la mansión de los justos y permanecer allí durante años sin
cuento, aquel que no ha prosperado en el YOGA renace
en un hogar puro y venturoso;
42 o
bien nace en una familia de sabios YOGUIS. Con todo, semejante nacimiento es muy difícil de lograr en este mundo.
43 Y,
recobrando entonces, la misma disposición de ánimo que había adquirido en su
cuerpo anterior, lucha con mayor aliento para llegar a la meta inalcanzada.
44 Pues,
en virtud del hábito contraído, siéntese impulsado a reanudar su tarea, aun contra
su voluntad. Con sólo desear conocer el YOGA,
se hace uno superior a toda escritura, por sagrada que sea.
45 Luchando
sin tregua ni descanso, el YOGUI, purificado de
toda culpa, llega a la perfección a través de repetidos nacimientos y alcanza
el fin supremo.
46 Conviértete
en YOGUI, ARJUNA,
pues el YOGUI es considerado más grande que los austeros
ascetas, más grande aún que los sabios, y también más grande que los hombres de
acción.
47 Pero
de entre todos los YOGUIS, aquel que lleno
de fervor y con su Yo interno fijo en Mí, me rinde adoración, aquél es superior
a todos.
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