Realizando un
reduccionismo extremo, se puede llegar a la conclusión de que estas tres
palabras resumen, con certeza, todos los males que aquejan a la humanidad y
además en el orden expuesto.
Contra la Ignorancia ,
Conocimiento.
La falta de
conocimiento, en el más amplio sentido del término y que no es otra cosa que la Ignorancia , da como
resultado que las personas empecemos a cavilar, sin fundamento, el porqué del
resultado de algunos efectos producidos tras alguna causa aleatoria y de poco
fundamento científico. El mismo día que se pasó por debajo de una escalera se
produjo una fuerte discusión con la pareja y por lo tanto se decide que pasar
por debajo de una escalera es malo, en todos los casos, y no se debería
realizar jamás. Además, lo consideramos de tal importancia que hasta lo
reflejaremos en nuestros escritos para que nuestros descendientes tampoco pasen
debajo de las escaleras, dado que les traerá malas consecuencias. De este modo,
la superstición viaja, junto con el conocimiento, de generación en generación
por la historia de la especie humana hasta nosotros.
Contra la Superstición ,
Sabiduría
Cuando una opción se
da por incuestionable, como es el caso de muchas supersticiones que podrían no
ser consideradas como tales, se produce la intransigencia en escritos y
conversaciones. Cuando dos opciones contradictorias se enfrentan
dialécticamente se suele producir una disputa para conseguir que lo que
nosotros hemos, supuestamente, aprendido es lo que debe de prevalecer, dado que
el otro está inevitablemente equivocado. Esto se produce porque damos como
bueno y único todo aquello que se nos ha enseñado por medio de los libros o de
otros medios de divulgación de la información.
Contra la Intolerancia ,
Flexibilidad de pensamiento (Tolerancia)
Estos tres males,
origen de todos los demás, son los que utilizan ciertos individuos y grupos
para manipular a sus semejantes y llevarlos por la senda que ellos consideran
la correcta. Muy probablemente ello no se lleve a cabo con malicia alguna, dado
que lo hacen con la mejor voluntad posible; pero dado que ellos están bajo la
égida de estas tres razones equivocadas, terminan llevando a sus acólitos hacia
la desorientación y consecuente pérdida del Camino.
Por lo tanto:
1.- Reconozcamos
nuestra Ignorancia
2.- Evitemos dar nada
por sentado hasta que sea evidente por la natural repetición
3.- Compartamos
nuestras convicciones y criterios con el necesario respeto y flexibilidad, lo
que nos hará seguir adquiriendo, del otro, el conocimiento necesario para dejar
de ser, algún día, ignorantes.
Aralba
No hay comentarios:
Publicar un comentario