jueves, 10 de junio de 2010
Pixies
Hay veces que el espíritu rebasa las fronteras auditivas y se confunde con sonidos provenientes de manos y voces sensibles a cualquier caricia creada por el dolor y el placer.
Hay veces que el espacio que separa una cuerda de bajo de uno-mismo queda reducido a números negativos, a inexistencias aparentes que nos hacen confundir las distancias, donde el aquí y ahora se sitúa entre un traste y un recuerdo de nuestra infancia más remota.
Hay veces que se viaja con la velocidad del sonido, creando gracias a su energía, materia integrante de nuestra alma necesaria para el deleite de cualquier placer sensorial y transperceptivo .
Debaser
Siempre que se escucha a los Pixies, el espíritu rebosa fronteras, las distancias se anulan y se crea un trozo de alma.
Siempre que se escucha a los Pixies, nos planteamos en qué cielo de qué isla dejamos nuestra mente.
Siempre que se escucha a los Pixies, se vuelve a creer en la música.
Hey
Carlos Postigo
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Cuanta razón tienes....yo siento lo mismo! saludos!
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