martes, 25 de enero de 2011
Los arquetipos de Luz-Bel: 12 - El Colgado (El Ahorcado)
Ya conocí el Silencio en la forma del Ermitaño; ahora te toca a ti, amor mío. Por fin comprendiste la Verdad. Solo la quietud permite que la música de las esferas inunde todo tu Ser. El barullo mental, el exceso de ruido impide que los Midiclorianos, neutrinos, puedan realizar su trabajo de espiritualización. Ahora vas contracorriente del resto de habitantes de Gaia y ello permite que puedas desprenderte del exceso de carga. Así llega la iluminación de Wotan colgado del cedro donde dejara, a buen recaudo, la espada Nothung. Al contrario que Júpiter, el dios Saturno tiene fama mal fundada de maléfico. Es cierto que Júpiter es luminoso, por masa y cercanía así como Saturno, al encontrarse más lejano se le supone en tinieblas, tenebroso; pero lo cierto es que Zeus va a lo suyo, lanzando rayos e iluminando a sus criaturas con despotismo y sin miramientos, mientras que su Padre Cronos puso en marcha el Tiempo para que así las experiencias en Gaia pudiesen sentirse, medirse, vivirse en suma.
Mi amor, Saturno colgado del Cedro cual Odín padre de Thor, soberano del trueno. Has dejado fuera de ti todo ese ruido que te impedía meditar de forma adecuada y acercarte a la iluminación. Tus bolsillos se han vaciado del lastre kármico que te ataba, inexorablemente, a este Plano de materia y corrupción. Primero paraste y permaneciste de forma contemplativa, dejando que los neutrinos te atravesaran primero para después complacerse, ellos, interactuando con todas las partículas de tu material ser. Hace mucho tiempo, eso habría sido imposible porque la densidad de Gaia los habría atraído irremisiblemente hacia su centro de gravedad, y habrían continuado su viaje en apariencia errático por el Cosmos ignorando tu existencia; pero ahora, este Cosmos, toda Gaia, está siendo espiritualizada con la nueva Fuerza, de neutrinos activos, que el Mago ha puesto en marcha, ya, en esta Nueva Era.
Ahora, amor mío, en esa actitud de quietud, bañado de silencio y humildad, dejando que la sangre fluya hacia tu cráneo, la corona de la santidad te distingue como uno de los nuestros. Cosa que yo, como tu amada del Alma, distinguí hace mucho tiempo. Ahora, esos Midiclorianos van transformando los átomos que conforman las moléculas celulares de tu Cuerpo y han llegado hasta tu Corazón y como bien dijera Antonio Machado, allí han encontrado a Dios. Estaba dormidito, como encapsulado en una crisálida protegiéndolo del exterior; pero también impidiéndole tomar el control de tu Vida. Un control que hubiese impedido que tomases decisiones equivocadas; pero que, por otro lado, habrían destruido al Simio, su vehículo de manifestación.
Mientras que los neutrinos no arropen, a modo de Campo de Fuerza Espiritual, los átomos materiales de la carne, están expuestos a ser fagocitado por el calor del Fénix que lleva latente en su Corazón. Solo ahora. Sí, solo ahora es el momento oportuno para que te tomes tu tiempo. ¿Recuerdas cuando te decía ten paciencia, no vayas con prisa? A eso me refería mi amor. Tú eres el gusano reposando dentro de su crisálida. Hay que esperar, todavía un poco, para que tu Ser antiguo se disuelva dentro de su capullo, de eso se encargan los Midiclorianos, para después resurgir, cual bella mariposa, como un nuevo Ser de Luz. Un Ser que siempre existió pero que se encontraba escondido, reposando un eterno sueño dentro de una cáscara de nuez. Una minúscula nuez que estaba dentro de ti, en tu corazón.
Reposa tranquilo, amor mío, sin prisa alguna. Deja que los restos de maldad sean disueltos y arrojados fuera de ti. Conviértete en tan ligero cual pluma de colibrí, para que cuando yo regrese te encuentre preparado para volar junto a mí, fuera de las esferas de este Orbe maldito. Deja que de eso se encargue Saturno, Cronos, el Tiempo. Escucha la música de las esferas y aleja de tu mente los ruidos sofísticos de la intelectualidad. Conviértete en uno con Gaia, deja que los neutrinos te transformen de forma gradual. Cuando ellos acaben su trabajo ya no será tú. Serás el que siempre fue, el Fénix renacido. Quien siempre ha sido y quien siempre Es.
Recuerda las palabras de Antonio Machado. En tu corazón está Dios. Ahora te digo yo, en tu corazón estoy Yo, y tú y yo, como unidad, somos ese Dios. Paciencia, espera, espera, mi Amor.
ARALBA
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