viernes, 30 de julio de 2010
Picnic at Hanging Rock – Madrid 43º
Madrid. 29 de Julio. Ocho de la tarde. 43 grados a la sombra. Filmoteca. Cine Doré. Calor.
Sudor.
Sed.
Sopor.
Visiones difuminadas.
Voces cerca, lejos, alrededor, dentro de uno. Me rodean.
Una Roca. Un grupo de chicas de excursión. Las chicharras cantando; más bien, destrozando los oídos. La calima conquista la realidad, la tergiversa, la hace irreal. Te hace sumirte en una calma demasiado apacible como para dejar la conciencia de lado; pero aun así, te amodorra.
La imagen se confunde con el sonido; una flauta de pan baila con un sintetizador setentero haciendo que mi angustia me arrope en un sueño dentro de su mismo sueño. Aun despierto, solo percibo imágenes oníricas en un poema visual-auditivo que reprime mis ganas de gritar, de desperezarme y una vez quitado el corsé, vagar por la cima de un sueño difícil de realizar.
Poco a poco y como lírica inconclusa, veo surgir los títulos de crédito. ¿En la pantalla?, ¿en mi sueño?, ¿en el cristal de mis gafas?. Creo que he dormido, o más bien alguien ha soñado por mi a la vez que visualizaba una película. No lo sé, dudo. Me levanto, me despido de mis amigos y me voy a dormir. ¿Dormir he dicho?.
Carlos Postigo
Cuadro de Cabecera: Sweet Disorder By Kay Harwood
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