Cuando los sueños se hacen realidad…
Los de mi generación, que ahora andarán por los treinta largos, jamás soñaron ver a el equipo de España ganar una Eurocopa de fútbol y menos un mundial.
Nosotros nos criamos viendo a los otros levantar las copas. Llegaban las finales y otras cabezas jaleaban sueños ajenos, sueños imposibles, sueños que no nos pertenecían y parecían inalcanzables.
Los mundiales de los españoles eran los mundiales de la desilusión, la rabia y la derrota. Empezábamos la película sabiendo que la dejaríamos de ver a tres cuartos del final, siempre de la misma forma, con lágrimas en los ojos y cagándonos en el árbitro, en el poste, en el portero, o en lo malo que era Salinas sólo ante el portero.
Por eso ha hecho falta la sangre de Luis Enrique y la rabia de tantas y tantas décadas para logran cumplir el sueño desde la humildad de unos personajes como Iker Casillas, Vicente del Bosque, Jesús Navas o Iniesta, millonarios eso sí, pero que diera la impresión de que uno fuera a encontrárselos en la panadería del ahorramás haciendo la compra.
Con este mundial se ha logrado un sueño, como diría un comentarista, se ha demostrado que “a veces también ganan los buenos”, se ha conseguido unir a un país dividido y en crisis, los nacionalistas independentistas y españolistas se han mirado por un día al espejo y han visto mas allá de su ridícula frontera inventada.
Me quedo con la imagen del hijo con síndrome de down de Del Bosque levantando la copa.
Me quedo con la mirada de Iniesta tras marcar el definitivo gol mostrando la camiseta dedicada a su fallecido amigo y futbolista Jarque.
Me quedo con el beso apasionado de Iker Casillas a su novia Sara Carbonero.
Porque el año en que España ganó la copa del Mundo pasaron cosas muy tristes en mi vida y otras totalmente maravillosas; y porque siempre recordaré aquel gol final en que un país entero aprendió a caminar por encima de sus miedos y a reconocer que todos los sueños, si uno cree en ellos, pueden hacerse realidad.
Volverán los días de ingenio
El mundial que nunca ganaremos
La fuerza y las noches de miedo
Los clásicos serán siempre modernos
Eres lo único que me queda
La resistencia clandestina
Defendiendo causas perdidas
Romanticismo suicida
Indispensable en tu equipaje
Iré contigo a todas partes
Como tu canción favorita
Sáinese inseparables
Te abrazare hasta el fin de los tiempos
Seré tu piel tus mejores momentos
Un clásico antiguo como un beso
Y haré por ti todas las cosas que nunca hice por mí
Aunque las calles se derritan
Aunque las flores se marchiten
Aunque pasemos de los 30
Y las derrotas seas eternas
Te abrazare hasta el fin de los tiempos
Seré tu piel tus mejores momentos
Un clásico antiguo como un beso
Y haré por ti todas las cosas que nunca hice por mí
Volverán los días de ingenio
El mundial que nunca ganaremos
Te abrazare hasta el fin de los tiempos
Seré tu piel tus mejores momentos
Un clásico antiguo como un beso
Y haré por ti todas las cosas que nunca hice por mí
Si que nunca hice por mí
DANIEL DÍAZ
martes, 13 de julio de 2010
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