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miércoles, 11 de mayo de 2011

Parábola del Dardo - Buda


Una persona mundana que no conoce la enseñanza, experimenta una sensación agradable, experimenta una sensación desagradable o una sensación neutra. Un noble discípulo que conoce la enseñanza también experimenta una sensación agradable, una sensación desagradable o una sensación neutra. ¿Cuál es la diferencia entre un noble discípulo que conoce la enseñanza y una persona que no conoce la enseñanza? Cuando una persona mundana que no conoce la enseñanza es tocada por una sensación dolorosa, se inquieta y aflige, se lamenta, se golpea el pecho y llora y está muy turbada. Es como si un hombre fuera traspasado por un dardo y, a continuación del primer impacto, fuera herido por otro dardo. Así, esa persona experimentará las sensaciones causadas por los dos dardos. Ocurre lo mismo con la persona mundana que no conoce la enseñanza; cuando tiene una sensación dolorosa, se inquieta y sufre, se lamenta, golpea el pecho y está muy turbada. Así experimenta dos sensaciones: la corporal y la mental.

Pero en el caso de un noble discípulo enseñado, cuando recibe una sensación dolorosa no se inquieta, no se aflige ni se lamenta, no se golpea el pecho y llora, ni está muy turbado. Experimenta una sensación: la corporal, pero no la mental. Es como un hombre que ha sido traspasado por un dardo, pero no es herido por un segundo dardo que sigue al primero. Así, esa persona experimenta las sensaciones causadas por un solo dardo. Ocurre lo mismo con el noble discípulo que conoce la enseñanza. Cuando tiene una sensación dolorosa, no se inquieta, no se aflige, ni se lamenta, no se golpea el pecho y llora, ni está muy turbado. Experimenta una sola sensación, la corporal.


Extracto de “Siddharta. El Príncipe Iluminado” – Ramiro A. Calle

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