martes, 31 de mayo de 2011
Kaos Quántico - CONSPIRACION - Ares... –250
Cuando lo previsto acaece, siempre es bueno tener algún Camarada a tu lado.
Marta (Expedicionaria a Marte)
*
(Dimensión Gaia 2073 d.c.)
12.-Ares... –250
Los áridos cauces, desprovistos de aguas arcanas, imploraban compasión a la mirada escrutadora del maltrecho explorador. Una infinidad de gránulos de óxido ferroso, pulverizados hasta límites microscópicos, golpeaban con devastadora fuerza, el protector externo de una escafandra de titanio.
El andar se convertía en algo pesado y casi imposible, debido a la roja y casi invisible arena, que con inexorable tesón, penetraba por las juntas, hasta que llegaba a las rótulas del sofisticado exo—esqueleto. Allí, se mezclaba con las grasas sintéticas de los rodamientos y, a pesar de la poca gravedad del Planeta, cualquier movimiento se convertía en algo penoso e insoportable.
Atrás quedaba, en su entumecida memoria, un extrañamente averiado tractor, en un paisaje aún más desolado y una alucinación, que le gastara su mente, de una negra sombra acechante, que se escondiera de su presencia.
El visor cristalino, de zafiro polimerizado, empezó a perder su elaborada transparencia, ya que el desgaste sufrido, al contacto con la gélida y ácida tormenta de Coriolis, iba en aumento tras haberse producido unas pocas mellas, en apariencia, inofensivas.
Valle Marineris contemplaba, impasible, el drama de la próxima tragedia, que se cernía sobre el experimentado astronauta de la NASA—ESA.
Como un muñeco de trapo, quedó inerte y expuesto a la inconsciente voluntad de unos vientos imposibles, mientras su mente elucubraba sobre la posible ayuda que aún no llegaba.
Marte, dios de la guerra, estaba consumiendo su poca fuerza vital. La respiración se fue convirtiendo en algo espasmódico y su cadencia se acortó peligrosamente. "Ya me queda poco" pensó.
Con el estruendo, vociferil, cóctel de aire y arena, no pudo escuchar el sordo tronar de los potentes motores diesel de un Mars—Rover, cuyas superficies, expuestas, siseaban al contacto de tan feroz tormenta de arena y ácida nieve.
Un pequeño soplo de vida intentaba permanecer, acurrucado, al amparo de una pequeña duna, que alrededor de su inmóvil cuerpo se había formado.
— Justo a tiempo, lo hemos encontrado teniente.
— Demos gracias, Marta, a que funcionó su emisor de emergencia.
Incluso en un lugar tan inhóspito, podían salir a relucir los mejores sentimientos de aquellas personas curtidas por las más terribles inclemencias y arropadas por la más insoportable inesperanza de futuro.
— ¿Está vivo Capitán?
— Por poco, Roberto Beltrán’Jr, no lo cuenta.
*
Cuadro de cabecera: "The Red Cosmonaut" - Jeremy Geddes
lunes, 30 de mayo de 2011
Pasión por la Libertad – Mauricio Rojas
Lo que odian es su propia versión mítica del “neoliberal”, figura demoníaca que encarna todos los males y es culpable de innumerables desdichas, tanto sociales como personales. Éste es un aspecto fundamental del pensamiento tribal, ya que la tribu, para constituirse como tal y mantenerse unida, necesita tanto de la supuesta bondad de las fuerzas mágicas encarnadas en su jefe o caudillo como de una fuerza antagónica, igualmente mágica, pero amenazante y destructiva, fuente de todos los males, y cuyo arquetipo no es otro que el anticristo del milenarismo medieval. Así se ordena el pensamiento maniqueo, cuya paleta no tiene más colores que el blanco y el negro.
La rabia […] de aquellos que han visto sus dioses tribales reducidos a la impotencia y abandonados por muchos o, peor aún, convertidos, como la imagen estilizada de Guevara, en mercancía barata del carnaval urbano moderno.
Extracto de “Pasión por la Libertad” – Mauricio Rojas
domingo, 29 de mayo de 2011
Obispo Thomas & Berbard de Mandeville
Canción de la Libertad del Obispo Thomas (1439)
Berbard de Mandeville - "The Fable of the Bees"
No bees had better Government[...]
They were not Slaves to Tyranny,
Nor ruled by wild Democracy;
But Kings, that could not wrong, because
Their Power was circumscrib'd by Laws.
No había abejas mejor gobernadas[...]
De la tiranía no eran esclavas,
Ni estaban regidas por una democracia salvaje;
Sino por reyes, que no podían cometer agravios, ya que
Su poder estaba circunscrito por las leyes.
Berbard de Mandeville - "The Fable of the Bees"
Berbard de Mandeville - "The Fable of the Bees"
No bees had better Government[...]
They were not Slaves to Tyranny,
Nor ruled by wild Democracy;
But Kings, that could not wrong, because
Their Power was circumscrib'd by Laws.
No había abejas mejor gobernadas[...]
De la tiranía no eran esclavas,
Ni estaban regidas por una democracia salvaje;
Sino por reyes, que no podían cometer agravios, ya que
Su poder estaba circunscrito por las leyes.
Berbard de Mandeville - "The Fable of the Bees"
viernes, 27 de mayo de 2011
Tradición Esotérica de Occidente - Introducción (I)
¿QUÉ ES EL ROSICRUCIANISMO?
Hemos cogido el primer diccionario enciclopédico que teníamos a mano y hemos leído en el vocablo correspondiente a Rosacruz: "Sociedad secreta de origen alemán (siglo XVII), vinculada hoy a la Masonería ..."
En nuestro, "muy universal", Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española , ni tan siquiera se menciona dicha palabra; es decir, no existe.
Según la lógica, Rosacruz sería todo aquel miembro que militase en la mencionada Organización, siendo Rosicruciano otra forma más o menos sinónima de decir lo mismo aunque con un carácter como de andar por casa.
Luego entonces, el Rosicrucianismo vendría a ser el Movimiento Esotérico Mundial, cuyo cuerpo doctrinal está basado en la Filosofía o Religión Rosacruz que se conoce por medio de los escritos de sus más destacados expositores, tanto de los siglos XVI y XVII como de los tiempos anteriores y posteriores a estos; léanse: Cristian Rosentkreutz, Johan Valentín, Andréae, Michael Maier o Robert Flud entre otros.
En las obras de todos los autores mencionados subsiste un denominador común: su continua referencia a procesos químicos de la época.
En los primeros libros conocidos como Rosacruces podemos leer, de continuo, la cantinela que acusa con fuerza a todos aquellos falsos alquimistas, cuya única pretensión era conseguir la piedra que les permitiese transformar los metales viles en el más puro de todos: el oro.
Las obras Rosacruces estaban cargadas de una profunda simbología; pero también de grandes y literales verdades, las cuales, acusaban al entorno social contemporáneo, en que fueron escritas.
Aquellos siglos fueron una época de continuas guerras religiosas, de donde surgiría la reforma protestante, gracias al nacimiento de la imprenta que conoció la luz debido al esfuerzo del Maestro Gutenberg. La conciencia de los habitantes de la tierra se expandió, al ser divulgadas al conocido entonces como populacho, muchas de las obras literarias que hasta ese instante no habían sido más que patrimonio exclusivo del ámbito eclesiástico.
¿Qué pretendían aquellos revolucionarios que se adelantaron a su época y que sin embargo, sus raíces se remontan a épocas tan arcaicas?
La unidad indisoluble de la ciencia, entonces en mantillas, con la religión más pura o creencia en Dios como el Arquitecto del Universo y el Arte o expresión vital tangible, manifestación de las anteriores.
La Filosofía Rosacruz es un Arte, el Arte de unir, no falsamente, el pobre conocimiento que le es permitido al hombre, a la divina intuición que alberga nuestro espíritu en todos los miembros de nuestra especie.
El Rosicrucianismo, visto todo lo anterior, pretendería y pretende un cambio radical de la visión que tenemos del mundo y de la vida, todos los habitantes que poblamos la nave sideral que conocemos como planeta Tierra; así se convierte, el hombre, en un ser más consciente de su esencia divina y de la unidad indeleble que le liga con cualquier partícula del universo.
Con el conocimiento de la Sabiduría Universal, ¿qué sentido puede tener el realizar algún daño a cualquiera de nuestros semejantes? ¿qué utilidad tendrían las guerras que tan inútilmente acaban con la vida de millones de nuestros hermanos? ...
El Rosicrucianismo, pretende que todos los hombres se sientan solidarios y se amen entre sí, pues forman parte de una única unidad vital, fundamental en la composición y en la evolución del cosmos que conocemos.
El Rosicrucianismo, en suma, ha pretendido durante siglos, y quiere conseguir en estos momentos de la historia, la eliminación total de la intolerancia, el fanatismo y la ignorancia que debilitan el divino espíritu humano, lacras lamentables de la sociedad, y que mantienen al Ser conocido como hombre en la más horrible de las esclavitudes: la del Imperio del Universo de los Deseos.
ARALBA
jueves, 26 de mayo de 2011
Los Miserables - Victor Hugo II
Si se ha de creer a ciertos oráculos de la política recelosa, bajo el punto de vista del poder, un motín es una cosa deseable. Para ellos es un axioma que el motín afirma a los gobiernos si no los destruye; porque pone a prueba el ejército, concentra a los ciudadanos, estira los músculos de la policía y pone de manifiesto la fuerza del esqueleto social. Es un ejercicio gimnástico, casi higiénico. El poder se siente mejor después de un motín, como el hombre después de una fricción.
Extracto de Los Miserables – Víctor Hugo
miércoles, 25 de mayo de 2011
Los arquetipos de Luz-Bel: 19 - (1+9=10=1+0=1) El Sol (El Renacimiento)
Un nuevo Eón ha surgido como consecuencia de la suma de todos los Eones del Cosmos. Todavía no ha penetrado en el Mundo Original, está en ello. Es nuevo porque aunque es la suma de Isis espiritualizada, la Naturaleza, y Osiris reconstituido, Adam Kadmón, con su consciencia plena. Es la suma de las experiencias que se han asumido tras recorrer inmensidades de periodos de tiempo en diferentes planos del Multiverso. Cada Eón era el Espíritu de dos almas gemelas con diferente polaridad. Podría decirse que ha Nacido una Criatura nueva que tiene todo lo que tenían sus padres pero algo más. Es Horus, el Gran Ojo cósmico, el Gran Ser que lleva en su seno lo masculino y lo femenino; pero limpio y sin mácula, nuevo, infantil. Atrás han quedado todas aquellas malas experiencias que han permitido sublimar lo basto y convertirlo en útil y pura herramienta para poder traspasar este Plano Cósmico.
Se enfrenta ante una última prueba, donde se juzgará si esa limpieza de su cuerpo es plena; pero mientras tanto, un júbilo inmenso recorre a todas sus partículas antes divididas, ahora unidas en un solo Ser. Horus ocupa toda Shambala. Ahora Shambala es lo único que permanece del Multiverso. La inmensa masa de energía que se encontraba distribuida en cada una de las estrellas del cosmos está condensándose en una minúscula masa de densidad cuasi infinita. Las Fuerzas de sus hermanos del otro lado tiran de él. La implosión ha comenzado y todo volverá a comenzar; pero de otra manera, ya que la experiencia acumulada por el Dios de Dioses le permitirá no cometer los errores del pasado.
Al contrario de lo que se piensa la gente, los Dioses no son perfectos, tan solo eternos. Nunca conocieron en el pasado un nacimiento, ni tampoco una muerte. Este Ser cuando regrese a casa sabrá lo que es vivir, gozar y sufrir. Conocerá lo que es pasar por la transición de la Vida y la Muerte una y otra y una multitud de veces más. Esta no fue una Obra Teatral como las que sus hermanos interpretan de forma habitual en el Mundo Eterno de los Dioses. El Dios ha tomado una nueva consciencia y que le era desconocida con anterioridad. Está a punto de dar el salto cuántico. Cuando ello suceda, todavía queda, nada quedará del escenario pero como nada es todo así compartirá con sus hermanos sus humanas y divinas experiencias.
Los Dioses del Mundo Original podrán conocer que todos sus actos tienen consecuencias y que de esos efectos pueden surgir criaturas sin vida propia y que hay que controlarlas. La falta de consciencia puede provocar la inactividad del Dios y de su inanición una nueva inconsciencia más profunda que convierte a los Dioses en Seres Fríos y que se mueven por inercia sin contemplar la equidad y la Justicia. Para que el Dios sea Justo tiene que poseer consciencia de sí mismo y de sus criaturas; Los Efectos, consecuencias de sus Actos.
Ya, Horus, el dios Niño, que es capaz de verlo todo lo de sí mismo y lo de sus innumerables partículas de Energía, mece en su seno con una nana celestial sus nuevas experiencias y por tanto una nueva memoria. Memoria, esta, que compartirá con sus hermanos tras ser reconocido como tal. ¿Qué te ha pasado Adam Kadmón?, le dirán. El contestará no me llaméis más así, aquel Dios murió, el que regresa del anfiteatro de vacío Cósmico es otro Ser. Uno que conoce la alegría y la tristeza. Uno que conoce la piedad y el sufrimiento de sus propias entrañas.
El espectáculo ha sido magnífico Horus, le dicen sus hermanos; pero debemos ser sinceros contigo y decirte que hemos sufrido contigo y también hemos reído. Vimos como pequeñas e inocentes criaturas de los mundos creados por tu organismo divino luchaban, con ferocidad, para poder sobrevivir. Todo eso, querido Horus, ha sido diferente a todo lo que conocíamos de toda una Eternidad que nunca tuvo un principio y jamás tendrá un final. Vimos tu sufrimiento y los hilos que te comunicaban con nosotros, por medio de los agujeros negros de tu Multiverso, nos transmitían esas corrientes eléctricas y nos hicieron llorar. Conocimos el llanto y sus lágrimas que caían de nuestros párpados. Conocimos la risa y las carcajadas de tus efímeras criaturas cuando disfrutaban de algo etéreo y temporal. Pasa, ya, la última Prueba Hermano y termina de regresar a nuestro lado. Comparte, con plenitud, tu Vida en ese oscuro Plano.
ARALBA
lunes, 23 de mayo de 2011
Los dos lobos
Una mañana un viejo Cherokee le contó a su nieto acerca de una batalla que ocurre en el interior de las personas.
Él dijo, "Hijo mío, la batalla es entre dos lobos dentro de todos nosotros".
"Uno es - Es ira, envidia, celos, tristeza, pesar, avaricia, arrogancia, autocompasión, culpa, resentimiento, inferioridad, mentiras, falso orgullo, superioridad y ego.
"El otro es - Es alegría, paz amor, esperanza, serenidad, humildad, bondad, benevolencia, empatía, generosidad, verdad, compasión y fe.
El nieto lo meditó por un minuto y luego preguntó a su abuelo: “¿Qué lobo gana?”
El viejo Cherokee respondió: "Aquél al que tú alimentes."
20 Poemas de Amor y Una Canción Desesperada - Pablo Neruda 16
Este poema es una paráfrasis del poema 20 de El Jardinero de Rabindranath Tagore
En mi cielo al crepúsculo eres como una nube
y tu color y forma son como yo los quiero.
Eres mía, eres mía, mujer de labios dulces,
y viven en tu vida mis infinitos sueños.
La lámpara de mi alma te sonrosa los pies,
el agrio vino mío es más dulce en tus labios:
oh segadora de mi canción de atardecer,
cómo te sienten mia mis sueños solitarios!
Eres mia, eres mia, voy gritando en la brisa
de la tarde, y el viento arrastra mi'voz viuda.
Cazadora del fondo de mis ojos, tu robo
estanca como el agua tu mirada nocturna.
En la red de mi música estás presa, amor mío,
y mis redes de música son anchas como el cielo.
Mi alma nace a la orilla de tus ojos de luto.
En tus ojos de luto comíenza el país del sueño.
sábado, 21 de mayo de 2011
Hacia la Democracia IV - Ágora 15M
Cuando el 20 de febrero comenzamos con esta aventura de intentar responder lo que significa para nosotros la Democracia y los motivos del porqué, en estos instantes, no existe ninguna forma de gobierno que se pueda denominara plenamente así, no pensábamos que íbamos a confluir con el malestar de mucha gente castigada por esta, mal denominada, crisis global y que más bien se trata de una gigantesca Estafa. Una estafa de parte de quienes manejan nuestros cuartos, los bancos, y de quienes con su mirada hacia otro lado, los políticos, permiten que nos metan mano, nos desnuden de nuestra dignidad y nos tiren a la intemperie de lo inhumano.
Esos políticos y sus campañas electorales que vienen siendo financiados, generalmente a fondo perdido, por la Banca, hoy “se les ha pillao con los calzones bajaos” Ya era hora de que no solo a nosotros, los ciudadanos de medio pelo, se nos metiera mano en nuestras diezmadas arcas y en los derechos duramente adquiridos en el transcurso de décadas. Ahora les ha tocado a ellos demostrar de qué catadura están hechos y si pudieran estar a la altura de su culta ciudadanía.
Tras acercarnos el viernes 20 de mayo a la “Ágora”, Plaza de la Puerta del Sol de Madrid pude comprobar, con mis propios ojos, que había estado equivocado en un principio al creer que los convocantes de dicha concentración no debían de ser más que cuatro pijos de tres al cuarto. De hecho, nos fue harto difícil acercarnos a la plaza dado que a las 21 horas aquella estaba a rebozar, con más de 16.000 ciudadanos, rodeando un núcleo de pequeñas tiendas de campaña y parcas improvisadas con plásticos blancos y azules. Las nuevas acampadas y corrillos asamblearios se producían en plazas cercanas, como las de Callao, Benavente u Ópera, dado que las calles Preciados, Carmen, Arenal, Montera, junto con el resto de sus hermanas ya estaban repletas de personas sentadas en cuclillas, andando o compartiendo espacio con aquellas personas que disfrutaban de las terrazas de la zona comercial.
Los partidos políticos, cada uno a su modo, tras despertar del sueño de Morfeo que les había tenido en babia, han intentado capitalizar estas concentraciones y que no se sabe muy bien si han sido espontáneas, quizá inspiradas por lo que está sucediendo en los países del norte de África o por algunos grupos antisistema, de carácter anarquista, que por fin entendieron que la mejor forma de denuncia es la protesta pacífica, al estilo Gandhi, en lugar de las provocaciones a los agentes de seguridad, a las que nos tenían acostumbrados. Incluso, hasta el Tribunal Constitucional ha tenido que poner en su sitio a alguno de los partidos cuando intentaba interponer algún recurso de amparo por la ilegalidad de los actos, dado que ellos no podían demostrar ser los convocantes.
Hace tiempo veníamos denunciando, yo mismo, y algunos medios de comunicación que nos encontrábamos como adormilados por algún tipo de narcótico audiovisual que nos impedía abrir los ojos y ver lo que sucedía a nuestro alrededor. Tanto los partidos políticos de izquierdas, progresistas así como los sindicatos estaban inmovilizados por una extraña pereza debida a las subvenciones estatales de todo tipo. Nos estaban dando de hostias y nosotros como si no fuera con nosotros. Ahora que el malestar general, el hambre, la indignación por la injusticia de los derechos perdidos abre los ojos de la población. Esos mismos medios mediáticos, cavernarios, cizañan a los poderes para que actúen contra los manifestantes, acampados, o como se les quiere denominar para que se cumpla con la legislación vigente.
Lo único que se puede sacar realmente en claro, de todo lo que está pasando en este día de reflexión, es que: O los partidos políticos cambian sus estrategias de un modo radical, dando una participación real a la ciudadanía o el principio del fin para ellos habrá comenzado y el propio ciudadano les retirará el mayestático abrevadero que les separa de la realidad vivida por el común de los mortales.
Antonio Ruiz Alba
jueves, 19 de mayo de 2011
Los Miserables - Victor Hugo
[…] el robo y el pillaje se erigían en protesta contra la propiedad y el trabajo; se asimilaban ciertas ideas elementales, especiosas y falsas, justas en apariencia, absurdas en realidad; se envolvían en estas ideas, desaparecían en ellas en cierto modo; tomaban un nombre abstracto, y pasaban al estado de teoría; y de esta manera circulaban entre la multitud laboriosa, paciente y honrada, sin noticia de los mismos químicos imprudentes que habían preparado la mixtura; sin saberlo las masas que la aceptaban. Siempre que se verifica un hecho de este género es muy grave. El padecimiento engendra la cólera, y mientras que las clases prosperan, se ciegan o se adormecen, lo cual es siempre cerrar los ojos, el odio de las clases desgraciadas enciende su antorcha a la luz de algún ánimo tétrico o contrahecho, que sueña en un rincón, y con ella se pone a examinar la sociedad. ¡El examen del odio! ¡Cosa terrible!
Extracto de Los Miserables - Víctor Hugo
Acuarela de cabecera: "El que mueve los hilos" - Luis Alberto Ruiz
miércoles, 18 de mayo de 2011
El Libro del Patio Amarillo - 19
Intentemos expicar las leyes
propias de cada víscera.
El corazón es el dueño del reino,
el rey de las cinco vísceras.
El pensamiento que se mueve y se para en él,
el aliento que le acompaña.
La Vía : preservar naturalmente,
los rayos de mi divina claridad.
Yo he perforado mi esencia florida,
armonizo yin y yang.
Durante el día, cuantas luces !
En la noche, se conserva por sí solo.
Sedientos, tendréis bebida ;
hambrientos, seréis hartados.
Recorred los seis receptáculos
y escondeos en mao y you.
Desviad el yin del yang
y ocultadlo en el nueve.
Expertos en este arte,
ignoraréis el envejecer.
martes, 17 de mayo de 2011
Kaos Quántico - CONSPIRACION - Siniestros Hombres de Gris II
*
La puerta de entrada al domicilio de Roberto Beltrán se encuentra abierta de par en par. En el pasillo una pequeña gorra de béisbol de color verde y en el salón el blanco e inerte cuerpo de Petunia, la Planchadora, sobre un charco carmesí.
Berta no hace más que repetir una rutina de emergencia.
— ¡HA HABIDO UNA EMERGENCIA DE PRIORIDAD 1! ¡EXTREMA VIOLACIÓN DE LOS CÓDIGOS DE SEGURIDAD! CONTESTE ALGUIEN POR FAVOR...
—LLAMADA REPETIDA AL 112. SE HA PRODUCIDO VIOLACIÓN DE TODOS LOS SISTEMAS DE EMERGENCIA. ¿ALGUIEN PUEDE ESCUCHARME OPERADORA?... SEÑORITA PETUNIA, ¿PORQUE NO SE MUEVE, LE SUCEDE ALGO?...
Al no recibir ningún tipo de respuesta, Berta considera que la línea telefónica está cortada y que Petunia se encuentra inconsciente. Cierra la puerta de entrada y realiza una nueva llamada, a la policía, por telefonía celular.
*
Un gran turismo de color negro se dirige hacia el centro de Madrid por la Nacional Seis. En el interior se encuentran tres personajes adultos vestidos de gris y con gafas de espejo; así como un niño. Se trata de Miguel el hijo de Roberto Beltrán.
—Dejarme ir a casa de mi padre. No habéis dejado que recoja la gorra que me regaló. Cuando se entere de lo que habéis hecho os vais a enterar. Mi papá conoce a gente muy importante.
—Cállate lobezno de mierda y deja de moverte o te mataremos como a la sirvienta de la casa. Fue un jodido accidente; pero ya de nada sirve lamentarse.
—Papá, yo no quería; solo pretendía darte una sorpresa, ya me encontraba de camino hacia Navacerrada en el autobús —pensó el joven Miguel en voz alta—, dejarme salir, no os tengo miedo ninguno.
—Mira Hijo, le dice otro de los ocupantes, o te callas o matamos también a tu padre.
El tercero de los ocupantes marca un número de teléfono en el celular del automóvil.
—Jhon William, sí, mire Señor, hemos perdido a Roberto Beltrán pero tenemos a su Hijo.
—Tráiganlo aquí, pero sigan las instrucciones de nuestro Gran Maestre. No le hagan daño al niño.
Javier, el Gran Maestre, que se encontraba junto al americano, cuando se enteró de la noticia, dio muestras de gran satisfacción exhibiendo una gran sonrisa mientras daba una profunda calada a un inmenso puro habano.
Miguel que había escuchado las palabras del jefe de los sicarios se dirigió a ellos.
—La habéis cagado, amigos, os habéis cargado a la sirvienta de mi padre. Me voy a callar porque me da la gana; pero no me amenacéis con matarme, ya os dará vuestro merecido mi papá o vuestro Jefe.
*
—Estás muy nervioso Roberto —le dice Teresa que seguía conduciendo su propio automóvil —, mira ves ese claro allí adelante pues párate que vamos a cambiarnos de asiento.
La cara del Ingeniero Beltrán manifestó sorpresa. Si estaba nervioso, lo más lógico sería que siguiese conduciendo ella; pero hizo caso de su amada y siguió sus instrucciones.
Una vez que hubieron cambiado de posición y con el coche ya en marcha, Teresa, sin decir una sola palabra, llevó una de sus manos a la entrepierna del pantalón de Roberto y desenfundó su arma reglamentaria. Al contacto con la mano de Teresa, el instrumento demostró su verdadero calibre y la Sexóloga se lo colocó, de tal modo, que pudiese sentirlo en sus mejillas y con sus labios.
Roberto no dijo ni una sola palabra durante toda la operación.
Teresa continuó con su agradable trabajo, como solo una sexicóloga de su profesionalidad podía realizar, hasta que Roberto ya no pudo más.
—Teresa, Teeresaa espera, voy a salir de la carretera, si no quieres que nos la peguemos…
La sexicóloga redujo sus movimientos bucales y esperó a terminar su trabajo una vez que Roberto sacó el vehículo a una vía de servicio.
El Ingeniero suspiró, justo cuando su arma explotó, reduciendo con estrépito su calibre, y comenzó a acariciar el suave cabello de Teresa.
Ella limpió, con un pañuelo, la encogida pistola de Roberto y la enfundó en la cartuchera. Tragó la blanca pólvora y tras un breve enjuague con un líquido amarillento, llevó su boca hacia la de su amante y se besaron de forma prolongada, mientras la munición de Roberto era digerida hasta transformarse en combustible por el organismo de Teresa.
—Ahora ¿te encuentra mejor?, seguro que sí Amor mío —sacó una pequeña licorera de su bolso y lo ofreció a su Compañero—, enjuágate con esto y luego bebe un poco. Es un Brandy muy caro, no lo desperdicies.
— ¿Estás seguro Roberto que aguantarás que haga estas cosas a otros hombres? Esta es mi profesión, como te dije, y disfruto con ella. Me gusta saborear el pene de los hombres y beber su sustancia. Si quieres, puedo seguir contigo siendo tu sexicóloga, a tiempo parcial, y no cobrarte nada. De ese modo no tendrás porqué sufrir – Teresa sonrió.
—Tere —le contestó Roberto—, y ¿qué diferencia habría con ello? Yo no encuentro diferencia alguna. Si a ti te gusta, sigue haciéndolo. No me inmutaré, y no es porque te quiera tanto, que también, sino porque no encuentro ninguna diferencia en estar contigo pagando o no. Te he dicho que no soy celoso y lo que realmente quiero de ti es ser padre de tus hijos, y permanecer junto a ti hasta que uno de los dos, por ley natural, tenga que cruzar el velo hacia el otro lado.
Hace pocos años, cualquiera de los dos habría sido considerado como obseso sexual. Adictos enfermos que deberían seguir algún tipo de tratamiento psiquiátrico; pero ahora todo era diferente. Había muchas personas que siguiendo el ejemplo de algunos chimpancés africanos, Los bonobo, preferían practicar el sexo, de forma compulsiva, a derramar la sangre de sus vecinos haciéndoles la guerra.
Teresa y Roberto se fundieron en un cálido abrazo. Después él volvió a tomar el volante y siguieron su camino, sin tener consciencia alguna de lo que los próximos minutos podían depararles.
*
Fotografía de cabecera: Rafa Castells
lunes, 16 de mayo de 2011
Coplas por la muerte de su padre - Jorge Manrique III
viernes, 13 de mayo de 2011
Tradición Esotérica de Occidente - ¿Por qué de este Trabajo?
A lo largo de estos meses, les vamos a ir ofreciendo el mejor estudio sobre esoterismo occidental escrito por nuestro colaborador ARALBA. Esperemos que disfruten con su lectura.
Tradición Esotérica de Occidente
(Una aproximación a la historia y doctrinas del esoterismo occidental)
*
A L:. G:. D:. G:. A:.D:. U:.
Durante el transcurso de nuestra vida, hemos discurrido por un sinuoso camino esotérico cargado de simbolismos de diversa índole y cuyo auténtico mensaje queda relegado a la mente de los propios autores, aunque siempre queda abierto a las múltiples interpretaciones de los visitadores ocasionales.
De ese conjunto de símbolos y sus múltiples interpretaciones, han surgido infinidad de sectas, grupúsculos, órdenes y fraternidades más o menos esotéricas y con diversos apellidos como gnósticas, rosacruces, teosóficas, etc., que han inundado el bosque de la Verdad con las innumerables ramas de tantos árboles que, prácticamente, hace incomprensible cualquier acercamiento, por parte de los neófitos, a su verdadera esencia.
En el mundo exotérico de lo Esotérico, hemos comprobado dos verdades que hacen inaccesible el verdadero conocimiento de parte del profano: El intrincado y enmarañado corpus doctrinal que forma una especie de puzzle, al que le suelen faltar piezas y donde muchas de ellas son simplemente mentiras o engaños inventados así como la vanidad y soberbia que suele arropar a algunos de sus fundadores y mucho más a sus sucesores en el maestrazgo, de las supuestas escuelas de misterios, dado que se sienten en posesión de presuntos secretos que solo ellos poseerían y adquiridos mediante boatos iniciáticos de dudosa efectividad.
En este mundo de lo esotérico, las doctrinas hay que mirarlas con cierta prevención, pues cada aceptación está plagada por los diferentes prejuicios de sus autores originales y de las posteriores interpretaciones de sus revisitadores; por lo tanto, aquella escuela que se dice poseedora de ciertos privilegios y conocimientos ocultos, de carácter secreto, debe ser vista con prudencia y juicio crítico; dado que el auténtica juicio de los misterios simbólicos no viene dado por las interpretaciones de supuestos maestros externos sino por la verdadera interpretación, en un momento dado, de nuestro Maestro Interno, nuestra Consciencia.
Desde ese y único punto de vista debe ser visitada la Obra que viene a continuación. Yo considero como único Maestro al propio Lector. Los comentarios históricos solo son aproximaciones sin ningún valor de cátedra a nivel didáctico. Quizá, la cronología expuesta y los nombres indicados solo hayan servido, a este el Autor, para poner cierto orden en las múltiples materias y datos que han sido pescados de aquí y de allá, durante el transcurso de nuestra vida y que no ha sido otra cosa que un continuo trabajo de investigación, tanto de la Verdad como de su verdadera ubicación.
Queda el Lector como auténtico Juez de lo que en los siguientes capítulos se exponga y ruego que nuestro trabajo sea utilizado solo como una especie de trampolín para la búsqueda personal de cada uno. No quiero que nada de lo que se lea aquí quede en su memoria como si de algún tipo de doctrina o intento de manipulación de mentes y consciencias se tratase. Ese no es nuestro Objetivo, sino abrirles nuevas vías de esperanza en su cotidiano acontecer.
Tradición Esotérica de Occidente
(Una aproximación a la historia y doctrinas del esoterismo occidental)
*
A L:. G:. D:. G:. A:.D:. U:.
Durante el transcurso de nuestra vida, hemos discurrido por un sinuoso camino esotérico cargado de simbolismos de diversa índole y cuyo auténtico mensaje queda relegado a la mente de los propios autores, aunque siempre queda abierto a las múltiples interpretaciones de los visitadores ocasionales.
De ese conjunto de símbolos y sus múltiples interpretaciones, han surgido infinidad de sectas, grupúsculos, órdenes y fraternidades más o menos esotéricas y con diversos apellidos como gnósticas, rosacruces, teosóficas, etc., que han inundado el bosque de la Verdad con las innumerables ramas de tantos árboles que, prácticamente, hace incomprensible cualquier acercamiento, por parte de los neófitos, a su verdadera esencia.
En el mundo exotérico de lo Esotérico, hemos comprobado dos verdades que hacen inaccesible el verdadero conocimiento de parte del profano: El intrincado y enmarañado corpus doctrinal que forma una especie de puzzle, al que le suelen faltar piezas y donde muchas de ellas son simplemente mentiras o engaños inventados así como la vanidad y soberbia que suele arropar a algunos de sus fundadores y mucho más a sus sucesores en el maestrazgo, de las supuestas escuelas de misterios, dado que se sienten en posesión de presuntos secretos que solo ellos poseerían y adquiridos mediante boatos iniciáticos de dudosa efectividad.
En este mundo de lo esotérico, las doctrinas hay que mirarlas con cierta prevención, pues cada aceptación está plagada por los diferentes prejuicios de sus autores originales y de las posteriores interpretaciones de sus revisitadores; por lo tanto, aquella escuela que se dice poseedora de ciertos privilegios y conocimientos ocultos, de carácter secreto, debe ser vista con prudencia y juicio crítico; dado que el auténtica juicio de los misterios simbólicos no viene dado por las interpretaciones de supuestos maestros externos sino por la verdadera interpretación, en un momento dado, de nuestro Maestro Interno, nuestra Consciencia.
Desde ese y único punto de vista debe ser visitada la Obra que viene a continuación. Yo considero como único Maestro al propio Lector. Los comentarios históricos solo son aproximaciones sin ningún valor de cátedra a nivel didáctico. Quizá, la cronología expuesta y los nombres indicados solo hayan servido, a este el Autor, para poner cierto orden en las múltiples materias y datos que han sido pescados de aquí y de allá, durante el transcurso de nuestra vida y que no ha sido otra cosa que un continuo trabajo de investigación, tanto de la Verdad como de su verdadera ubicación.
Queda el Lector como auténtico Juez de lo que en los siguientes capítulos se exponga y ruego que nuestro trabajo sea utilizado solo como una especie de trampolín para la búsqueda personal de cada uno. No quiero que nada de lo que se lea aquí quede en su memoria como si de algún tipo de doctrina o intento de manipulación de mentes y consciencias se tratase. Ese no es nuestro Objetivo, sino abrirles nuevas vías de esperanza en su cotidiano acontecer.
miércoles, 11 de mayo de 2011
Parábola del Dardo - Buda
Una persona mundana que no conoce la enseñanza, experimenta una sensación agradable, experimenta una sensación desagradable o una sensación neutra. Un noble discípulo que conoce la enseñanza también experimenta una sensación agradable, una sensación desagradable o una sensación neutra. ¿Cuál es la diferencia entre un noble discípulo que conoce la enseñanza y una persona que no conoce la enseñanza? Cuando una persona mundana que no conoce la enseñanza es tocada por una sensación dolorosa, se inquieta y aflige, se lamenta, se golpea el pecho y llora y está muy turbada. Es como si un hombre fuera traspasado por un dardo y, a continuación del primer impacto, fuera herido por otro dardo. Así, esa persona experimentará las sensaciones causadas por los dos dardos. Ocurre lo mismo con la persona mundana que no conoce la enseñanza; cuando tiene una sensación dolorosa, se inquieta y sufre, se lamenta, golpea el pecho y está muy turbada. Así experimenta dos sensaciones: la corporal y la mental.
Pero en el caso de un noble discípulo enseñado, cuando recibe una sensación dolorosa no se inquieta, no se aflige ni se lamenta, no se golpea el pecho y llora, ni está muy turbado. Experimenta una sensación: la corporal, pero no la mental. Es como un hombre que ha sido traspasado por un dardo, pero no es herido por un segundo dardo que sigue al primero. Así, esa persona experimenta las sensaciones causadas por un solo dardo. Ocurre lo mismo con el noble discípulo que conoce la enseñanza. Cuando tiene una sensación dolorosa, no se inquieta, no se aflige, ni se lamenta, no se golpea el pecho y llora, ni está muy turbado. Experimenta una sola sensación, la corporal.
Extracto de “Siddharta. El Príncipe Iluminado” – Ramiro A. Calle
martes, 10 de mayo de 2011
Los arquetipos de Luz-Bel: 18 - (1+8=9) La Luna (El Crepúsculo)
Cuando la luz se va, queda la oscuridad. Los Eones ya se han unido para formar el Único Ser que siempre ha sido. Los arcontes como entidades sin luz propia han fenecido; pero queda uno, el más grande, el Primigenio, cuya fuerza le proporcionara en tiempos remotos la Gran Sacerdotisa. El Gran Presuntuoso que se enseñoreó sobre todo lo Creado y se erigió en Dios único y absoluto, rodeándose de una cohorte de acólitos a los que vino a llamar ángeles.
Triste mira hacia atrás. Hacia la oscuridad pues ya no le queda nada. Incluso la Luz divina que robara durante tantos eones de tiempo sale de el/ella, a motu propio, atraída por el Gran Eón que pronto se encuentra a abandonar el cósmico escenario. Tuvo en sus manos el poder para crear cuerpos y que sus criaturas, divididas o no en sexos opuestos, pudieran extenderse por todo el Multiverso.
Sabe que su falta de Luz, cuando El Gran Eón único haya emigrado, hará que desaparezca para siempre de la faz de la existencia. Triste, no se sabe si arrepentido, el Gran Presuntuoso ya es consciente de que su reinado acabó y que muy pronto, hasta el/ella, dejará de Ser. En algún lugar, piensa mientras todavía respira, quede algo de la memoria de lo que durante una eternidad sucedió en este lugar que ya, pronto, dejará de ser.
Todas las marionetas que creara para confundir a las partes de Osiris desperdigadas por el Orbe, permanecen con ella. La Mar y sus criaturas. Todo surgió de María. Todo morirá con su Memoria cuando ya no exista luz de Eones que devorar. Machos y hembras, de agua o de tierra, de aire o extraterrestres de otros planos y dimensiones. Ya, los agujeros negros que comunican con el Mundo Original están llamando a sus hermanos. Oscuridad parecen en el Plano del Gran Presuntuoso; pero en verdad, Luz Pura son, llamando con ardor a su Hermano Osiris reconstituido.
El Espíritu de Isis, la María Celestial, el Espíritu de la Gran Sacerdotisa que propició el nacimiento de la Gran Madre Gaia, ya no está a su servicio pues Osiris la reclamó para sí y como no podía ser de otro modo, ella ya marchó rauda al encuentro con su Amado. Solo queda una triste sombra de lo que otrora pareciera ser una imponente divinidad. Ahora todos conocemos como fuimos conocidos y el Gran Presuntuoso se encuentra desnudo e inerme ante la mirada del Dios, constituido de muchos dioses, que lo mira de forma indiferente. El Dios no posee en su Corazón capacidad para la pena o el desprecio.
El Crepúsculo de los dioses ya está aquí, se dice, mi pensamiento vuela, se volatiliza atraído por otras esferas de poder. Ya pronto no seré y me pregunto si alguna vez, en algún instante, he podido ser algo más que el pensamiento de algunos de esos seres cuya Luz devoraba con deleite y fruición. Nadie quedará aquí para recordarme. Nadie que adore mi recuerdo como me adoraron multitudes, mientras estuve gordo y frondoso de luz prestada. Lo que se presta hay que devolverlo y ha llegado el momento cósmico para hacerlo; pero lo que lamento es que yo soy ese préstamo. Todo mi Ser, porque aquí no podrá quedar nada, ni tan siquiera el aparente vacío Cósmico que será fagocitado por el Gran Eón y trasladado al mundo de donde vinimos.
Ya entra en sueño el Gran Presuntuoso, esperando el Día de su Juicio. Osiris rescatará de su Ser todo, como no puede ser de otro modo. No porque Osiris sea majestuoso y benevolente sino por propia Ley Divina. Nada se Pierde, porque la Nada, como la entendieron en el Multiverso, jamás ha existido. El Gran Presuntuoso, el/ella, su memoria va perdiendo mientras un hilo de Luz se dirige hasta Osiris que presto está a abrir el Portal de regreso a casa.
Hilos de Luz negra roban la luz a la Gran esfera arcóntica, al gran Demiurgo del Multiverso. Pero no es robar cuando solo se recupera lo que siempre ha sido tuyo. Las estrellas, Eones, caen unas sobre otras. Primero unas pocas, después cientos, miles millones, cientos de miles de millones. Ya está Osiris conformado, reconstituido en todas sus partes. Ya no hay Legisladores.
ARALBA
lunes, 9 de mayo de 2011
Haikus Exquisitos
Paso mis días
Acercando mis labios
A tu eterno edén.
Residí cerca
De tus sueños perdidos.
Surgió la vida.
Vuelve el amor
A confundir mi mente
Entre mil dudas.
Uno más uno
No tienen porqué ser dos
Sino muchos más.
Desde tus ojos
Hasta el infinito, mas
Luego, nada.
Círculo de Lavapiés
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sábado, 7 de mayo de 2011
Conciencia-Cristo
Hoy he visto morir a Cristo. Gritos desgarradores inundaban mi habitación de matrimonio y he decidido cerrar la ventana. Lágrimas preñadas de dolor surcaban su rostro mientras que su mirada se perdía alrededor de la imagen que reflejaba el espejo del armario. Las paredes volvían sus ojos hacia la calle, negando una realidad que supuraba la pus de la amargura.
Ha sido necesario sufrir para salvarse. El dolor de la muerte se asemejaba a la expulsión de una piedra en el riñón a través de la uretra. Con mis ojos he presenciado cómo este canto subía desde las entrañas, ascendiendo a lo largo de la garganta, se detenía un momento ante la duda y el miedo hasta que ha sido extraído con la fuerza de la vida el amor.
Lázaro resucitó por la voluntad de Dios y yo he levantado con mis propias manos su cuerpo resucitado. Le he lavado, le he velado hasta que ha abierto lo ojos y me ha dado las gracias por no haber soltado la cuerda en su agónica ascensión desde el Hades hasta la realidad.
Gracias al autosacrificio Cristo se ha salvado; queda dispuesto a absorber nuevos dolores por salvar el amor de todos, el suyo y el de su María Magdalena. Todos morimos en algún momento con muchos dolores, pero a semejanza a los del parto, son el preámbulo de una nueva vida, de salvación y de paz en nuestras conciencias.
Conciencia o Dios, Dios o Conciencia. La muerte de Dios solo puede generar la muerte de la Humanidad. Amor o Tao, Tao o Amor, jamás podremos dominar el Tiempo. La ignorancia sucumbe a la ideología.
James King
viernes, 6 de mayo de 2011
El Libro del Patio Amarillo - 18
Los Inmortales humanos y los adeptos del Tao
niegan la existencia de los dioses.
Acumulad vuestra esencia, amontonad vuestro aliento :
os convertiréis en reales.
Todos los hombres comen cereales
cediendo a los cinco sabores.
Sólo yo me alimento de los alientos
yin y yang de la armonía suprema.
No podré morir jamás,
como el cielo interminable.
jueves, 5 de mayo de 2011
Kaos Quántico - CONSPIRACION - Siniestros Hombres de Gris I
Mucha voluntad pusieron los hombres para subsistir; pero habían elegido, como líderes, a estúpidos incompetentes que les condujo hacia un suicidio inconsciente; aunque buscado.
Teresa (Experta en Pornografía aplicada)
*
11.-Siniestros Hombres de Gris
Roberto Beltrán se encuentra jadeando de cansancio. Hace frío y el vaho sale de su boca y orificios nasales; pero él no lo siente, sigue callejeando mientras su cerebro intenta pensar deprisa, más aprisa ¿Cómo va a salir de la ratonera que supone la Villa?
Sale de un callejón, mirando a ambos lados, esperando encontrar un automóvil negro. Un vehículo pasa cerca de él y lo sobresalta. De repente, comprueba como un deportivo rojo se abalanza sobre él, y lo peor de todo, da la impresión de que no va a detenerse. Sigue corriendo, jadea, ya no puede más. Está a punto de rendirse.
Una puerta se abre junto a su persona. No cabe duda de que lo han cazado. Ya no hay remedio.
—Roberto, sube de una vez —Escucha una conocida voz femenina.
—Tere, tú aquí ¿Cómo es eso? —Roberto no se lo pensó dos veces y montó en el automóvil junto a Teresa, la Sexicóloga.
—Hace un rato me llamó Petunia, diciéndome que tú necesitabas ayuda. No podía negarle un favor a una buena amiga como ella.
—Gracias a Dios que has aparecido, Teresa, no tenía forma de salir de aquí ¿Podrías llevarme hasta Madrid? Necesito reunirme con un viejo Amigo y entregarle algo de vital importancia.
— ¿Cómo me va a importar, Roberto, para algo estamos los amigos, o no? —Dijo, la Sexicóloga con una evidente expresión de enfado.
—Creo amigo Roberto —continuó —, que merezco alguna, pequeña, explicación. Espero que no me hayáis metido, entre tú y Petunia, en algún asunto ilegal grave.
—Sinceramente, querida, no tengo ni la más remota idea de, en lo que estoy metido. No sé si se trata de alguna organización ilegal o del propio gobierno; pero sí puedo decirte algo: La culpa la tiene la “Invasión de los Ladrones de Cuerpos”.
Roberto le explicó, con el mayor detalle posible en esas circunstancias, todo lo acontecido; pero en definitiva que ya desde los años cuarenta o cincuenta, el Ser Humano viene utilizando la tecnología para manipular a sus semejantes.
Nos creemos dueños de nuestras vidas y de nuestro destino; pero nada más lejos de ello. Desde que nacemos estamos censados por el Estado y como en la novela de Orwell, aquel tiene controlada nuestras vidas hasta el día de nuestra muerte.
—Mira Tere, Amor mío, no se trata de historias fantásticas o de ciencia—ficción. No son extraterrestres que se meten dentro de nosotros, por medio de vainas, y nos hacen cambiar la personalidad. Tampoco de máquinas que se han rebelado y tienen manipulada la percepción del Hombre, es mucho más sencillo que todo eso y sin embargo es tanto o más siniestro. Estamos siendo alienados desde hace un tiempo indeterminado, quizá mucho más de lo que podamos pensar; la cuestión es, que es ahora cuando los hemos descubierto.
— ¿Te das cuenta de lo que acabas de decir Roberto?
—Claro que me doy cuenta. Te prometo que no estoy loco, puedo demostrártelo; de hecho puedo demostrárselo a...
—A cualquiera —interrumpió Teresa—; pero no me refería a eso. Has dicho la palabra mágica: ¡Amor mío!
Teresa dirigió el vehículo fuera del pueblo y tomó el camino de Colmenar Viejo. Su conducción era suave y de una prudencia encomiable. Las montañas quedaban a ambos lados y ya, con más tranquilidad, por lo menos por parte de Roberto Beltrán, pudieron mantener una conversación más personal.
Teresa era una Criatura soberbia. No era una mujer baja. Su tez morena era finamente ovalada y su cuerpo genéticamente casi perfecto había sido realzado, en el transcurso de los años, por una disciplina digna del mejor gimnasio. Su vestimenta, de color hueso, era de lo más sencilla. Un simple vestido de espeso lino, ocultado en parte, por una gabardina militar de color caqui.
Estaba claro que lo que menos le interesaba a la Sexicóloga era la circunstancia por la que estaba pasando ahora Roberto. A ella le importaban las cuestiones meramente personales.
—Mira Roberto, claro que creo lo que me has contado —volvió a hablar Teresa después de un brevísimo silencio— y, de hecho para eso estoy aquí, para ayudarte y llevarte donde quieras. Eso es todo.
—No, Querida Amiga, ahora soy yo el que ha entendido perfectamente. Soy consciente de que he dicho Amor mío, y es que te quiero de veras, aunque sé que tú solo cumples con tu trabajo. Claro que estoy enamorado de ti, perdóname por eso, o mejor dicho, no me perdones... ¿Qué tienes que perdonarme?
La Mujer sonrió, al ver en el aprieto en el que se había colocado, solito, su también Amado, Roberto.
—Mira —cambió su conversación Roberto como intentando olvidar sus últimas palabras—, este Objeto es de extrema importancia que llegue a manos de mi Amigo Armando Arpegio. He quedado con él en una cafetería de la Gran Vía. Esto es lo que puede salvar a la humanidad de seguir siendo esclava de sí misma. Esto es un prototipo —el objeto no era mucho mayor que un paquete de cigarrillos—, pero el Doctor Arpegio tiene una idea para desarrollarlo a millones, sin que se trate de teléfonos móviles, los cuales están ya demasiado manipulados por los propios fabricantes.
—Roberto, todo lo que me digas referente a este caso me importa un pimiento. Me interesa saber lo que tú sientes por mí, porque ¿Sabes una cosa?, yo también te quiero.
—Hace más de un mes que no me visitas —Reprochó Roberto.
—Hace justo ese tiempo que no solicitas mis servicios —desarmó ella su argumento—, mira, es cierto que soy una profesional y no fue fácil conseguir mi licencia. Primero me licencié en psicología, me doctoré en sexología aplicada y tengo un master, extremadamente caro, sobre masajes terapeúticos. Mi control médico anticonceptivo es exhaustivo y tengo acceso privilegiado al último antivenéreo que impide cualquier tipo de contagios. Me gusta mi trabajo, eso es todo, pero eso no me impide que sienta lo que siento por ti. ¿Necesitas alguna explicación más?
—Ninguna, Teresa, soy un tonto.
—Acaso ¿me quieres en exclusiva?, porque si es así tendrás que seguir pagando por mis servicios y de hecho, pienso ponértelo más caro que a nadie.
—No, no es eso Teresa, te lo juro, no soy celoso, de veras que no; solo que no sabía como decirte que te amo de veras. Consideraba que no me ibas a creer ¿Cómo, a estas alturas, alguien pueda ser tan romántico como para enamorarse de su sexicóloga particular? No sé, siempre me han faltado palabras para decírtelo; quizá tenía miedo de que te rieses de mí y me rechazaras pero pase lo que pase no quiero que dejes de saberlo: Te quiero y te deseo más que a mi propia Vida.
—Jodio tonto, con la de años que llevamos juntos. Ya te he dicho que te quiero, supongo que ¿es necesario que te lo repita?
Roberto abrazó a su amada Teresa, y como un niño se acurrucó junto a uno de sus brazos, mientras ella seguía conduciendo por la carretera de montaña, y cuyos diversos paisajes cargados de smog no dejaban de pasar ante los iluminados ojos de ambos.
*
miércoles, 4 de mayo de 2011
Carta Magna
Juan, por la gracia de Dios Rey de Inglaterra, Lord de Irlanda, Duque de Normandía y Aquitania y Conde de Anjou, a sus arzobispos, obispos, abades, condes, barones, jueces, gobernadores forestales, corregidores, mayordomos y a todos sus bailíos y vasallos, salud.
Todos que ante Dios, para bien de nuestra alma y de la de nuestros antepasados y herederos, en loor a Dios y para mayor gloria de la Santa Iglesia, y la mejor ordenación de nuestro Reino, por consejo de nuestros reverendos padres Esteban, arzobispo de Canterbury, primado de toda Inglaterra y cardenal de la Santa Iglesia Romana; Enrique, arzobispo de Dublin; Guillermo, obispo de Londres; Pedro, obispo de Winchester; Jocelino, obispo de Bath y Glastonbury; Hugo, obispo de Lincoln; Walter, obispo de Coventry; Benedicto, obispo de Rochester; Maestro Pandolfo, subdiácono y miembro de la casa papal; Hermano Aimerico, maestre de los caballeros templarios en Inglaterra; Guillermo Marshall, conde de Pembroke; Guillermo, conde de Salisbury; Guillermo, conde de Warren; Guillermo, conde de Arundel; Alan de Galloway, condestable de Escocia; Warin Fitz Gerald; Pedro Fitz Herbert; Huberto de Burgh, senescal del Poitou; Hugo de Neville; Mateo Fitz Herbert; Tomas Basset; Alan Basset; Felipe Daubeny; Roberto de Roppeley; Juan Marshall; Juan Fitz Hugh y otros leales vasallos:
Primero, que hemos otorgado en el nombre de Dios, y por la presente Carta hemos confirmado para Nos y nuestros herederos a perpetuidad que la Iglesia inglesa sea libre, conserve todos sus derechos y no vea menoscabadas sus libertades. Que así queremos que sea observado resulta del hecho de que por nuestra libre voluntad, antes de surgir la actual disputa entre Nos y Nuestros barones, concedimos y confirmamos por carta la libertad de las elecciones eclesiásticas (un derecho que se reputa como el de mayor necesidad e importancia para la Iglesia) y la hicimos confirmar por el Papa Inocencio III. Esta libertad es la que Nos mismos observaremos y la que deseamos sea observada de buena fe por nuestros herederos para siempre jamás.
A todos los hombres libres de nuestro reino hemos otorgado asimismo, para Nos y para nuestros herederos a titulo perpetuo, todas las libertades que a continuación se enuncian, para que las tengan y posean de Nos y de nuestros herederos para ellos y los suyos:
Si fallece algún conde, barón u otra persona que posea tierras directamente de la Corona, con destino al servicio militar, y a su muerte el heredero fuese mayor de edad y debiera un “censo”, dicho heredero entrara en posesión de la herencia al pagar la antigua tarifa del “censo”, es decir, el o los herederos de un conde pagaran 100 (cien) libras por toda la baronía del conde, los herederos de un caballero 100 (cien) chelines como máximo por todo el “feudo” del caballero, y cualquier hombre que deba menor cantidad pagara menos, con arreglo a la usanza antigua de los “feudos”.
Pero si el heredero de esa persona fuese menor de edad y estuviese bajo tutela, cuando alcance la mayoría de edad entrara en posesión de su herencia sin tener que pagar “censo” o derecho real.
Quien tenga a su cargo la tierra de un heredero menor de edad sólo sacará de ella frutos, las rentas usuales y servicios personales, debiéndolo hacer sin destrucción ni daño alguno a los hombres ni a los bienes. En caso de que hayamos confiado la custodia de la tierra a un corregidor o a cualquier persona responsable ante Nos por el producto de aquella, y perpetrase una destrucción o daños, le exigiremos compensación y la tierra será encomendada a dos hombres dignos y prudentes del mismo feudo, que responderán ante Nos del producto o ante la persona que les asignemos. En caso de que hayamos conferido o vendido a alguien la custodia de esa tierra y de que esa persona cause destrucción o daños, perderá la custodia y el terreno será entregado a dos hombres dignos y prudentes del mismo “feudo”, que serán responsables de modo semejante ante Nos.
Mientras el tutor tenga la custodia de estas tierras, mantendrá las casas, sotos, cotos de pesca, estanques, molinos y demás pertenencias con cargo al producto de la propia tierra.
Cuando el heredero llegue a la mayoría de edad, el tutor le hará entrega de todo el predio, surtido con los arados y aperos que la estación requiera y acrecido en el producto que la tierra buenamente sea capaz de dar.
Los herederos podrán ser dados en matrimonio, pero no a alguien de inferior rango social. Antes de que se celebre el casamiento, se avisara a los parientes mas próximos del heredero.
A la muerte del marido toda viuda podrá entrar en posesión de su dote y de su cuota hereditaria inmediatamente y sin impedimento alguno. No tendrá que pagar nada por su dote, por presentes matrimoniales o por cualquier herencia que su marido y ella poseyesen conjuntamente el día de la muerte de aquel, y podrá permanecer en la casa de su marido cuarenta días tras la muerte de este, asignándosele durante este plazo su dote.
Ninguna viuda será obligada a casarse mientras desee permanecer sin marido. Pero deberá dar seguridades de que no contraerá matrimonio sin el consentimiento regio, si posee sus tierras con cargo a la Corona, o sin el consentimiento del señor a quien se las deba.
Ni Nos ni nuestros bailíos ocuparemos tierras ni rentas de la tierra en pago de deuda alguna, mientras el deudor tenga bienes muebles suficientes para satisfacer el debito. Los fiadores del deudor no serán apremiados mientras el deudor mismo pueda pagar la deuda. Si por falta de medios el deudor fuese incapaz de satisfacerla, saldrán responsables sus fiadores, quienes, si lo desean, podrán incautarse de las tierras y rentas del deudor hasta que obtengan el reembolso del debito que le hayan pagado, a menos que el deudor pueda probar que ha cumplido sus obligaciones frente a ellos.
Si alguien que haya tomado prestada una suma de dinero a judíos, muriese antes de haberse pagado la deuda, su heredero no pagara interés alguno sobre esta mientras sea menor de edad, sea quien fuere la persona a la que deba la posesión de sus tierras.
Si la deuda viniese a parar a manos de la Corona, esta no recabara mas que la suma principal indicada en el titulo.
Si un hombre muere debiendo dinero a judíos, su mujer podrá entrar en posesión de la dote y no estará obligada a pagar cantidad alguna de la deuda con cargo a aquella. Si deja hijos menores de edad, se podrá proveer a su sustento en una medida adecuada al tamaño de la tierra poseída por el difunto. La deuda deberá ser satisfecha con cargo al remanente, después de ser reservado el tributo debido a los señores del feudo. Del mismo modo se trataran las deudas que se deban a los no judíos.
No se podrá exigir “fonsadera” ni “auxilio” en nuestro Reino sin el consentimiento general, a menos que fuere para el rescate de nuestra persona, para armar caballero a nuestro hijo primogénito y para casar (una sola vez) a nuestra hija mayor. Con este fin solo se podrá establecer un “auxilio” razonable y la misma regla se seguirá con las “ayudas” de la ciudad de Londres.
La ciudad de Londres gozará de todas sus libertades antiguas y franquicias tanto por tierra como por mar. Asimismo, queremos y otorgamos que las demás ciudades, burgos, poblaciones y puertos gocen de todas sus libertades y franquicias.
Para obtener el consentimiento general al establecimiento de un “auxilio” (salvo en los tres casos arriba indicados) o de una “fonsadera” haremos convocar individualmente y por carta a los arzobispos, obispos, abades, duques y barones principales. A quienes posean tierras directamente de Nos haremos dirigir una convocatoria general, a través de los corregidores y otros agentes, para que se reúnan un día determinado (que se anunciara con cuarenta días, por lo menos, de antelación) y en un lugar señalado. Se hará constar la causa de la convocatoria en todas las cartas de convocación. Cuando se haya enviado una convocatoria, el negocio señalado para el día de la misma se tratara con arreglo a lo que acuerden los presentes, aun cuando no hayan comparecido todos los que hubieren sido convocados.
En lo sucesivo no permitiremos que nadie exija “ayuda” a alguno de sus vasallos libres salvo para rescatar su propia persona, para armar caballero a su hijo primogénito y para casar (una vez) a su hija mayor. Con estos fines únicamente se podrá imponer una “ayuda” razonable.
Nadie vendrá obligado a prestar mas servicios para el “feudo” de un caballero o cualquier otra tierra que posea libremente, que lo que deba por este concepto.
Los litigios ordinarios ante los Tribunales no seguirán por doquier a la corte real, sino que se celebraran en un lugar determinado.
Solo podrán efectuarse en el tribunal de condado respectivo las actuaciones sobre “desposesión reciente”, “muerte de antepasado” y “ultima declaración”. Nos mismo, o en nuestra ausencia en el extranjero nuestro Justicia Mayor, enviaremos dos jueces a cada condado cuatro veces al año, y dichos jueces, con cuatro caballeros del condado elegidos por el condado mismo, celebraran los juicios en el tribunal del condado, el día y en el lugar en que se reúna el tribunal.
Si no pudiese celebrarse audiencia sobre algún caso en la fecha del tribunal de condado, se quedaran allí tantos caballeros y propietarios de los que hayan asistido al tribunal, como sea suficiente para administrar justicia, atendida la cantidad de asuntos que se hayan de ventilar.
Por simple falta un hombre libre será multado únicamente en proporción a la gravedad de la infracción y de modo proporcionado por infracciones mas graves, pero no de modo tan gravoso que se le prive de su medio de subsistencia. Del mismo modo, no se le confiscará al mercader su mercancía ni al labrador los aperos de labranza, en caso de que queden a merced de un tribunal real. Ninguna de estas multas podrá ser impuesta sin la estimación de hombres buenos de la vecindad.
Los duques y barones serán multados únicamente por sus pares y en proporción a la gravedad del delito.
Toda multa impuesta sobre bienes temporales de un clérigo ordenado se calculará con arreglo a los mismos principios, excluido el valor del beneficio eclesiástico.
Ninguna ciudad ni persona será obligada a construir puentes sobre ríos, excepto las que tengan de antiguo la obligación de hacerlo.
Ningún corregidor, capitán, alguacil o bailío podrá celebrar juicios que competan a los jueces reales.
Todos los condados, partidos, subcondados y aldeas conservaran su renta antigua, sin incremento alguno, excepto las fincas del patrimonio real.
Si a la muerte de un hombre que posea un “feudo” de realengo, un corregidor o bailío presentase cartas patentes de cobro de deudas a la Corona, será licita la ocupación e inventario por aquel de los bienes muebles que se encuentren en el feudo de realengo del difunto, hasta el importe de la deuda, según estimación hecha por hombres-buenos.
No se podrá retirar bien alguno mientras no se haya pagado la totalidad de la deuda y entregado el remanente a los albaceas para que cumplan la voluntad del difunto. Si no se debiese suma alguna a la Corona, todos los bienes muebles se consideraran como propiedad del finado, excepto las partes razonables de su esposa y sus hijos.
Si un hombre libre muere sin haber hecho testamento, sus bienes muebles serán distribuidos a sus parientes mas próximos y a sus amigos, bajo la supervisión de la Iglesia, si bien serán salvaguardados los derechos de sus deudores.
Ningún capitán ni bailío nuestro tomará grano u otros bienes muebles de persona alguna sin pagarlos en el acto, a menos que el vendedor ofrezca espontáneamente el aplazamiento del cobro.
Ningún capitán podrá obligar a un caballero a pagar suma alguna de dinero por la guardia de castillos si el caballero esta dispuesto a hacer la guardia en persona o, dando excusa justificada, a prestar hombres aptos para que la hagan en su lugar. Todo caballero requerido o enviado a un servicio de armas estará exento de la guardia de castillos durante el periodo del servicio.
Ningún corregidor, bailío u otra persona podrá tomar de un hombre libre caballos o carros para el transporte sin el consentimiento de aquél.
Ni Nos ni nuestros bailíos llevaremos leña para nuestro castillo o para otra finalidad sin el consentimiento del dueño.
No retendremos en nuestras manos las tierras de personas condenadas por traición más de un año y un día, después de lo cual serán devueltas a los señores del “feudo” respectivo.
Se quitarán todas las empalizadas de pesca del Támesis, del Medway y de toda Inglaterra, excepto las construidas a orillas del mar.
No se expedirá en lo sucesivo a nadie el requerimiento llamado “precipe” respecto a la posesión de tierras, cuando la expedición del mismo implique la privación para algún hombre libre del derecho a ser juzgado por el tribunal de su propio señor.
Habrá patrones de medida para el vino, la cerveza y el grano (el cuarto londinense) en todo el Reino, y habrá también un patrón para la anchura de las telas teñidas, el pardillo y la cota de malla, concretamente dos varas entre las orlas. Del mismo modo habrán de uniformarse los pesos.
En lo sucesivo no se pagará ni se aceptará nada por la expedición de un auto de investigación de vida y bienes, el cual se otorgará gratis y no podrá ser denegado.
Si un hombre posee tierras de realengo a título de “feudo en renta perpetua”, de “servicios” o de “renta anual” y posee asimismo tierras de otra persona en concepto de servicio de caballería, no asumiremos la tutela de su heredero ni de la tierra que pertenezca al “feudo” de la otra persona en virtud de la “renta perpetua”, de los “servicios” o de la “renta anual”, a menos que el “feudo en renta perpetua” este sujeto a servicio de caballería. No asumiremos la tutela del heredero de un hombre ni la guardia de la tierra que ese hombre poseyera de manos de otro por el hecho de que detente pequeñas propiedades de la Corona a cambio de un servicio de caballeros o arqueros o de índole análoga.
En lo sucesivo ningún bailío llevara a los tribunales a un hombre en virtud únicamente de acusaciones suyas, sin presentar al mismo tiempo a testigos directos dignos de crédito sobre la veracidad de aquellas.
Ningún hombre libre podrá ser detenido o encarcelado o privado de sus derechos o de sus bienes, ni puesto fuera de la ley ni desterrado o privado de su rango de cualquier otra forma, ni usaremos de la fuerza contra el ni enviaremos a otros que lo hagan, sino en virtud de sentencia judicial de sus pares y con arreglo a la ley del reino.
No venderemos, denegaremos ni retrasaremos a nadie su derecho a la justicia.
Todos los mercaderes podrán entrar en Inglaterra y salir de ella sin sufrir daño y sin temor, y podrán permanecer en el reino y viajar dentro de el, por vía terrestre o acuática, para el ejercicio del comercio, y libres de toda exacción ilegal, con arreglo a los usos antiguos y legítimos. Sin embargo, no se aplicara lo anterior en época de guerra a los mercaderes de un territorio que este en guerra con nosotros. Todos los mercaderes de ese territorio hallados en nuestro reino al comenzar la guerra serán detenidos, sin que sufran daño en su persona o en sus bienes, hasta que Nos o nuestro Justicia Mayor hayamos descubierto como se trata a nuestros comerciantes en el territorio que este en guerra con nosotros, y si nuestros comerciantes no han sufrido perjuicio, tampoco lo sufrirán aquellos.
En lo sucesivo todo hombre podrá dejar nuestro reino y volver a el sin sufrir daño y sin temor, por tierra o por mar, si bien manteniendo su vinculo de fidelidad con Nos, excepto en época de guerra, por un breve lapso y para el bien común del Reino. Quedaran exceptuadas de esta norma las personas que hayan sido encarceladas o puestas fuera de la ley con arreglo a la ley del Reino, las personas de territorios que estén en guerra con Nos y los mercaderes, que serán tratados del modo indicado anteriormente.
Si algún hombre poseyera tierras de “reversión”, tales como el “honor” de Wallington, Nottingham, Boulogne, Lancaster o de otras “reversiones” en nuestro poder que sean baronías, a la muerte de aquel su heredero nos pagara únicamente el “derecho de sucesión” y el servicio que habría tenido que pagar al barón en el caso de que la baronía se hubiese hallado en manos de este, y Nos retendremos lo “revertido” del mismo modo que lo tenia el barón.
Las personas que vivan fuera de los bosques no estarán obligadas en lo sucesivo a comparecer ante los jueces reales forestales en virtud de requerimientos generales, a menos que se hallen efectivamente implicadas en actuaciones o sean fiadores de alguien que haya sido detenido por un delito forestal.
No nombraremos jueces, capitanes, corregidores ni bailíos sino a hombres que conozcan las leyes del Reino y tengan el propósito de guardarlas cabalmente.
Todos los barones que hayan fundado abadías y que tengan cartas patentes de reyes de Inglaterra o posesión de antiguo en prueba de ellos podrán ejercer el patronato de aquellas cuando estén vacantes, como en derecho les corresponde.
Todos los bosques que se hayan plantado durante nuestro reinado serán talados sin demora, y lo mismo se hará con las orillas de los ríos que hayan sido cercadas durante nuestro reinado.
Todos los malos usos en materia de bosques y cotos de caza, guardabosques, guardacotos, corregidores y sus bailíos, o de orillas de ríos por guardianes de estas, deberán ser inmediatamente objeto de investigación en cada condado por doce caballeros juramentados del propio condado, y antes de cumplirse los cuarenta días de la investigación esos malos usos deberán ser abolidos total e irrevocablemente, si bien Nos, y de no estar Nos en Inglaterra Nuestra Justicia Mayor, deberemos ser informados primero.
Devolveremos inmediatamente todos los rehenes y cartas que nos han sido entregados por los ingleses como garantía de paz o de lealtad en el servicio.
Separaremos completamente de sus cargos a los parientes de Gerardo de Athee, quienes no podrán en lo sucesivo ejercer cargos en Inglaterra. Las personas en cuestión son Engelardo de Cigogne, Pedro Guy y Andrés de Chanceaux, Guy de Ggogne, Godofredo de Martigny y sus hermanos. Felipe Marc y sus herederos hermanos, con Godofredo, su sobrino, y todos sus seguidores.
Tan pronto como se restablezca la paz, expulsaremos del reino a todos los caballeros y arqueros extranjeros, a sus servidores y a los mercenarios que hayan entrado con daño para el reino, con sus caballos y sus armas.
A quien hayamos privado o desposeído de tierras, castillos, libertades o derechos sin legítimo juicio de sus pares se los devolveremos en el acto. En casos litigiosos el asunto será resuelto por el juicio de los veinticinco barones a que se refiere mas adelante la cláusula de garantía de la paz. En el supuesto, sin embargo, de que algún hombre haya sido privado o desposeído de algo que este fuera del ámbito legitimo de enjuiciamiento de sus pares por nuestro padre el Rey Enrique o nuestro hermano Ricardo, y que permanezca en nuestras manos o este en posesión de terceros por concesión nuestra, tendremos una moratoria por el periodo generalmente concedido a los Cruzados, a menos que estuviese pendiente un litigio judicial o que se hubiese entablado una indagación por orden nuestra, antes de que tomáramos la Cruz en calidad de Cruzados. A nuestro regreso de la Cruzada o, si desistimos de ella, haremos inmediatamente justicia por entero.
Tendremos derecho a la misma moratoria en la administración de justicia relacionada con los bosques que hayan de ser talados o permanecer como tales, cuando estos hayan sido originariamente plantados por nuestro padre Enrique o nuestro hermano Ricardo; con la guardia de tierras que pertenezcan a “feudo” de un tercero, en el supuesto de que la hayamos ejercido hasta ahora en virtud de algún “feudo” concedido por Nos a un tercero a cambio de servicios de caballería, y con las abadías fundadas en “feudos” de terceros en las cuales el señor del “feudo” reivindique un derecho propio. En estas materias haremos entera justicia a los recursos cuando regresemos de la Cruzada o inmediatamente si desistimos de ella.
Nadie será detenido o encarcelado por denuncia de una mujer por motivo de la muerte de persona alguna, salvo el mando de aquella.
Todas las multas que se nos hayan pagado injustamente y contra la ley del reino, y todas las multas que hayamos impuesto sin razón, quedan totalmente remitidas o bien serán resueltas por sentencia mayoritaria de los veinticinco varones a que se refiere mas adelante la cláusula de salvaguardia de la paz, así como de Esteban, arzobispo de Canterbury, si pudiere asistir, y cuantos otros quiera el traer consigo. Si el arzobispo no puede asistir, continuaran las actuaciones sin el, pero si uno cualquiera de los veinticinco barones fuere parte en el litigio, no se tendrá en cuenta su juicio y se elegirá y tomara juramento a otro en su lugar, como suplente para la materia en cuestión, por el resto de los veinticinco.
En caso de que hayamos privado o desposeído a algún galés de tierras, libertades o cualquier otro bien en Inglaterra o en Gales, sin legitima sentencia de sus pares, aquellas le serán devueltas sin demora. Todo litigio en la materia será dirimido en las Marcas mediante sentencia de los pares de la parte. Se aplicara la ley inglesa a las tierras que se posean en Inglaterra, la ley galesa a las que posean en Gales y la de las Marcas a las que se posean en las Marcas. Los galeses nos trataran a Nos y a los nuestros de la misma manera.
En caso de que un galés haya sido privado o desposeído de algo, sin haber mediado legitima sentencia de sus pares, por nuestro padre el Rey Enrique o nuestro hermano el Rey Ricardo y el bien en cuestión permanezca en nuestro poder o este en posesión de terceros por concesión nuestra, tendremos moratoria por el lapso generalmente reconocido a los Cruzados, a menos que estuviese ya pendiente algún litigio judicial o se hubiese entablado una indagación por orden nuestra, antes de tomar Nos la Cruz como Cruzado, pero a nuestro regreso de la Cruzada o de modo inmediato si desistimos de ella, haremos plenamente justicia con arreglo a las leyes de Gales y de dichas regiones.
Devolveremos en seguida al hijo de Llyvelyn, a todos los rehenes galeses y las cartas que se nos hayan entregado en garantía de la paz.
Respecto a la devolución de las hermanas y rehenes de Alejandro, Rey de Escocia, y de los derechos y libertades de este, le trataremos del mismo modo que nuestros demás barones de Inglaterra, a menos que resulte de las cartas que nos concedió su padre Guillermo, anteriormente Rey de Escocia, que deba ser tratado de otro modo. Esta materia será dirimida por el juicio de sus pares en nuestro tribunal.
Todas las franquicias y libertades que hemos otorgado serán observadas en nuestro reino en cuanto se refiera a nuestras relaciones con nuestros súbditos. Que todos los hombres de nuestro reino, sean clérigos o legos, las observen de modo semejante en sus relaciones con sus propios vasallos.
Por cuanto hemos otorgado todo lo que antecede por Dios, por la mejor gobernación de nuestro Reino y para aliviar la discordia que ha surgido entre Nos y nuestros barones, y por cuanto deseamos que esto sea disfrutado en su integridad, con vigor para siempre, damos y otorgamos a los barones la garantía siguiente:
Los barones elegirán a veinticinco entre ellos para que guarden y hagan cumplir con todo el poder que tengan, la paz y las libertades otorgadas y confirmadas para ellos por la presente Carta. Si Nos, nuestro Justicia Mayor, nuestros agentes o cualquiera de nuestros bailíos cometiese algún delito contra un hombre o violase alguno de los artículos de paz o de la presente garantía, y se comunicase el delito a cuatro de los citados veinticinco barones, los informados vendrán ante Nos (o en ausencia nuestra del reino, ante el Justicia Mayor) para denunciarlo y solicitar reparación inmediata.
Si Nos, o en nuestra ausencia del Reino el Justicia Mayor, no diéramos reparación dentro de los cuarenta días siguientes, contados desde aquel en que el delito haya sido denunciado a Nos o a el. Los cuatro barones darán traslado del caso al resto de los veinticinco, los cuales podrán usar de apremio contra Nos y atacarnos de cualquier modo, con el apoyo de toda la comunidad del Reino, apoderándose de nuestros castillos, tierras, posesiones o cualquier otro bien, excepto nuestra propia persona y las de la reina y nuestros hijos, hasta que consigan efectivamente la reparación que hayan decretado. Una vez obtenida satisfacción, podrán volver a someterse a la normal obediencia a Nos.
Todo hombre que lo desee podrá prestar juramento de obedecer las órdenes de los veinticinco barones para la consecución de estos fines y de unirse a ellos para acometernos en toda la medida de su poder. Damos permiso solemne e irrestricto de prestar dicho juramento a cualquier hombre que así lo desee y en ningún momento prohibiremos a nadie que lo preste; mas aun, obligaremos a cualquiera de nuestros súbditos que no quiera prestarlo a que lo preste por orden nuestra.
Si alguno de los veinticinco barones muere o abandona el país o se ve impedido por otra razón de ejercitar sus funciones, los restantes elegirán a otro barón en su lugar, según su libre arbitrio, y el elegido prestara el mismo juramento que los demás.
En caso de discrepancia entre los veinticinco barones sobre cualquier asunto que se haya sometido a su decisión, el juicio de la mayoría presente tendrá la misma validez que un pronunciamiento unánime de los veinticinco, tanto si estos estuviesen todos presentes como si alguno de los convocados estuviera impedido de comparecer o no hubiera querido hacerlo.
Los veinticinco barones juraran obediencia fiel a los artículos anteriores y harán que sean cumplidos por los demás en la medida del poder que tengan.
No intentaremos conseguir de nadie, ya por acción nuestra ya por medio de terceros, cosa alguna por la cual una parte de estas concesiones o libertades pueda quedar revocada o mermada. Si se consiguiese semejante cosa, se tendrá por nula y sin efecto y no haremos uso de ella en ningún momento, ni personalmente ni a través de terceros.
Hemos condonado y perdonado por completo a todos cualquier intención torticera, daño y agravio que haya podido surgir entre Nos y nuestros súbditos, ya sean clérigos o legos, desde el comienzo de la disputa. Además, hemos remitido totalmente, y por nuestra parte hemos perdonado también, a cualesquiera clérigos y legos todos los delitos cometidos como consecuencia de la citada disputa entre la Pascua del decimosexto año de nuestro reinado y la restauración de la paz.
Hemos ordenado asimismo cursar cartas patentes para los barones en testimonio de la presente garantía y de las concesiones indicadas anteriormente, con los sellos de Esteban, arzobispo de Canterbury; Enrique, arzobispo de Dublin, los demás obispos arriba mencionados y el Maestro Pandolfo.
En consecuencia, es nuestro real deseo y nuestra real orden que la Iglesia de Inglaterra sea libre y que todos los hombres en nuestro Reino tengan y guarden todas estas libertades, derechos y concesiones legítima y pacíficamente en su totalidad e integridad para sí mismos y para sus herederos, en cualesquiera asuntos y lugares y para siempre.
Tanto Nos como los barones hemos jurado que todo esto se observara de buena fe y sin engaño alguno, de lo cual son testigos las personas antedichas y muchas otras.
Dado de nuestro puño y letra en el prado que se llama Runnymede, entre Windsor y Staines, el día decimoquinto del mes de junio del decimoséptimo año de nuestro reinado.
martes, 3 de mayo de 2011
20 Poemas de Amor y Una Canción Desesperada - Pablo Neruda 15
Me gustas cuando callas porque estas como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece qué un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
Fotografía de cabecera: Fotomontaje sobre una foto de Hein Rich
domingo, 1 de mayo de 2011
¿Qué es la fe?
P. ¿Qué es la fe?
R. Lo que usted quiera. Cada persona es diferente. El objeto de la fe es diferente para cada persona. Cada uno debe conocer por sí mismo el objeto de su fe. Debe creer en lo que más le impresione. Yo no puedo decirlo ni decidirlo objetivamente.
Este punto es importante. En casi todas las religiones se dice: “Debéis creer en esto, debéis creer aquello, en Dios, en Buda”. Yo no estoy de acuerdo. Debéis encontrar en vosotros mismos el objeto de vuestra fe. Las religiones pueden acompañarnos al borde del río, pero no pueden beber por vosotros ni obligaros a beber. Es un problema subjetivo. Por eso le he respondido: ”¡Lo que usted quiera!”. Lo más importante es creer. Creer en lo más elevado, en lo último. ¿Qué es lo verdadero? La sabiduría del cerebro debe decidir.
Dios, Buda, la cruz… Generalmente se cree según los genes, según la herencia, la educación, el medio familiar, los hábitos corporales. Pero en definitiva…
El perro sigue a su amo, cuando le ve olvida todo el resto. Su cerebro cambia. Es fiel, cree en su amo. Es así. Un amor profundo es importante en la fe.
Yo no puedo decidir por usted sobre la fe última. Usted mismo debe decidir. No se trata solamente de la forma. Yo soy monje Zen y, como Dogen, Nagarajuna, creo en el kesa dado por Buda. Es una transmisión eterna. Si quiere tener fe en Buda, puede hacerlo. Yo no puedo decidir por usted. Debe encontrar la respuesta por sí mismo.
P. ¿Hay que abandonar la religión propia para seguir el Zen?
R. Como usted quiera. Usted mismo debe elegir. Debe usted buscar la esencia, aquí y ahora, y decidir lo que es importante para usted. ¿Cuál es la solución a sus problemas?
Demasiado a menudo las religiones son solo decorado. Hay que conocer los textos, las reglas, las ceremonias. Pero todo eso no es importante. Las religiones y las filosofías son demasiado imaginativas, por eso se debilitan. Debéis acabar con ese decorado y buscar lo realmente importante. Debéis encontrar la verdadera esencia de todas las religiones.
Extracto del libro: “Preguntas a un maestro zen” – Taisen Deshimaru
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