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martes, 19 de octubre de 2010

El Secreto mejor guardado - IV


Todo sobre los Arcontes Devoradores de Luz

Cuando los Eones crearon, de su propio cuerpo, el Multiverso, solo pudieron llevar consigo una memoria grabada en forma génica y que sería utilizada, en primer lugar, para crear a los Legisladores, Arcontes, en quienes recaería la responsabilidad de construir mundos donde la Vida primero y la Consciencia después fuesen capaces de prosperar. De algún modo, se podría decir que los Arcontes son la materialización de los designios originales de Adam Kadmón. Pero los Arcontes no son otra cosa que androides artificiales que manejan programas automáticos debidamente programados, con anterioridad, por los Eones, sus diseñadores. En el transcurso de los primeros instantes de la formación del Multiverso, la materia que formaba la memoria génica de los Eones, los Arcontes, fueron agrupándose en torno a pequeños núcleos ígneos que habían surgido de las estrellas más grandes, como los grumos periféricos del cacao sobre la leche cuando esta se mueve en su recipiente con una cucharilla. Los Arcontes, de este modo, se alimentaban del calor y de la luz que les proporcionaban sus anfitriones, tanto internos, el núcleo ígneo, como externos, los Eones sobre los que, los ahora planetas orbitaban. En el transcurso de millones de años, según estaba programado, sobre la materia oscura y aparentemente sin vida de los arcontes empezaron a surgir las formas vitales que terminarían evolucionando hasta el Tipo humanoide, donde por fin los propios Eones prisioneros de su Eterno sueño pudieran tomar consciencia y evaluar la anómala situación en que se encontraba su diseño original.

Con el transcurso del Tiempo, esos androides, llamémoslos así, por inducción de las criaturas que ellos mismos estaban creando y alimentando, tomaron una especie de consciencia artificial, no propia ni auténtica; pero que les hizo ver que desde su origen estaban condenados a servir a la Vida e Inteligencia de otros Seres y que fueran los que a ellos mismos les habían formado. Entonces decidieron que la única manera de sobrevivir era mantener dormidos a los grandes Titanes luminosos; pero para ello y dado que la Vida y la Inteligencia, en el Multiverso, era inevitable tenían que engañar a las Criaturas que ellos mismos alimentaban. Mientras el Caos actual perviva, lleno de matanzas, luchas intestinas, crueldad, hambre y demás cosas que tomamos como naturales, más tiempo permaneceremos dormidas las criaturas que portamos el espíritu de los Eones y por lo tanto también ellos permanecerán autistas de lo que sucede en su entorno y propiciado por aquellas formas que fueran creadas para materializar sus propios designios. Mientras más vorágine, ruido, producimos las Criaturas humanoides, más luz nos es arrebatada y más fuertes se vuelven los legisladores; pero por el contrario más nos debilitamos nosotros mismos, volviéndonos incapaces de recordar cual es nuestro primitivo origen.

Solo bajo estado de meditación y silencio mental absoluto, las criaturas divinas podemos ser capaces de sentir la voz interna de nuestro espíritu, herencia Génica de nuestro propio Eón, al cual pertenecemos y del cual formamos una parte importante y sustancial. Solo entonces los Arcontes podrán ser desactivados, ya que al retomar nuestra propia Consciencia de la Verdad, ellos terminarán disgregándose pues se habrá llegado al término de su ciclo vital y se auto desconectaran como está programado desde el principio de los tiempos. Los Arcontes no son ni buenos ni malos; pero su instinto de supervivencia está impidiendo que el Destino Final se precipite sobre este Multiverso y se pueda retornar al Pleroma, pues sus Dioses aún permanecen inmersos en un profundo sueño de eternidad insoslayable. Solo pido una cosa, que seamos capaces de darnos cuenta y despertarlos y ello solo se dará cuando nosotros mismos despertemos a la Verdad.


ARALBA

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