Hoy he madrugado con el alba
a la mañana, de raso rojo
teñidos los cielos de púrpura
y una ventana en el trasluz.
He echado a andar por la acera
he olvidado tus recuerdos
recogiendo en mi sayo
tu olvido sobre mí.
No fui nada para ti,
una china en un remendado zapato
de rígidas costuras
y rotas suelas sin alcanfor.
Me despreciaste de cara
sin dejar de mirar mi boca,
mis ojos, toda mi faz
reflejada en tu mirada.
Mañana prometo vivir sin ti,
oler la brisa del futuro
sin necesidad de llorar
sin ansiedad de morir.
Ahora, mientras tanto
finjo que no te veo,
que no existes en mi memoria
que desperté, y nací antesdeayer.
Solo, con tu bruma,
acompaño a mi ser;
lejos, muy lejos,
allá donde no me vea.
Huyo dentro de mi.
Carlos Postigo
jueves, 15 de abril de 2010
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