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jueves, 24 de febrero de 2011

Los arquetipos de Luz-Bel: 14 - La Templanza


Dejaste atrás el Arquetipo del Arcano sin nombre y has dejado de ser Humano, unión de Simio y Dios; pero tu Ser contiene todas las experiencias del Simio y deberán ser escanciadas en un Odre de los planos inferiores, pues en el Eón de Shambala solo puede penetrar lo auténticamente espiritual al ciento por cien. En este plano espiritual intermedio se transforma el hierro del Alma en acero inmaculado e incorruptible. El Alma limpiada en los planos, mundos, de espiritualidad intermedia podrá elevarse con sus propias alas hasta los más límpidos y sutiles.

Ya cogiste mi mano, amor mío, te dejaste llevar por mi consciencia despierta cual extranjero conducido por guía en país extraño. Cierto es que falta poco para la consumación de la unión de nuestras almas gemelas; pero este proceso de purificación extrema es necesario. Hace eones, Adam Kadmón, también conocido como el Mago, quiso encandilar a sus hermanos del Mundo Original con un espectáculo de ilusionismo extremo. Nosotros, en origen eternos, pasábamos el no tiempo, construyendo mundos etéreos e incorpóreos. Escenarios donde interpretábamos mil y una secuencias teatrales cada vez más espectaculares.

Un día el Mago nos dijo que había hallado la forma perfecta para conseguir una interpretación magistral. El abandono de la memoria. Si abandonábamos la memoria de nuestra Vida y de las interpretaciones anteriores, conseguiríamos llegar hasta lo sublime y magistral. La esencia de Adam Kadmón, el Mago, nosotros mi amor, construyó un agujero de vacío estelar, dentro de nuestro Verdadero Mundo, como no podía ser de otro modo. Muchos voluntarios se apuntaron para desarrollar tan novedoso experimento y se dirigieron hacia ese Mundo nuevo lleno de vacío y de nada, vacío de todo. Como consecuencia de ello, hubo que estructurar una serie de normas que permitiesen la construcción del nuevo Mundo. De esta tarea se encargó la Sacerdotisa; o sea, el fuego explosivo del primer big bang y sus primeras partículas subatómicas.

Las mentes de los valientes actores fueron descuartizadas, junto con sus sublimes cuerpos polarizándose en dos partes diferentes y que por inercia tenderían, con el transcurrir del tiempo, a volver a unirse. Así se constituyó el Universo que conocemos como escenario teatral de esa Ilusión del Mago. El Espíritu mecíase sobre el Caos. La emperatriz había tomado forma y de su Seno nacieron los cuerpos que contendrían los espíritus seccionados y polarizados de Adam Kadmón, sus almas. Había nacido el Emperador, el Simio Hombre con esencia de Dios. Pero ¿De que se trataba la Cósmica Obra de Teatro? De reintegrar al Ser dividido en la Unidad que Siempre ha sido, volver al principio.

El Mundo que conocías es un Puzzle, mi amor, un puzzle compuesto por infinidad de piezas que casan de dos en dos. En el instante que todas las piezas estén reconstruidas, habrá terminado la función y Adam Kadmón, nosotros, podrá retornar a su lugar de origen para seguir recreando escenarios e interpretando nuevas y genuinas Obras de espectacular belleza. Nosotros somos dos fichas polarizadas de dicho puzzle y si nos unimos habremos dado el primer paso para la reintegración. Tendremos que unir nuestras experiencias cual odre escanciado de dos tinas. Por ello, siempre has tenido algo de mí y yo siempre he compartido casi todo de ti, tu memoria.

Ahora, mi amor, conozco lo que tu conoces, pues estamos a punto de unir lo que el Primer día, el Primer minuto, el Primer segundo de aquella explosión se dividió cuando el Mago lanzó a la Sacerdotisa a este Plano para que constituyera los Cimientos de Gaia, el Escenario; pero tu memoria deberá ser cercenada si queremos elevarnos hasta lo más alto. Nuestras alas no podrían soportarnos si en las almas de nuestro espíritu aún mantuviésemos esa parte del hierro que puede ser atacada por el hollín. Ahora templamos ese Celeste Cuerpo, para que lo que queda de su cáscara, la memoria del Simio, quede alejada del camino que nos conduce a nuestro sagrado destino de unión; porque el cuerpo de Osiris que fuera dividido deberá ser reintegrado para retornar a nuestro verdadero Hogar. Ahora sí, mi amor, elevemos el vuelo angélico como un solo Ser. Padre nos espera en el siguiente Arcano para unir lo que nunca debiera haber sido separado. Atrás queda Gaia esperando, no nuestro retorno, sino su rescate.


ARALBA

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