
La montaña de las Nueve Fuentes
se alza tan alto !
Allí vive un ser real
dispuesto a ejecutar vuestras órdenes.
Al abrigo del templo púrpura,
en el piso de los muros cinabrinos ;
Entre el Sol y la Luna
parecen perlas fugaces.
Diez mil años de resplandeciente claridad :
aquellos tiempos ignoran los cálculos.
Sobre la base exterior de los tres yang,
la cosa viene por sí misma.
Alimentad en vosotros los tres divinos
y viviréis mucho tiempo.
Las almas espirituales quieren subir al cielo
y las sensitivas sumergirse en el abismo.
Que estas almas inviertan sus alientos
siguiendo la via de la espontaneidad !
Más de uno, entonces, concretando la perla,
consolidará su raíz mágica.
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