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viernes, 30 de diciembre de 2011

Tradición Esotérica de Occidente - Capítulo III (b)



El yo inferior o ego, donde radica la consciencia del Ser Humano actual, no puede llegar más allá del Mundo del Pensamiento. Es por dicha causa por la que los materialistas a ultranza no terminan de creer en algo más. Repetimos que es debido a la Mente que el Ser Humano vive en la más deplorable de las situaciones, en la actualidad, ya que generalmente se confabula con el Cuerpo de Deseos; pero con la experiencia y la evolución positiva que nos proporciona esta Escuela de la Vida, utilizando el poder de la Voluntad para Concentrar nuestro Pensamiento en el Bien se convertirá, en el futuro, en la más útil de las herramientas que poseerá el Ser Humano; primero, para controlar su destino y no dejarse llevar por las influencias cósmicas, planetarias o del azar y segundo para descubrir que la calle por la que se camina no es más que un callejón sin salida ni destino. Algún día y debido a la comprensión de las leyes que gobiernan este Mundo de la Mente o del Pensamiento descubriremos la necesidad de dar un salto cualitativo para llegar a liberarnos de las cadenas que nos aprisionan a todos los componentes de la Humanidad; pero también, el Mundo del Pensamiento es el Punto Focal necesario para que las formas de los Mundos Celestiales puedan llegar a tomar consistencia en el Mundo de la Materia Real. Es decir, nada sería si antes no pasa por el Mundo de la Mente y se envuelve de Substancia de Pensamiento, que es la esencia que forma dicho Mundo.
Todos sabemos que la oveja no se conoce así misma como oveja, pues éste es un nombre que le hemos colocado los hombres; pero el animal, tenga el nombre de oveja, otro o ninguno, no por ello deja de existir; así sucede con todas las denominaciones que se dan en la Tradición de Occidente. Lo de menos es el nombre, hablando exotéricamente. Los mundos están ahí y cualquiera que esté capacitado para visitarlos lo podrá corroborar. Por lo tanto, las denominaciones que aquí damos son puramente accidentales y sólo pretenden dibujar con palabras, lo mejor posible, aquello que no necesita de ninguna denominación. Sin embargo, queremos aclarar que esotéricamente sí es importante el Nombre; pero el Nombre Celestial, sin cuya utilización sería imposible la auténtica Magia.
El Mundo del Pensamiento está constituido por dos grandes regiones, la Región del Pensamiento Concreto, que a su vez se subdivide en cuatro partes, las más densas del Mundo de la Mente. Y la Región del Pensamiento Abstracto, cuyas tres divisiones, más sutiles, están conectadas con los planos espirituales.
El Mundo del Pensamiento es el central de los cinco en los que se mueve y de los que está formado el Hombre caído en la espiral de la involución y que son: El Mundo Físico, del Deseo, el Mundo del Pensamiento, del Espíritu Humano y del Espíritu de Vida. En este Mundo confluyen tanto el Yo Inferior como el Yo Superior.

Es en la Región del Pensamiento Concreto donde la abstracción de la Región inmediatamente superior  toma forma o imagen mental. Sería, poniendo un símil, como la mesa de trabajo de un delineante. También esta parte del Mundo del Pensamiento sirve para frenar y regular los impulsos que llegan hasta el Ego Superior desde las Regiones más densas evitando así que los vehículos celestiales sean contaminados por partículas contaminadas.
Sin el Poder del Pensamiento, los sentidos y los sentimientos serían inútiles, ya que es el único camino por donde llega el conocimiento a modo de una calzada de doble carril llevando información de los mundos superiores hacia los inferiores y a la inversa. La Esencia o Materia, extrapolando, de Pensamiento es tan poderosa y sin embargo sutíl que puede llegar a cualquier fin perseguido a pesar de los múltiples obstáculos que se le interpongan; pero también, puede ser causa de sufrimiento cuando tal Fuerza es perdida en conseguir nimiedades y estupideces. La Intuición, que no instinto, del Mundo del Pensamiento Abstracto toma forma en el tablero de dibujo del Pensamiento Concreto  y va densificándose hasta llegar al Mundo físico como Materia Cerebral. Es decir, así como la Luz es la que crea el ojo, así la Mente es la que ha formado el Cerebro de los seres superiores e inferiores. Todo es Mente dice Hermes Trimegistos en su Tabla Esmeraldina.
El Pensamiento, no creamos que ya acabó su tarea constructora cuando nos proporciona un cerebro con el que poder tocar nuestros pensamientos sino que, éste, continúa su infatigable labor constructora, al presente, siendo la principal fuerza evolucionante de la raza humana; pero no, ya, una evolución casual e instintiva sino dirigida con un propósito y objetivo concretos: El capacitar de conciencia a la parte del hombre que sobrevive en el caos de la materia. Es un salvavidas en el océano de la vida.
  A las cuatro divisiones  más  densas  de  este  mundo,  los  Rosacruces  las  conocen como el Segundo Cielo  y  son: La  Región  Continental  donde  se  encuentran,  digamos,  dibujados  los  continentes, islas o tierra firme de los más diversos planetas. Todos ellos no existirían materialmente si antes no lo hubieran hecho en este plano. Asimismo, es aquí donde el Espíritu del Hombre, Ego o Yo Superior varía las condiciones de la vida en la tierra para cuando vaya a encarnar modificando el arquetipo del habitat, en común acuerdo con sus iguales y con los habitantes de dicho Mundo y sus directores, los Señores de la Mente .

En la Región Oceánica, sin embargo, son los cuatro éteres los que tienen depositado su arquetipo y todos los habitantes de este plano trabajan para dicha substancia. Así como la Materia Obscura del Universo podría considerarse como la sangre de éste, los mares y océanos son el fluido vital de la Tierra. Del mismo modo debemos considerar la sustancia de esta región con relación a sus vecinas del Pensamiento Concreto. Aquí todas las vidas se interpenetran aunque sin perder la conciencia individual y se interrelacionan como si de una sóla se tratara.
La Región Aérea es la depositaria de los Arquetipos de todo lo que existe en el Mundo del Deseo y sería en relación con la Región del Pensamiento concreto como el aire para nuestro planeta. Aquí vuelan literalmente los sentimientos de placer y las aspiraciones positivas. Las emociones tanto del Hombre como de los animales tienen primeramente aquí sus formas.
La Región Arquetípica es el Punto Focal, concreto, que emite hacia las regiones más densas todo aquello que recibe de los mundos del Espíritu, como si de una lente fotográfica se tratara, ya que la Región del Pensamiento Abstracto, ver diagrama de Max Heindel, también es sede del denominado como Espíritu Humano, que a su vez forma parte del conocido como Triple Espíritu del Hombre y que será tratado en capítulos posteriores.
La Región del Pensamiento Abstracto dirige la actividad del Mundo del Deseo así como el Espíritu de Vida lo hace con la Región Etérica del Plano Físico y el Espíritu Divino sobre la parte Química y, esto es así, a pesar de lo que pudiera parecer, pues la compenetración de los mundos que estudiamos no está basada en cuatro dimensiones sino en infinitas más, es decir, si estuviésemos capacitados para viajar conscientemente  por ellos, sería tan instantáneo hacerlo al Mundo del Deseo como al Mundo del Espíritu Divino. Todo es Mente y la Mente lo compenetra todo. Nuestra imaginación que se encuentra atada por las ligaduras de la materia es incapaz de visualizar dicha estructura; pero es así: Donde yo estoy ahora, está también además del mundo que veo, los demás. Conmigo está la Tierra, nuestro Sistema Solar, el centro de la Galaxia; pero también está Andrómeda y los Quasares más lejanos.
En la Región del Pensamiento Concreto, antes del nacimiento, el Yo Superior forma el arquetipo de su futuro cuerpo denso en sustancia mental constituyendo una especie de molde vibratorio. Este molde actúa sobre el propio Mundo Físico a su propia semejanza, Hagamos al Hombre a imagen y semejanza nuestra, dice el Génesis. Al unirse todos los Arquetipos se forma el Ser Vivo Completo.
Estos Arquetipos son los de las formas físicas, de la Vitalidad Universal, de los deseos y emociones, ya nombrados, así como de las fuerzas arquetípicas de la Mente Humana.

Hay una Gran Verdad que dice que el Cuerpo Vital, ya se estudiará en su momento, se desarrolla con la repetición. En estos papeles encontraremos mucho de esto, pues al observar una cuestión desde varios puntos de vista lograremos que ésta quede firmemente anclada en nuestras neuronas. Siempre nos ha gustado poner el ejemplo de las formas o Katas de las artes marciales, las cuales sirven para convertir en automáticos, ciertos movimientos de defensa y contra ataque. Al ser tan complejo el contenido de este capítulo, no os extrañe encontrar diferentes puntos de vista de una misma cuestión.
De la más sutíl substancia del Mundo del Pensamiento está compuesta la Región Abstracta. Las ideas que aquí germinan toman consistencia en la Región más densa del Pensamiento Concreto, dando lugar a las imágenes mentales.
Las ideas semillas que se originan en estos planos son el germen de las emociones y del deseo, de la vida y de la forma.
Si se pretende viajar a las esferas de otros planos diferentes al terrestre necesitaremos capacitarnos y conseguir el vehículo consciente que pueda vivir y moverse en ellos. Sin un cuerpo apropiado, vibratoriamente hablando, no podríamos adquirir experiencias en dichos lugares; por lo tanto si quisiésemos elevarnos a otros planetas del Sistema Solar, deberíamos hacerlo envueltos en el halo luminoso del Espíritu de Vida. Lo cual, también podría significar que deberíamos llevar en nuestro equipaje la Vida de un traje espacial y las ciudades, en aquellos antes de la Terra- Formación, deberían estar protegidas por una burbuja atmosférica artificial donde la vida exportada desde la Tierra pudiese fructificar.
Nuestro Sistema Solar y los demás que conforman la Vía Láctea están constituidos por los mismos elementos bioquímicos y es debido a ésto que el vehículo de comunicación entre ellos deberá ser el Espíritu Divino.
  Muchos escritores de Ciencia Ficción adquieren experiencias en dichos planos de forma totalmente inconsciente y luego plasman estas, en sus obras; pero al no conocer como funcionan las  vías de comunicación entre los universos, cometen errores de bulto como a continuación podremos ver: estos modernos trovadores del espacio, imbuidos por el materialismo de una arcaica ciencia, inventan sistemas con nombres rimbombantes para que sus héroes puedan penetrar en el Hiperespacio y así alcanzar velocidades teóricamente instantáneas que pudiesen permitir a éstos, en sus naves cósmicas, desarrollar los viajes interplanetarios e intergalácticos. Esto es muy sencillo y complicado al mismo tiempo; pero el medio que estos escritores tales como Larry Niven o Isaac Asimov proponen es (a pesar de que no somos partidarios de utilizar la palabra), Imposible.

Si intentásemos viajar a través del Hiperespacio o penetrando en un agujero de gusano, acercarnos a la zona de influencia de un agujero negro o ser atrapados por una Super Cuerda, la materia, tanto nuestra como de nuestro vehículo espacial quedaría absolutamente desintegrada y convertida en un caldo de partículas de neutrinos y antimateria. La recomposición a la salida de esa zona de influencia gravitatoria no entendemos como podría ser posible; pero para el Hombre Espiritual, Hombre Nuevo o Adepto, esta especulación se transforma en algo no solamente posible sino real, siempre que haya alcanzado el desarrollo necesario. De hecho, un Iniciado de Tercer Grado puede navegar por estos mundos sin moverse de la cama de su dormitorio o del sillón del salón de su casa. Utilizando el vehículo adecuado podrá realizar un salto instantáneo a cualquier planeta habitable o inhabitado y adquirir de su atmósfera, aérea, plasmática u otra, las moléculas necesarias para revestirse con un cuerpo físico apto para la adquisición de experiencias en dicho lugar. Al regresar a su cuerpo denso original, aquí en la tierra, el cuerpo prestado se disolvería en la atmósfera abandonada y la consciencia recordaría todo lo allí acontecido hasta el más mínimo detalle. Es decir, el Iniciado habría estado en dos lugares al mismo tiempo, efecto dado con alguna frecuencia entre los místicos aquí en nuestro propio planeta. También puede decidir el Navegante quedarse en el lugar de destino y dejar que su cuerpo original se descomponga; y todo ello, como hemos mencionado sin perder un gramo de información ni consciencia.
Hacia este Cuerpo Celestial es hacia el que la Raza Humana debe conducir sus pasos; pero para ello, queda mucho por andar y no se conseguirá por la generalidad de la Raza en el Período Terrestre. Sólo los auténticos Rosacruces son capaces de estos portentos que para nosotros queda relegado a la utopía que no a la ficción.

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