Fumie Sasabuchi |
Los placeres y
dulzores
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de esta vida trabajada
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que tenemos,
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no son sino corredores,
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y la muerte, la celada
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en que caemos.
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No mirando a
nuestro daño,
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corremos a rienda suelta
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sin parar;
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desque vemos el engaño
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y queremos dar la vuelta,
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no hay lugar.
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