viernes, 7 de octubre de 2011
Tradición Esotérica de Occidente - Capítulo II (a)
La historia, dice el saber popular, está escrita por los Vencedores; pero yo me pregunto ¿No será el aparente ganador presa de una cruel ilusión?
El que aquí queda, vive la vida y sufre sus inclemencias. El que marcha se dirige alegremente hacia la luz eterna.
Ahora, ¡Dime tú, amigo mío! ¿Quién es el vencedor y quién es el vencido?
Debajo de la tierra que pisamos,viaja implacablemente el sutil magma que mueve las placas tectónicas de que está formada la corteza.
¿Acaso sea más real la tierra que pisamos que el fuego que no vemos?
Hay otra historia que los eruditos desconocen, y que como el magma de nuestro planeta se ha movido, se mueve y lo seguirá haciendo, por siglos, entre bastidores.
Muchos Hermanos se habrán preguntado o lo están haciendo en este mismo instante: si tan sólo existe una Rosacruz, ¿Por qué existen multitud de Organismos que detentan tal título y se proclaman unidepositarios del Saber Tradicional? Y también: ¿Por qué se autodenominan con el mismo título y sin embargo sus doctrinas son tan dispares?.
Una cosa es cierta, amados hermanos, algún día nacerá el que llegue a unificar en un sólo cuerpo a todas las Organizaciones Rosicrucianas tras algún concilio, congreso u otros, donde la tolerancia y el sincretismo más auténtico tengan cabida. La verdad sea dicha, y conociendo interiormente, como las conocemos, a las tres más importantes Fraternidades, podemos decir sin equívoco posible, que las diferencias son prácticamente nulas y sólo varían en la forma; a pesar de que cada uno de los cuerpos doctrinales dirige su mensaje a unas determinadas personas y que se encuentran en muy diferentes niveles de progreso.
Cuando alguna escuela utiliza, por ejemplo, en sentido Cristiano los términos, Cuerpo, Alma y Espíritu se refiere con el Cuerpo al vehículo material, el Alma sería el cuerpo simbiótico que uniese la materia al Espíritu y que permite el hecho de la vida y el movimiento tal y como lo conocemos; siendo el mencionado espíritu, la parte Eterna, que lo envuelve todo y que emana en su pureza del propio Creador. Esto puede producir confusión, cuando la Orden originaria de California y cuya sede actual se encuentra en Quebec utiliza los términos griegos, antiguos, del manuscrito de Nodín y coloca al Alma por encima de todo equiparándolo al Espíritu Cristiano, siendo aquí, el cuerpo, igualmente la materia y convirtiendo al Espíritu en parte del Éter, ya estudiado, que lo compenetra todo; siendo el Nous la Fuerza Creativa Universal y cuya bipolaridad hace posible la existencia del los electrones, átomos y moléculas.
Como podremos ir comprobando, las únicas diferencias que existen entre las distintas escuelas es una simple cuestión de terminología; habiendo, el que suscribe, utilizado la que le resulta más fácil, por un lado, y por otro el considerar que es más inteligible para el común de los estudiantes acostumbrados a la terminología cristianizada.
La Escuela Internacional de la Rosacruz de Oro, sita en Harlem (Holanda), dogmatiza, sin embargo, las enseñanzas Gnósticas, Steinernianas, Taoistas e incluso Budhistas, realizando un sincretismo memorable y sin duda alguna certero, no obstante.
La Orden Espiritual existe, más que gracias..., a pesar de todos los grupos que ostentan, de un modo u otro, el Sagrado Nombre de la Rosacruz, ya que sus enseñanzas provienen, aunque distorsionadas, directamente del Mundo Celestial, porque en el camino, éstas, se subdividen al entrar en contacto con la esfera reflectora del Universo material y cuya esencia está constituida de Éter Reflector y partículas de la triple Región Inferior del Mundo del Deseo, que a continuación pasaremos a ver. De la diversidad de esta Esfera Reflectora, es de donde las diversas instituciones se inspiran y alimentan, no de Shambala; pero las organizaciones mueren en el instante en que dejan de sintonizar con la frecuencia de ésta y se desvían de los auténticos objetivos de la Sagrada Institución Shambálica. Adquiriendo la adecuada resonancia, aparecen en su lugar nuevas instituciones o personas que ocupan su sitio, quedando las anteriores, en el mejor de los casos, como cadáveres que se van disolviendo con el tiempo. Estas personas, que suelen organizar nuevas agrupaciones, o no, son conocidas como Iluminatis o Iluminados cuya función seguirá siendo el transmitir la fuerza avatárica con renovada fuerza y vigor.
Nuestros objetivos irán siempre encaminados a intentar conseguir, dentro de la más exquisita tolerancia, la unidad de objetivos primordiales que se encuentran dispersos, al presente, en las diversas Ordenes, Fraternidades, Escuelas o Eclessias Rosicrucianas.
Todo estudiante, debería saber que algunas instituciones Rosicrucianas utilizan su energía en elevar la parte más material del Ser Humano y es por ello, quizá, por lo que han puesto un precio, no elevado, a su pertenencia que no a las enseñanzas; pues hay ciertos individuos que rechazan las cosas de balde pues consideran que éstas no tienen valor alguno. Otras dirigen sus esfuerzos a aquellos Amigos que habiéndose desprendido, de algún modo, de sus energías materiales no puede acceder a determinadas enseñanzas, elevadas, como no sea por la Gracia y Bondad de los donativos de algunas almas generosas. Asimismo, las enseñanzas son ligeramente diferentes a las impartidas por la Orden; pues al contrario que la primera, esta encamina sus esfuerzos a la futura consecución del Cuerpo Alma.
El tercer nivel lo encontramos en aquellos que se han constituido en Religión y atrae a todas aquellas personas gregarias que han descubierto que se encuentran atrapados en la cárcel de la materia. Hacen todo lo posible para intentar romper las cadenas que les atan a ella y pretenden conseguir el máximo de fuerza posible con la Unidad del Grupo. El Mensaje de estas Ordenes de Melkisedec, donde sus miembros se consideran reyes y sacerdotes va dirigido principalmente al espíritu de sus miembros para que intenten construir, entre todos, la Escalera de Jacob que les lleve, tras conseguir el Grial, Piedra Filosofal, Dorado Vestido de Bodas, Vellocino de Oro o Cuerpo del Alma hasta Shambala, la morada preparada por sus hermanos no caídos más allá de la Esfera Reflectora y perteneciente ya al mundo de la "Mente", que comunica directamente con el Mundo Original de los Adán Celestes.
Habiendo dado nuestra humilde opinión del porqué de la existencia de tantas organizaciones Rosicrucianas, que algún día deberán formar un solo cuerpo ya que sus diferencias son tan solo aparentes y están condenadas a entenderse para construir la profecía sembrada en el siglo XV por el olvidado y mítico Christian Rosentkreutz, pasaremos a estudiar, someramente, la constitución y Naturaleza del conocido como Mundo del Deseo.
Como indicamos en el capítulo anterior, el Mundo del Deseo está intrínsecamente compenetrado con el mundo físico como el agua que empapa una esponja, y en él, aunque invisibles para nuestros ojos, habitan una ingente cantidad de Seres. El Mundo del Deseo ocupa exactamente el mismo espacio que los planos de manifestación y lo único que los separa es su diferente frecuencia vibratoria. Se le denomina de tal forma, porque es en él donde toman consistencia o forma todas las sensaciones necesarias para permitir la pervivencia de las especies y de la propia evolución de estas.
De las siete regiones que forman el Mundo del Deseo, la Región de la Pasión y del Deseo Sexual hace posible que el Espíritu pueda unir su vehículo corporal con otros de diferente polaridad para, como hemos dicho, perpetuar la especie y así poder mantener indefinidamente vehículos de manifestación que permitan a los espíritus encarnados el adquirir sus experiencias evolutivas.
La Región de la Impresionabilidad es aquella que permite que el espíritu pueda ser consciente de todas las sensaciones captadas por los órganos periféricos del cuerpo material y a los que conocemos como sentidos. Sin la existencia de esta Región no existirían las impresiones y el espíritu sería incapaz de captar y posteriormente almacenar la información de los Reinos Inferiores tanto Etéricos como Químicos.
La Región de los Deseos, propiamente dicho, es aquella que aún no perteneciendo al Mundo del Deseo Sexual o de Procreación, hace posible la existencia, ya que de esta región surge la Vitalidad necesaria para la defensa de la Especie.
El Hombre, con la sola procreación, no tiene garantizada la continuidad indefinida de sus cuerpos, como tampoco la tuvieron los extintos dinosaurios del Jurásico. El Ser Humano, ante cualquier contingencia adversa o amenaza crea armas para su defensa tanto individual como colectiva. Si hiciéramos caso de los mensajes que nos transmite nuestro espíritu, por mediación de esta región, habríamos conquistado el espacio y colonizado otros planetas, así como habríamos llevado baterías de poderosas armas termonucleares a una órbita de Lagrange, alrededor de nuestro planeta, para desviar que no destruir la trayectoria de colisión de cualquier posible asteroide o cometa que amenazara la vida en la tierra como ya lo hizo en los mencionados tiempos en que habitaron este suelo los Grandes Saurios. También haríamos todo lo posible para dejar de actuar con respecto a la tierra como si fuésemos irracionales virus que sólo persiguiesen su propia destrucción. Todo esto no sucederá mientras los Seres Humanos nos sigamos dejando caer en el polo negativo de esta Región donde moran el Egoísmo, la Ambición mal entendida, la Avaricia, etc..., que son las formas erróneas y aberrantes de un enfermo instinto de conservación.
La Región del Sentimiento es donde se elabora, nunca mejor dicho, todo aquello que debería diferenciar la divinidad del Ser Humano en relación con sus hermanos los animales. Estos últimos también tienen grados de sentimiento según sea su inteligencia y sería una majadería supina el negarlo; pero es el primer punto, donde el cariño, el Amor hacia todo lo existente y visible hace evolucionar, en positivo, al hombre en el camino hacia la consecución de ese cuerpo alma, ya tan nombrado. De hecho, la mayor parte de ese Traje de Bodas Espiritual estará compuesto de partículas materiales, traspolando, del Mundo del Deseo y mientras más elevadas, en vibración, sean dichas partículas tanto más luminosa será la Piedra Filosofal que permita al Hombre vivir conscientemente en los planos más elevados.
En la Región de la Vida Anímica, como su nombre indica, es donde se forma la estructura del Alma que ocupa cada cuerpo humano. Esta vida del Alma es tan efímera, quizá algo menos pues pervive durante cierto tiempo después de la muerte, como el cuerpo físico que abandona en el momento de la transición; pero será, si nuestro desarrollo es el adecuado en las dos regiones siguientes, la herramienta fundamental en la consecución del Alma inmortal.
En la Región de la Luz Anímica es donde se construye la consciencia del Alma, sin la cual sería imposible, en la vida actual, recordar los sueños y en la vida futura el que dicho Cuerpo-Alma pudiera tener experiencias en su propio plano de manifestación.
La región del poder Anímico es la causante de la fuerza de voluntad que mueve al hombre a través de los designios demarcados por su espíritu, y a ella son debidas todas aquellas manifestaciones del Alma como el valor y los efectos extraordinarios que el común de los mortales acepta como milagros.
ARALBA
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