jueves, 8 de septiembre de 2011
El pensamiento y la realidad - J. Krishnamurti
I.: ¿Cuál es la relación entre el pensamiento y la realidad?
K.: ¿Qué es el pensamiento en relación con el tiempo, el pensamiento en relación con lo mensurable y qué es inconmensurable? ¿Qué es el pensamiento? El pensamiento es la respuesta de la memoria, eso es obvio. Si no tuviéramos memoria no podríamos pensar en absoluto y estaríamos en un estado de amnesia. El pensamiento es siempre viejo, el pensamiento nunca es libre, el pensamiento jamás puede ser nuevo. Cuando el pensamiento está silencioso puede que ocurra un nuevo descubrimiento; pero no es posible que el pensamiento descubra algo nuevo. ¿Está eso claro? No esté de acuerdo conmigo, por favor. Cuando formulamos una pregunta y estamos familiarizados con ella, nuestra respuesta es inmediata. ¿Cuál es su nombre? Respondemos inmediatamente. ¿Dónde vive usted? La respuesta es instantánea. Pero lleva un tiempo cuando se trata de una pregunta más compleja. En ese intervalo, el pensamiento está mirando, tratando de recordar.
De manera que el pensamiento, en su deseo de averiguar qué es la verdad, está observando siempre en función del pasado. Ésa es la dificultad de la búsqueda. Cuando buscamos, tenemos que poder identificar lo que hemos encontrado; y lo que encontramos y podemos reconocer es el pasado. Es obvio, pues, que el pensamiento es tiempo; esto es sencillo, ¿no es así? Ayer tuvimos una experiencia de gran deleite, pensamos en ella y deseamos que se repita mañana. El pensamiento, pensando en algo que le ha brindado placer, lo desea mañana otra vez; así pues, “mañana” y “ayer” constituyen el intervalo de tiempo en el cual vamos a disfrutar de ese placer, en que vamos a pensar en él. El pensamiento, por lo tanto, es tiempo; y el pensamiento nunca puede ser libre porque es la respuesta del pasado. ¿Cómo puede el pensamiento encontrar algo nuevo? Esto es posible sólo cuando la mente está completamente silenciosa; no porque ella desea encontrar algo nuevo, pues entonces ese silencio surge por un motivo, y por lo tanto no es silencio.
Si ha comprendido esto, lo ha comprendido todo y hasta se ha contestado su pregunta. Siempre está usando el pensamiento como un medio para encontrar, para preguntar, para inquirir, para observar. ¿Quiere eso decir que el pensamiento puede saber qué es el amor? El pensamiento puede conocer lo que llamamos amor y exige ese placer otra vez en nombre del amor. Pero no es posible que el pensamiento, siendo el producto del tiempo, el producto de la medida, pueda comprender o dar con eso que no es mensurable. Entonces surge, pues, la pregunta de: ¿cómo podemos lograr que el pensamiento esté silencioso? No podemos. Quizás podamos profundizar en eso en otra ocasión.
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